Capítulo 12

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<<estoy algo cansada>>

Resopló Isabella con agotamiento terminando de limpiar todo para marcharse más temprano de lo habitual. El día fue bueno y pudo ganar un poco de dinero extra. Puso algo de música suave tenía una radio vieja que de vez en cuando era funcional, doblo su cuello por el estrés del día y se estiró hacia atrás escuchando el crujir de su espalda.

Mientras acomodaba tazas y platillos escuchó la puerta abrirse y miró hacia el frente encontrándose cara a cara con bruno nuevamente alzó sus cejas y replicó

—¿que hace aquí?—

—Isabella no me marcharé ni te pienso dejar en paz hasta que me des una respuesta de mi propuesta—

Isabella se frotó las cien y exhaló con incomodidad en todo el día no pensó ni un segundo en él ni en aquella propuesta debido a que para ella no era creíble lo que él le proponía ¿quien era ella para que semejante magnate le propusiera algo así?.

—¿seguirá insistiendo? Ya le he dicho....—

—Isabella ¿por qué no puedes confiar en mi?— la interrumpió

Lo miró despreocupada mientras terminaba de acomodar las tazas y quito el delantal dando la vuelta fuera de la barra

—no me importa en lo absoluto su propuesta, de hecho no he pensando en ella nunca, ahora por favor déjeme en paz y busque quien acepte vender su dignidad por unos euros—

apuntaba con el dedo a bruno enfadada y exasperada por la situación para ella aquella insistencia era absurda

—¿no estás entendiendo verdad? tu no estás vendiendo tu dignidad al contrario Isabella puedes llegar a tener más de lo que haz podido imaginar durante toda tu vida, solo quiero que lo pienses, volveré por tu respuesta...—

Tomó la manija de la puerta y volvió a dirigirse a Isabella antes de marcharse con un tono más bajo.

—confía en mi no te haré daño—

Bruno se dejaba ver algo ansioso y era que había llegado de una de las empresas de su padre donde nuevamente este le exigió que no podría hacer nada durante no llevará a casa a una pareja, donde nuevamente salió a relucir el nombre de violeta.

Se marchó como alma que lleva el diablo de la cafetería Isabella frunció el ceño cuando empezó a recordar; su corbata estaba algo floja lo había notado ya que él siempre estaba impecable una imperfección en él se dejaba ver bastante ya que el no acostumbra a estar desaliñado. Chasqueó la legua pero siguió en sus quehaceres y luego que acabó optó por marcharse a su casa.

***

—¿ahora donde vas bruno?—

Este se levantó de la mesa donde estaba cenando con sus padres y miró a su madre sin importancia estaba harto de la situación y del control que sus padres querían imponer en él, ellos podían preguntar sobre su vida pero de ahí a creer que él haría las cosas que ellos quisieran jamás.

—a ver madre te recuerdo que tengo 30 años de edad no tengo que dar explicaciones de lo que hago o no hago, a donde voy o donde estoy—

—solo estoy tratando de cuidarte, no puedes andar por las calles solo y menos de noche, debes llevar a alguien que te proteja. Siento que a veces olvidas de quien eres hijo—

La cara de Margaret de angustia fue un poco real no sentía amor por nada más que por su hijo

—y lo agradezco madre que te preocupes por mi pero necesito que entiendas que soy adulto responsable de mis actos—

Su madre como siempre levantó su cabeza dejando de cenar y habló fríamente

—por lo tanto como tienes 30 años es importante para nosotros que te comprometas Bruno tanto tu padre como yo estamos preocupados por ti, esta familia es muy pequeña queremos nietos y que te unas a una mujer que te lleve al éxito que ya tienes y te ame a pesar de todo, sigo insistiendo en que violeta...—

Bruno pasó la mano por su cara y se rascó la barbilla cuando escuchó las palabras absurdas de su madre y sin ningún tipo de sentido para él

—y dale con la cantaleta madre...—

—no me faltes al respeto bruno soy tu madre y solo quiero el bienestar y lo mejor para ti—

—y tú deja ya de insistir, te amo madre pero estás llevándome al punto de empezar a ignorarte, no necesito una esposa o hijos para tener todo el éxito que quieres tú, nunca necesite absolutamente nada ¿o no recuerdas que tú y papá me mandan al extranjero para deshacerse de mi ya que era más importante el dinero que el amor de padres? No quieres bienestar para mi madre si fuera así no quisieras desposarme con la mujer que me fue infiel pero tu frustración con ser mejor que los Maxwell no te deja ver la realidad—

Las caras de su padres eran un poema Margaret estaba muy molesta sentía que su hijo estaba siendo mal agradecido y Basilio sentía remordimiento no sabía que su hijo guardaba aquel resentimiento así que no dudo en querer excusarse aunque para bruno solo sería una pérdida de tiempo.

—hijo no es así como...—

—No quieras excusarte padre, no es momento de eso solo te hace ver débil y tú no eres así, es refrescándoles la memoria para que entiendan que yo tomo mis propias decisiones y no necesito que ustedes las tomen por mi, no tengo cinco años como aquella vez ya crecí ahora yo decido que hacer con mi vida y madre ya te he dicho que estoy conociendo a alguien insistir en que vuelva a ser la burla de violeta solo te hace perder el tiempo—

Bruno terminó de levantarse de la mesa tirando la servilleta en el plato y se dirigió a la salida escuchando sus pasos resonar en el silencio de la casa.

—¡BRUNO!— estrelló su puño contra la mesa

—¡ya basta Margaret! déjalo marchar, tú hijo no dijo nada que no sea cierto lo abandonamos cuando más nos necesitó, ni si quiera recuerdo cuando dijo sus primeras palabras, si esta conociendo a alguien solo déjalo ser feliz basta de insistir en que sea la mujer que lo dejo un tiempo destruido todo por tu avaricia que es infinita—

—tú cállate inútil, todos pasan por encima de tu cabeza porque nunca has sabido tener lo pantalones bien puestos en lo que se refiere a bruno siempre dejándolo hacer lo que le plazca ahora mira las consecuencias—

—NO HAY NINGUNAS CONSECUENCIAS MARGARET TÚ QUIERES TENER CONTROL DE TODO LO QUE TE RODEA COMO SI TE CREYERAS DIOS—

—no soy Dios pero estoy a su lado, en esta vida tienes dos opciones o eres rico y aprendes a ser feliz con la vida de lujos o te enamoras y vives en la miseria ¿o no era eso lo que querías tú hace 25 años, vivir en la miseria y luchar por amor? No quiero que bruno se iguale a ti dicen que los varones suelen seguir los ejemplos de los padres—

—no tienes ningún derecho a querer sacar los recuerdos del pasado Margaret, se muy bien que a mi hijo no lo hace feliz el dinero pero te has empreñado en querer volverlo como tú—

—tengo derecho a todo porque aquí mando yo mi querido esposo, tú nunca has podido dar un paso sin mi ayuda incluso perdonarte que te hallas revolcado con la mujer...—

—¡QUE BASTA DIJE! Ya se que es una forma de confirmarme que nunca me has amado mi querida Margaret pero tú también has buscado placeres en otros cuerpos ¿o crees que soy estupido?—

—recuerda que este no es un matrimonio donde existe esa palabra tan repugnante como amor, somos socios de negocios que tuvieron un hijo para tratar de sentir algo uno por el otro y aún así tú tampoco me quisiste Basilio, solo hay que mantenerse actuando que el amor es real y que somos perfectos uno junto al otro—

Se levantó indignada de la mesa del comedor y caminó a gran velocidad fuera dejando a Basilio solo recordando el pasado y quien si fue el amor de su vida.

Millonario $in escrúpulos.Where stories live. Discover now