Capítulo 41

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—han pasado cinco años y aún no la han encontrado ¿que clase de inútiles son ustedes?—
Estrelló contra la pared un vaso de cristal donde estaba tomando whisky
—hemos buscando por todas partes y no hay señales de vida...tal vez murió—
—no, JAJAJAJA se muy bien que no está muerta pero es muy buena para escabullirse de eso estoy seguro—
—seguiremos buscando señor—
—no paren hasta encontrarla, la quiero viva y sin un solo rasguño yo soy quien la rasguñare hasta verla morir—

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—jajaja ha sido un gran día logré reponer el dinero de bruno mañana se lo entregar...—
—te ves muy emocionada ¿que te tiene tan alegre?—
Isabella voltea sonriendo y al darse la vuelta vio a Erick con un ramo de rosas y unos chocolates tenia un traje negro se veia muy guapo y su cabello estaba ordenado. Tenia un agradable aroma
—tú— respondió algo incomoda y miro hacia la puerta
—¿que haces aquí?—
la sonrisa de su rostro se borra al ver la reaccion de ella la cual da a entender que no le agrado la idea de que él fuera.
—estaba en una Reunión de negocios y la termine antes para traerte este pequeño detalle—
—ya veo, mmm ya me ire a mi casa asi que puedes dejarlo ahi y me lo llevo cuando termine aquí—coloco en la barra y se quedó observándola con una sonrisa
—puedo llevarte a la cas...— lo interrumpe
—no, me iré sola—
—isabella escucha se que estas muy molesta por lo que paso la ultima vez, tal vez no debi llevarte a ese lugar no se qué pasó no me lo quisiste contar, luego de dejarte en casa fui hasta la tienda y las confronté pero no me quisieron contar nada de lo que había pasado. Quiero que me disculpes por haberte llevado hasta tu casa y no haberme detenido cuando lo pediste pero es que... me molesta que me trates como a un don nadie en tu vida—
Se acercó a ella y tomó sus manos le dio un beso y pegó su frente en ellas
—permíteme conocerte déjame entrar en tu vida se que no soy el mejor hombre del mundo pero puedo hacerte feliz Isabella, te mereces a alguien que te trate como lo mereces como una reina déjame ser ese hombre déjame entrar a tu vida—
Isabella alejó sus manos de él y negaba con la cabeza
—no, no puedo—
—es por bruno ¿cierto?—
—basta de eso, mi vida no gira entorno a un hombre tengo mis propias aspiraciones no quiero estar con nadie—
—no te estoy pidiendo que me digas que si ahora pu-puedes simplemente dejarme conocerte, llevarte a lugares, que poco a poco veas que de verdad me interesas, que no te veo como un juego quiero que entiendas que eres más que eso—
—no—
Isabella pasó la mano por su cara y echó su cabello hacia atrás de sus orejas.
—¿que es lo que quieres de mi?—
—quiero que seas mi esposa Isabella desde la primera vez que te vi quede flechado eres tan diferente tú...tú eres especial tus ojos tienen ese brillo espacial, cuanto quisiera que esos ojos sean lo primero en verme al despertar son tantas cosas que no sabría como empezar—
Isabella cerró los ojos por inercia y suspiró cansada por la situación pero se alertó cuando escuchó unos aplausos repetidas veces, mirando hacia el lugar de donde venían los aplausos sus ojos se aclararon ella no sabía era que bruno estaba sentado escuchado toda aquella conversación, la puerta había quedado abierta y al ver a Erick entró en silencio y escuchó cada una de sus palabras.

—bravo, ese discurso de amor estuvo genial creo que hasta yo quisiera que me conozcas—

Isabella se alejó de Erick mientras su corazón latía tan rápido que pensó que se iba a morir
—¡bruno!—
gritó alarmada el se levantó de su asiento y no le quitaba la mirada de burla a Erick hasta acercarse a él. Lo miró y sonrió
—te ves tan patético—
—bruno por favor no—
—sshh calla Isabella déjame hablar con él se que no le quisiste decir que estamos juntos por no herir su sentimientos pero yo no soy tu—
—¡BRUNO!—
—como te decía; mmm ese discurso de hombre bueno y perfecto para ella solo te lo vas a creer tú Erick Coleman ¿tú crees que voy a volver a permitir que te acerques a ella?—
—no me digas ¿eres su dueño?—
—no has entendido nada erick—

La mirada de bruno era oscura sus palabras eran lentas pero con peso, Isabella estaba detrás de él y erick lo miraba con desprecio escuchando cada una de las palabras de bruno
—hay algo que me da un poco de curiosidad ¿ya le dijste a ella a que te dedicas?— Isabella frunce el ceño sin entender a qué venía ese comentario.
—¿que de que hablas?— pregunta ella.
—oh, al parecer no—
—¡cierra la maldita boca!—
grita Erick señalando a bruno con el dedo emputado después de todo él nunca le había hablado de su vida en general
—erick Coleman el hijo de un famoso narco traficante quien estuvo preso durante diez años y Erick fue criado por la madre de su padre actualmente erick se dedica a los negocios ilícitos como tráfico de armas a los Estados Unidos, tapa sus negocios sucios vendiendo mercancías a establecimientos gigantescos para poder tener prueba de porque procesa tanto dinero—
Isabella sintió una punzada en su corazón y algo le recordó el pasado pero borro esos pensamientos miró a Erick a los ojos este vio la decepción de ella
—erick ¿es cierto?—
—no tengo porque mentirte Isabella— vocifera bruno
—Isabella lo que hago no hace que lo que sienta por ti sea mentira es solo una manera de ganar dinero sigo siendo el mismo que muere por conocert...—
Muy enojado y al explotar bruno le respondió
—pero tú a ella no le importas—
Echó a Isabella más atrás protegiéndola de cualquier cosa
—déjala en paz no te da vergüenza ver que ella te rechaza una y mil veces y aún así sigues insistiendo—
El enojo de Erick salió a flote y golpeó con el puño la cara de bruno haciendo que este caiga Isabella casi sufre un infarto mientras le gritaba a Erick que lo suelte ya que estaba encima de él dándole golpe tras golpe, la herida de bruno no le permitía que este pudiera defenderse bien
—déjalo maldito animal, lárgate eres una maldita bestia—
Las lágrimas espesas se deslizaban por el rostro de Isabella tratando de empujarlo quien había magullado la cara de bruno en varias partes arruinándole su belleza.

Erick estaba en una espacie de trance y entró en sí cuando escuchó a Isabella desesperada llorando se levantó miró a bruno mientras su puño permanecía cerrado sangrando, se había desarreglado todo su traje. La miro, ella lloraba por bruno y levantó su cabeza, fue contra él y le dio una fuerte cachetada tomó las flores y se las lanzó
—no te quiero volver a ver en lo que me reste de vida Erick púdreteeee—
Erick la miró con dolor, mientras respiraba de prisa vociferó
—eso no lo decides tú Isabella te volveré a ver pero la próxima vez tú me suplicaras a mi—
—prefiero morirme—
—eso está por verse—
Ella no le presto atención a sus palabras y se arrodilló para ayudar a levantar a bruno solo escuchó el sonido de la puerta anunciando que había salido.
—ven por favor—
Unos minutos después lo tenía sobre una silla mientras limpiaba sus heridas con agua tibia y alcohol
—el ojo se pondrá algo morado y tienes el labio inferior partido, tienes una mejilla un poco hinchada y...—
No hablo más bruno la beso a pesar del dolor que sentía en toda su cara
—se que esto calmará mi dolor—
Isabella le dio una sonrisa tímida y bajo un poco la cabeza
—bruno yo no...—
—escuche todo no te preocupes—
La pego a su pecho y le dio un beso en la cabeza mientras acariciaba su espalda
—tengo que buscarte otro lugar donde vivir—
—¿que?—
—¿escuchaste su amenaza cierto? El no es un tipo de fiar aunque le gustes para ser su esposa al final es de los que si no consiguen lo que quieren lo arruinan y yo no puedo permitir que erick te lastime porque eres mi responsabilidad desde el momento que me entregaste tu confianza y tu cuerpo.

Millonario $in escrúpulos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora