Millonario $in escrúpulos.

Capítulo 52

—¿Que piensa acerca de Margaret?—
—mmm! Es astuta, es como una serpiente esperando el momento preciso para morderte el talón en un descuido, creo qué hay que tener mucho cuidado con ella pero—

se levanta de su asiento y busca un trago de whisky

—se que entrará al negocio no confía en mi y es algo que no me importa solo quiero su inversión quiero ayudar a más mujeres en esta ciudad, por lo poco que he recorrido aquí, me gusta lo que he visto es una hermosa ciudad llena de mujeres guapas—

—pero debe tener cuidado señor henry ella puede jugar sucio—
—yo nunca he jugado limpio— se da el último trago suavemente y realiza una llamada
—alo—
—¿erick donde diablos estás? Llevo toda una semana aquí y no te he visto—
—papá he estado ocupado pero mañana iré a desayunar contigo ¿te parece?—
—eres mi único hijo por lo menos valora las oportunidades de la vida—
—¿vas a empezar con eso? Estoy con alguien importante ahora mañana nos vemos, te enviaré la ubicación—
—¡mocoso de mierda!—
Lanza el vaso a la pared enojado y prende uno puro para relajarse
—consígueme dos mujeres y llévalas a mi cuarto—
Se levantó dejando esa orden al socio de Margaret este resopló y volteo los ojos.

***

—discúlpame era mi padre y bien, en que quedamos?-
—¿de quien eres hijo?—
Erick sonrió no le gustaba decir quien era su padre no era como que fuera un buen tipo aunque el tampoco lo era del todo
—de quien soy hijo en este momento no es relevante lo que importa ahora mismo es saber cómo haremos para separar a bruno y a Isabella—
—¿por qué tanto obsesión con la muerta de hambre?-
Erick no sabía tampoco porqué se sentía tan obsesionado con ella tal vez es porque nunca había sido rechazado de tal manera y quería tenerla para el o posiblemente quería que se alejara de bruno porque si no podía estar con él, con ese tampoco no sabía si era egoísmo u obsesión.
—no te preocupes por eso solo haz la parte que te corresponde, te daré mi contacto y quiero el tuyo nos mantendremos comunicados, fue una placer conocerte—
Erick se marchó tranquilamente recibió una llamada al salir lo que lo puso furioso subiéndose en su carro manejo hacia el muelle donde tenía unas embarcaciones
—¿quien fue el bastardo?—
—se-señor por favor tenga Piedad— dos hombres lo están apuntando con pistolas
—intentas robarme y me pides Piedad—
Erick se colocó a la altura del hombre apretándole el mentón ya que este estaba en el piso sangrando lo habían golpeado y tenía las manos esposadas, tomó una pistola de uno de sus hombres y le dio un tiro en la frente
—sáquenlo de mi vista—
—señor los paquetes están intactos listos para el embarque—
—hagan su trabajo y si alguien vuelve a intentar robarme lo desaparecen—
Camino con rapidez a su auto y no dijo más nada algunos negocios se podían salir de control.

***

Siento las miradas sobre mi estoy nerviosa me tiemblan las manos estamos en la entrada de un gran restaurante es en la playa pero por un momento pensé que iba a ser en la arena como él me había dicho aunque creo que no debo adelantarme a los acontecimientos.

Luego de caminar despacio sintiendo que aquel vestido era muy corto y se me veía todo, puede tomar asiento al fin bruno saco la silla para mi y me acomodó mire todo el alrededor y otra vez las miradas sin evitar, el lugar era muy elegante alguien tocaba el piano en un escenario más adelante la mesa de ambos decía reservada y un camarero fue y lo cambió por un adorno más bonito, velas haciendo la mesa más romántica sonreí mirando a bruno él podía notar mis nervios acarició mi mano
—estamos bien no tienes porque estar nerviosa—
Asentí las palabras no me salían del todo.

Se podía observar por las paredes de cristales el mar aunque había mucha oscuridad en el, se dejaba ver una parte por las luces del lugar vi una pareja levantarse de una mesa estaba afuera donde el viento golpeaba y me interesó ir y sentarme ahí no tuve que pedirlo bruno se dio cuenta
—camarero quiero esa mesa— señala
—señor usted había reservado este entonces...—
—no le niegues lo que quiere el hombre muévelo de lugar y sírvele el mejor vino que haya en el restaurante, ese es el señor bruno giordano una agradable visita en este lugar ahora ve y haz tú trabajo. Señor bruno es un placer verlo aquí está noche por favor después de ustedes—
Extendió una mano para que ambos nos pusiéramos de pie a la mesa que quería pero al tratar de levantarme mis pies se cruzaron y terminé por caerme al piso bruno fue rápido y me ayudó a ponerme de pie pude escuchar algunas risas quería morirme en ese momento, había pasado muchas vergüenzas pero esta era horrible
—déjame ayudarte, no te preocupes— me dio un beso en la frente y su brazo abrazó mi cintura.

Unos minutos después aún no me reponía estábamos prácticamente solos donde el viento y la salpicadura del agua nos golpeaban podía escuchar las olas pegarle a las rocas y el olor a pescado. Mi cabello volaba y el de bruno ya no estaba tan perfecto la brisa lo había secado por completo dejándole caer un mechón en su frente, unas barandas nos cubrían de no caer si en dado caso alguno tropezara.
El mismo chicho volvió con una hielera y en ella una botella de vino tenía como nombre Cheval Blanc Imperial 1947 nos sirvió dos copas y se volvió a llevar la botella pero bruno lo detuvo
—deja la botella—
—¿señor si tiene idea de lo cara que es la botella de este vino?—
—a ver -Bruno toma la botella y la lee- 305.000 dólares—
Mis ojos se agrandaron nunca en mi vida había visto una cantidad de dólares así
—¿bruno estás loco? Con dos copas es suficiente—
—¿el que mi amor? ¿estás de acuerdo con que nos tomemos esta botella y otra más?—
Doble mi cuello en desacuerdo y lo vi reírse, no me había fijado de su risa pero viéndolo así de frente era perfecta de hecho viéndolo aún más frente a mi bajo la luz de la noche lo veía tan atractivo que pensé que estaba soñando y creo que el se dio cuenta
—entiendo que soy irresistiblemente atractivo pero eso no significa que sea fácil—
Me reí bruno tenía un sentido del humor tan malo que te hacía reír
—si sabes que cuando ríes haces que me sienta feliz conmigo mismo—
Baje un poco la cabeza y se reclinó de frente levantando mi mentón
—nunca más bajes la cabeza eres parte de mi puedes hacer lo que te plazca reír, llorar, ir de compras, ir al spa pero nunca mas vuelvas hacer eso—
—es que ellos me miran tan extraño—
—estás conmigo muchos me conocen o me han visto saben de violeta al verme contigo significa que eres mi pareja nunca doy detalles o me presento en público con mujeres—
—¿has salido con muchas chicas?— suelta una risa
—¿prometes que no te pondrás celosa?—
—¿crees que tengo 5 años?—
—si he salido con muchas pero solo por noches de diversión nada formal tampoco aquí sino en Estados Unidos—
La conversación iba de maravilla hasta que escuche una voz
—vaya vaya! Si es mi querido amigo bruno y...—
el hombre me miró directo a los ojos y vi como sus ojos se sorprendieron
—una diosa, vaya amigo si que tien...—
—te daré tres segundos para que desaparezcas de mi vista Tom si no haré que te arrepientas de haber nacido y pasarás la vergüenza de tu vida delante de la señorita con la que andas que por cierto, ¿estás consciente que el solo quiere tu dinero verdad?—
Bruno la habló a la mujer y ella lo miró con duda un poco inquieta
—¿crees que un bombón así se quiere por dinero por favor amigo?—
—yo no soy tu amigo ahora lárgate—
—me marcharé pero oye bro quiero que me hables de ella—
Bruno le dio un golpe a la mesa nunca lo había visto tan enojado se levantó y la peor parte fue cuando tomó al chico por la camisa varios camareros los alejaron
—recuerden que esto no es un ring de boxeo no pueden pelear aquí— no sabía que hacer estaba ahí sentada mirando toda la escena sin saber que decir no se quien era aquel tipo pero sea quien sea se ha ganado el odio de bruno.
Sin poder recomponerme bien bruno me tomó por un brazo y salimos del lugar antes de; pago por la botella de vino no supe más de aquel hombre que había hecho enojar a bruno y dañar nuestra cita.