Capítulo 43

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—Sigo esperando que me respondan de que me tengo que enterar—
Bruno mira fijamente a violeta con una ceja alzada su mirada dejaba más que claro que si habría la boca se las vería con él, sintiendo el terror de su mirada guardo silencio.
—Margaret, solo le decía a bruno que le contaría que el sigue rechazándome a pesar de su advertencia—
—ya veo, pueden ir al jardín así pueden tener mas comodidad y privacidad claro esta—
—no tengo tiempo para ir al jardín si quieren pueden ir ustedes dos después de todo son grandes amigas—
Bruno caminó hacia las escaleras violeta intentó llamarlo pero solo levantó su mano la agitó siguió su camino
—ahhhgg no se que más hacer para convencerlo—
—fácil, tienes que dejar de insistir dale un espacio y esto déjamelo a mi pronto estarás con él—
—siempre dices lo mismo pero veo que se aleja mas de mi día tras día—
—eres muy desesperada las cosas no se obtienen sin mover algunas fichas, mas tarde me estaré comunicando contigo—
Violeta se marchó confiando como siempre en Margaret.

Caminó a la oficina, basilio habia salido a trabajar asi que ella aprovecho para hacer algunas llamadas
—quiero que se mantengan alerta y no permitan que mi hijo se entere que lo están vigilando ¿entendido?-
Colgó el teléfono sin esperar respuesta estaba dando órdenes a los seguridad para que mantengan vigilado cada paso que de bruno en discreción. Su teléfono suena "número privado" presiona el botón pero no dice nada se queda en silencio esperando que la otra persona hable
—cuanto tiempo mi querida Margaret— reconoce que da voz inmediatamente.
—hasta que por fin te dignas a aparecer al parecer has encontrado un mejor postor—
—jajajaja digamos que me ha ido mejor de lo que imaginé e conseguido un socio tenemos mercancías muy buenas que exportamos a todas partes del mundo—
—llevas menos de un año fuera de escocía y dices todo eso—
—los negocios buenos no te hacen perder el tiempo no es así mi querida, pronto iré por allá quiero que conozcas a mi socio puede que te guste y hagas algunas inversiones—
—sabes bien que no me voy a ensuciar las manos con negocios con una alta tasa de criminalidad—
—jajaja todo negocio sucio sin importan qué tan alto o bajo sea si no es legal tiene una alta tasa de criminalidad Margaret y lo sabes así que ahórrate el teatro de mujer culta porque no lo eres—
—ten cuidado como me hablas sabes muy bien que no tolero faltas—
—no cambias nada—
—soy perfecta porque tendría que cambiar cuando estes en el país avísame esperare tu llamada—

Colgó el teléfono y fue a la hielera por un trago tomó asiento y abrió laptop mientras buscaba algunas cosas se encontró con una foto de la mujer que Basilio amó con locura, ella sonreía mientras miraba la cámara la foto estaba en blanco y negro la calidad no era muy buena puesto a que era una foto vieja pero la belleza de esta mujer era deslumbrante. Se quedó viéndola y por un segundo recordó a Isabella
"tienen un gran parecido" pensó pero luego borro esos pensamientos recordando que sería imposible
—¡ay bella! al final tú moriste y yo me quede con todo, tu amor, todo su dinero y con su hijo gracia por sacrificarte para mi bienestar—
Soltó una risa y aquella foto la puso de fondo en la laptop mientras daba un último trago
—que hermosa sorpresa se va a llevar mi marido oh mejor dicho el que intentaste arrebatarme perra espero que te estés pudriendo en el infierno—
Sonrió alegre hasta que la puerta fue tocada
—pase—
—señora la busca un jo...— un chico que Margaret conocía muy bien interrumpió al mayordomo
—hola Margaret—
—cierra la puerta y dejarlo pasar—
El muchacho entró con calma mirándola con una sonrisa estupida para ella
—¿que haces aquí?—
—dijste que me ibas a contactar y no lo hiciste—
—¿si sabes que soy casada verdad?—Tomó asiento y cruzó las piernas
—no me importa las mujeres como tú nunca están casadas por amor más bien por beneficios—
—no te dije que tomarás asiento—
—de hecho no, lo hice por mi propia cuenta—
se estaba hartando de este muchacho la idea de que venga a su casa no le gustaba si bruno se llega a enterar sobre él podría jurar que ella se convertiría en la mayor decepción de su hijo y no podría reclamarle nada y mucho menos exigencia.

Millonario $in escrúpulos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora