Capítulo 69

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Isabella niega y se levanta de la mesa mira a Margaret y en susurros audibles habla
—lo siento lo siento—
Tapa su boca mientras sus lágrimas caen y emprende la huida fuera del comedor, bruno choca sus puños de la mesa y camina rápido para alcanzarla, Basilio mira a Margaret y ella alza sus manos
—esta vez no hice nada así que no me mires así—
Este niega suspira y se frota las cien. Bruno se acerca a Isabella fuera de la casa y la toma por el codo
—déjame explicarte—
—¿QUE ME VAS A EXPLICAR? ¿QUE QUE?—
Le grita exasperada moviendo las manos bruno traga grueso mirándola a los ojos los jardineros y algunos sirvientes miran la escena sorprendidos y Margaret graba el espectáculo desde la ventana sonriendo.

—por favor no grites podemos hablar en el carro sin que nos vean—
—ME IMPORTA UNA MIERDA, ERES UN...AHHHHHH— grita sin poder decir lo ultimo
Se vuelve a dar la vuelta para marcharse pero bruno la toma por la cintura y la lleva al carro, ella hace de todo para evitar que la cargue pero no vale ni que lo golpee en la espalda
—SUÉLTAME—
Grita, pero a él no le importa conociéndola es capaz de irse caminando, su orgullo es más grande que ella misma. Logra subirse al coche sin que ella pueda bajar, él acaricia su cara bastante preocupado y su cabello lo echa hacia atrás afloja un poco su corbata y tapa su boca mientras Isabella mantiene los ojos cerrados dejando que las lágrimas corran por sus mejillas, se rasca la nariz y espeta en voz baja

—esperaba cualquier cosa de todo el mundo sabes pero no de ti, tú tú eras l-lo mejor, lo único que consideraba de verdad y me mentiste, me viste llorando cayendo al piso herida por dicha situación me quisiste consolar como si no hubieras sido tú el culpable todo ¿para que bruno? ¿Para obligarme a estar contigo?—

—NO, no no Isabella no fue para eso, no soy un patan, pero sabía muy bien que si no lo hacía nunca te irías de ese lugar te conozco—
—NO ME CONOCES BRUNO NO ME CONOCES, SABES QUE? BÁJAME DE ESTE MALDITO AUTO-
—NO, NO LO HARÉ—
Bruno aceleró el carro y se puso en marcha a la casa, en el trayecto nadie decía una palabra pero Isabella no paraba de llorar, todos hacían lo que querían con ella estaba tan cansada, bruno la miraba con una cara de pena terrible se sentía mal sabía que hacer eso le traería consecuencias pero era un mal necesario si quería que ella saliera del hoyo.

Su teléfono suena la pantalla muestra que es Gladis
—¿si?—
—señor tengo información valiosa para usted la que me pidió hace días sobre...— la interrumpe calmadamente para evitar que Isabella sienta que le oculta algo nuevamente cosa que era cierta y el tuvo una idea de que era
—Gladis más tarde me pongo en comunicación contigo, ahora voy de camino a casa con mi...—observa a Isabella ante de decir lo último con algo de miedo a que reaccione de mala manera más viendo lo alterada que estaba
—mi mujer—
Ella ríe con ironía y se coloca de lado mirando por la ventana del coche ignorándolo.
Al llegar puso seguro en la puerta para que no pueda bajar y él mismo tenga que abrirle, ella suspiró cuando escuchó el click de la puerta abriendo y él tendió su mano pero ella ignoró eso bajó sus piernas él no se quitaba del medio no la dejaba pasar

—Isabella por favor, te dejare en paz solo si me escuchas prométeme que me vas a escuchar—

Ella asintió y no muy convencido la dejó salir ella tomó su cartera y empezó a caminar sin esperarlo él tomó varias cosas cerro el carro y caminó un poco rápido para alcanzarla pero ella se metió en el ascensor y se cerró, él maldijo al ver que no pudo lograr entrar al ascensor con ella y ella nunca lo detuvo para que él pueda entrar, nunca dejó de mirarlo a la cara mientras se cerraba y en vez de quedarse en su piso subió hasta la piscina.

El lugar estaba vacío habían asientos y el viento era bueno, tomó siento y empezó a mirar al cielo
—mamá no se si vives no se si estas muerta no se absolutamente nada de ti pero me gusta hacerme la idea de que estás allá en el cielo, nunca te he pedido absolutamente nada pero...sabes que olvídalo es inútil que hable, nada va a cambiar ni me hará sentir mejor todo esto es una mierda y es mi culpa porque yo pude detenerlo y...—
—¿crees que ibas a poder escapar de mi Isabella aunque lo hubieras podido evitar?—
Bruno le habló suavemente tenía sus manos en sus bolsillos ella no volteo hacia él pero él si dio la vuelta se sentó a su lado tenía su cabeza recostada con los ojos cerrados
—no me siento orgulloso de lo que hice mierda! estaba tan desesperado por cambiarte la vida por que me aceptaras que termine por arruinarte a ti, acuse a mamá de algo que no tiene nada que ver yo... no merezco que me perdones lo sé pero tenía miedo no te quería perder cuando vi cómo erick empezó a coquetearte aunque quise mostrarme como un varón Perfecto recordé que de nada valía si una mujer no te quería, y no es que sea una persona insegura de mi al contrario pero no me gustaba la idea de tenerlo todo y tú nada solo migajas no mereces migajas Isabella—

Se acercó a ella y se arrodilló colocando su cabeza en sus piernas ella mantenía sus ojos cerrados mientras bajaban las lágrimas, él trato de abrazarla y pasaron unos minutos así Isabella limpio su rostro con sus manos y alzó la cabeza de él diciéndole unas palabras
—lo que hiciste ya está hecho creo que de nada me vale llorar—
El se levantó le tendió la mano ella dudó pero al final él la terminó convenciendo y bajaron a su apartamento la ayudó a desvestirse y fueron al baño llenaron la bañera y ambos se metieron en ella no emitían palabras solos estaban ahí él detrás de ella y ella recostada en su gran pecho le daba besos en su cabeza con delicadeza y trataba de frotarla con las manos ella dobló un poco el cuello donde depositó un beso sonoro
—lo siento—
Le susurro apretó sus hombros y la abrazó mientras su boca besaba y besaba su cuello.

Tiempo después bruno encendió el televisor y colocó una película de amor aún no hablaban directamente solo indirectamente Isabella fue a la cama con una lencería que para ella era normal pero bruno al verla no pudo contener la ereccion, ella se paseaba frente a él inocentemente y él simplemente se mordía los labios sin poder decirle nada no quería dañar la situación, subió un poco más quedando sentado en la cama para mirarla mejor pauso la película
—no vas a ver la película—
Le preguntó buscándole conversación ella volteo
—no tengo ganas iré a leer al balcón—
Tomó su libro dándole la espalda dejando que él se hipnotice con sus gran trasero algo desnudo y se sentó en el balcón, subió sus piernas en otro mueble él se levantó de la cama y se sentó en el mueble donde ella tenía sus piernas subiéndolas encima de él dándole un masaje en sus pies suavemente
—¿no tienes hambre?—
—algo—
—tienes los ojos hinchados—
—ya se me quitará no te preocupes—
No se contuvo y subió sobre ella sacándole un gemido el libro cayó al piso y recostó su cabeza en su pecho emitiendo unas palabras que marcarían a Isabella para siempre
—no quiero perderte, no puedo perderte Isabella porque yo...Te amo.

Millonario $in escrúpulos.Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon