Capítulo 46

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—¿Con que derecho—
Llego a mi casa molesto muy molesto Isabella esta en mi coche esperando la dejo ahí hasta enfrentar a mi madre me costó demasiado poder convencerla de que venga conmigo pero no la dejaría sola nunca más.

Mi madre se levanta de la mesa con sorpresa al escuchar mi tono, papá estaba ahí y casi se atraganta con un pedazo de fruta al ver mi entrada, eran las nueve de la mañana ni siquiera dije buenos días.
—¿que son estas horas de llegar bruno y haciendo semejante escándalo?—
—respóndeme madre con que derecho fuiste a la casa de Isabella a ofrecerle dinero para que se aleje de mi y no obstante amenazarla si me decía algo ¿sabes la gravedad del asunto?—
Pude ver su cara de asombro pero la cambió rápidamente, papá negó con la cabeza y colocó sus dos dedos en su lagrimal cabizbajo
—¿de que estás hablando?—
—por favor mamá no quieras victimizarte se perfectamente que fuiste hace una noche a la casa de Isabella ¿sabes en el estado que la dejaste? No quieras ni imaginar el daño que le hiciste a su cerebro, no te voy a volver a permitir otro ataque hacia ella si no te las verás conmigo—
Mamá se ríe fuertemente con ironía sin dejar de mirarme
—¿en serio hijo que harás tú? ¿Pegarme? ¿Asesinarme? A ver...—
La miró estupefacto eran las referencias más salvajes que podía haber escuchado
—¿madre de que estás hablando? Simplemente déjala en paz tu problema es conmigo no con ella—
—MI PROBLEMA ES CON CUALQUIERA QUE QUIERA VENIR A QUERER ENSUCIAR MI APELLIDO BRUNO—
—baja la voz mam..—
—NO ME DIGAS LO QUE TENGO QUE HACER TU HACES LO QUE TE DA LA GANA SIEMPRE—Camino fuera del comedor dejándome solo con papá quien me miró con lastima
—no daré una opinión respecto a esto bruno tú madre hará lo imposible por separarlos créeme y llegará ese momento donde te vas hartar me desligo de esto te lo advertí—
—lo increíble de todo esto es que...—
Salgo corriendo al escuchar uno gritos no sabía que estaba pasando mi padre viene detrás de mi

—MAMÁ— grito
Ella está pegándola a la puerta del coche gritándole a isabella mil palabras, voy corriendo hasta allá
—¿como te atreves a traerle a mi casa? Mis sirvientas se ven más decente que esa garrapastrosa—
Papá sostiene a mamá quien está vuelta una víbora y la sostiene por la cintura alejándola del coche empieza a llamar gritando a la seguridad
—seguridad saquen a esa perra de mi casa ahora—
Ellos hacen un movimiento pero se detienen cuando me miran mi madre vuelve y les grita me subo al coche con prisa y salgo a toda velocidad Isabella abraza sus rodillas y tiembla considerablemente luego de ponerme en marcha trato de acariciar su espalda pero me rechaza trago grueso suspiro, por primera vez no sabía que decir o cómo actuar esto se había salido de mis manos nadie me había preparado para este tipo de sucesos en la vida

—¿Gladis la casa a las afueras está lista?—
—si señor cuando gust...—
Cuelgo se que siempre le cuelgo pero es que la conozco no para de hablar y hacer preguntas, Isabella me mira su mirada es tan oscura que me causa estragos
—no iré a ningún lado contigo llévame devuelta a mi casa—
—no me voy a arriesgar lo siento—
—que me lleves devuelta—
Agarra el volante y hace que pierda un poco el equilibrio soy ágil y vuelvo a poner el carro en dirección freno de golpe y la tomo por los brazos haciendo presión
—¿quieres matarnos? ¿Que te pasa solo quiero cuidarte?—
Sus ojos se vuelven una cascada mi cuerpo está casi todo encima de ella tengo sus brazos a cada lado ejerciendo fuerza nuestros alientos chocan
—mi vida era una completa desgracia antes de conocerte pero ahora es el doble no quiero estar entre estas riñas familiares, no quiero ser la causa, no quiero causar mas problemas estoy cansada de esta vida de angustia y de caos estoy harta de que todos manden sobre mi vida menos yo—
Hablaba en pasado pero no sabía porque "todos" a que se refería con eso
—lo siento por ponerte en esto yo tampoco sabía que mi madre actuaria de esta manera se que estás cansada de ser el blanco de sus ataques aunque no tengas mucho conociéndola pero Isabella...—
Tome su mano y la puse en mi pecho al lado de mi corazón
—¿sientes como late? Con tanta rapidez es por ti no es por nadie más Isabella no lo entiendes—La subí sobre mi
—tú me vuelves loco puta mierda!— la abracé eche mi cabeza hacia atrás y cerré los ojos estaba agotado
—dijiste una grosería—
—mmm—
—dijiste puta mierda nunca habías dicho una grosería por lo menos no conmigo—Sonreí con un leve suspiro
—como Ceo de varias empresas no me corresponde andar por la vida diciendo todas las palabras que lleguen a mi boca pero no significa que no sepa o que en alguna ocasión no la diga, aunque ahora no lo tomes como una grosería mas bien un desahogo y guarda el secreto—

Nos volvimos acomodar en los asientos veo algunos postes con las indicaciones de cuantos kilómetros faltan para llegar, Isabella se empieza a remover incómoda y escucho su estómago gruñir
—¿tienes hambre?—
—no—
Niego sonriente se que me está mirando así que me siento cómodo con eso. Me detengo en una gasolinera pongo combustible en el vehículo
—¿quieres algo de comer?—
Se tapa la cara tiene los pies sobre el tablero y los coloca en el asiento nuevamente me mira tiernamente
—si—
—ya vuelvo— le doy un beso —si quieres baja y estira las piernas en lo que voy a comprarte algo—
Me hace caso y me marcho se queda parada en la puerta. Mientras estoy comprando observo desde lejos a unos hombre jóvenes llegar sigo tomando botanas, agua y algo de jugo natural vuelvo a ver hacia Isabella los hombres están riendo mientras le lanzan besos ella intenta meterse al coche pero uno de ellos no se lo permite mi sangre hierve y salgo del lugar hasta ellos, veo su rostro está sumamente incómoda, el chico le coquetea mientras se mantiene recostado de mi carro
—¿que pasó viejo? ¿Se te perdió algo?— me dice uno de ellos sonrió
—si, estas sobre mi coche que vale diez casas de las tuyas y estás con mi chica así que, si quieres molesta el coche pero a mi chica no—
—si que tienes agallas crees que me impor...—
Solo bastó un segundo para tomarlo por el cuello y empujarlo iba a volver hasta él pero Isabella me detuvo, se levanta del piso su nariz sangra se golpeó al caer intenta buscar una pelea pero el otro amigo lo empuja hacia el coche
—camina no vale la pena pelear por una chica ajena-Me volteo y acarició su rostro —¿estás bien?— me da una pequeña sonrisa.

Unos minutos después llegamos a un gran casa no como la de mis padres pero bastante amplia
—¿está casa es tuya?— pregunta con sorpresa
—así es también puede ser tuya si quieres—
le guiño un ojo niega y bajamos del coche, tomo la llave del tapete abro la puerta todo está en orden y limpio
—¿vienes aquí a menudo?—
—mmm no, solo la mando a limpiar para que los muebles no se dañen con el polvo—
—es muy bonita— mira todo el lugar y empieza a caminar
—wow que gran cocina aquí caben muchas personas ¿por qué hacen una cocina tan grande?—

Estoy en el marco de la puerta recostado viéndola sonreír con asombro y entusiasmo y me pregunté a mi mismo ¿estás preparado para mantenerla siempre feliz?.

Millonario $in escrúpulos.Onde as histórias ganham vida. Descobre agora