Capítulo 25

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Me despierto aturdida me duele mucho la cabeza y estoy mareada siento todo mi cuerpo doler al igual que mi estomago el cual da vuelcos, carraspeo y siento un leve picor en mi garganta paso la mano por mi cuello pero vuelvo en sí de repente cuando veo que estoy sobre una cama y pienso en como llegue aquí si lo único que recuerdo es haber estado tomando de un vino que compre en el mercado mientras compraba productos para la cafetería
—¿desde cuando me entraron esa idea de tomar? es horrible no se porque la gente lo hace, quisiera saber como llegue aquí—
escucho un ruido en la cocina y me espanto mi cuerpo empieza a temblar imaginando lo peor ¿me habrán encontrado? mire hacia los lados buscando un escondite pero no veía nada así que me escondí debajo de la cama al escuchar unos pasos que venían hacia mi.
Mi cuerpo tiembla sin poder detenerlo observo como esa persona se detiene buscándome y de repente se coloca de rodillas para meter su cabeza de bajo de la cama suelto un grito y clavo mis uñas en lo primero que agarre no se si fueron los ojos o la boca, se despega de mi y aun así no salgo pero me da un jalón por los pies haciendo que grite mas fuerte entonces me tapo la cara con las dos manos mientras lloro con miedo sin querer ver quien es esa persona
—no me hagas daño por favor—
Empiezo a suplicar en voz baja siento un cuerpo posarse en mi pelvis tomar mis dos manos ponerlas lado a lado de mi cabeza y aquella voz varonil y suave me hicieron abrir los ojos
—creo que amaneciste muy bien comparado con el estado que te encontré anoche—
—bruno!—
trague grueso estaba tan en pánico que no pregunte al instante que hacia en mi casa solo nos miramos unos minutos, muy adentro de mi agradecí a Dios que haya sido él y no otra persona
—si soy bruno—
—¿que? ¿como entraste? yo yo...—
—no hagas tantas preguntas y ven—
Me levanta del piso y me lleva de la mano dándome la espalda no puedo evitar mirarlo con una toalla blanca envuelta en su cintura la cual dejaba pronunciada sus marcaciones en la espalda, su cabello estaba despeinado pero era tan suave que daban ganas de enredar tus dedos en ellos. Bruno me arrastra hasta la cocina y vocifera
—mande a compra esto para ti—
Me da en las manos unos analgésicos y un vaso de agua
—pedí una sopa esta lista para que te la tomes—
—espera espera bruno ¿que haces aquí?—
Me mira incrédulo y luego suaviza su mirada dejando su rostro serio
—agradéceme que te haya encontrado, estabas en un estado deplorable cualquiera pudo haberte hecho daño no es muy responsable de parte tuya embriagarte de esa manera—
Junté mis labios quería reclamarle pero solo trague grueso la vergüenza estaba apunto de dejarse ver bruno estaba muy serio no me había percatado de lo bien que se veía de frente sin camiseta y espete
—podrías ponerte tú ropa creo que no está bien que estes semidesnudo aquí alguien...—
Me interrumpió y levantó mi mentón sacando un respingo de mi
—ejem, mi ropa esta mojada debido a que vomitaste encima de mi así que tendrás que soportar verme desnudo hasta que esté lista además...—
Alzó una ceja mirándome con picardía mordió su labio inferior
—¿te molesta verme semidesnudo o te causa intriga ver qué hay debajo de la toalla?—
Mis ojos se agrandaron y pestañee varias veces podría jurar que él estaría pensando lo peor de mi, cerré mis ojos y baje un poco mi cabeza
—eres un desalmado no tienes porque mentirme y NO, no me causa intriga verlo desnudo ¿que le pasa?-
Quería buscar la manera de no sentirme mal pero era inevitable aunque lo insultara de mil maneras
—no tendría porque mentirte Isabella pero no te preocupes por eso tienes suerte de que te haya encontrado yo y no otra persona ahora tómate la sopa antes de que se enfríe—

Sin poder míralo a la cara tome asiento y empecé a tomar la sopa, él se quedaba viéndome intensamente posiblemente burlándose de mi, no quiero ni imaginar todo lo qué pasó pero mire hacia mis piernas para evitar su mirada y noté que tenía una pijama lo que significa que él me cambio de ropa agrande mis ojos y lo mire lentamente mientras un escalofríos recorrió todo mi cuerpo
—¿tú me cambiaste de ropa?—
Alzó una ceja y se echó hacia atrás cruzando sus brazos y pasando la lengua por sus dientes blancos
—respóndeme ¿me quitaste la ropa?—
—si lo que quieres saber es si te vi desnuda pues...—
No se cómo ni cuándo ni siquiera había terminado de hablar mi mano se estrelló contra su cara se asombró tanto unos segundos y esos ojos estallan en enojo basto solo un instante e intenté levantarme y correr hacia el cuarto pero antes de llegar me atrapó corriendo detrás de mi, me pego de la pared tomándome por la cintura sin brusquedad y me pego de la pared cruzo mis piernas por su cintura aunque yo forcejeaba la fuerza que tenía él era demasiada
—¡maldición aléjate de mi!—
Me tapó la boca y me tomó por el cuello haciendo presión a la pared con su cuerpo, me sentía acorralada pero no sentía miedo más bien estaba enojada porque bruno podía ser lo que quiera pero en mi nunca causo miedo. Su respiración era agitada con su nariz recorrió mis mejillas hasta llegar a mi lóbulo y mordisquearlo sacando de mi un gemido de incomodidad no podía moverme y me susurró
—no te vi desnuda, bueno no tanto pero el lunar en la areola de tu seno derecho se ve muy bonito, tu cuerpo es sensual desnudo no se como te verías sin bragas supongo que Afrodita no sería competencia para ti, tú cabello largo y lleno de ondas y tus cejas pobladas mientras duermen hacen que tu belleza sea mas espléndida y que te digo de tus piernas gruesas que matarían a cualquiera que las vea desnudas las cuales escondes detrás de una falda...—
Su mano se deslizaba por mis costillas, mis ojos se mantenían cerrados ante sus susurros y caricias no se que diablos me estaba pasando pero nunca antes había vivido algo semejante, no sabía cómo se llama este sentimiento extraño que sentía en este momento pero había dejado de forcejear y por un instante solo por un instante disfrutaba del contacto cuerpo a cuerpo y las caricias de sus manos suaves su voz se apagó más y me susurro nuevamente
—júrame que me odias y que quieres que me aleje de ti, júrame que no estás disfrutando de este contacto físico tanto como yo, júramelo Isabella.

Millonario $in escrúpulos.Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ