Capitulo 35

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Llega Basilio al hospital luego de haber dejado a Isabella en la puerta de su humilde hogar y haberse tirado a una mujer antes de llegar. Margaret estaba hablando por teléfono, lo observa alza una ceja y huele el aire
—¿te estabas revolcando con una prostituta? Hueles a perfume barato y de poca clase trata de elegir mejor a tus parejas aunque, jaja siempre te han gustado las mujeres así, fáciles y baratas—
El chasquea la lengua intenta discutirle pero ella lo detiene
—no quieras hacer el ridiculo no más de lo que ya lo has hecho mejor ve a ver a tu hijo supongo que quiere saber cómo llegó la infeliz a su hogar...oh si si estoy en línea disculpe hablaba con mi esposo pero ya le atiendo pues como le decía...—
El la vio alejarse de él suspiró y fue al cuarto de su hijo quien tenía su teléfono en las manos
—hijo—
Bruno alza la vista y le da una sonrisa, la barba empezaba a ser creciente en su cara
—padre que bueno que llegas ¿todo bien con Isabella?—
—si todo en orden— observa a bruno quien volvió a pegar la cabeza del teléfono y volvió su mirada a su papá al ver que él se quedó ahí parado sin moverse
—¿hay algo que me quieras decir padre?—
Basilio duda en hablar pero agarra fuerzas y lo hace tranquilamente.
—no lo sé pensé qué tal vez querías conversar sobre ella de padre a hijo—
Bloquea su teléfono y suelta una risilla no tenía idea de que su papá se quería interesar por ella.
—Isabella padre...(se quedó viendo al vacío) es la mujer más noble, tímida, fuerte y sobre todo con los valores más altos que he visto en alguien creo que tenerla en mi vida es un premio, dudo merecerla—
Basilio se dio cuanta que tanto ella como él eran almas nacidas para estar juntos pero le preocupaba una cosa; volviendo al pasado recordó a su amada a la mujer que amó con todo su corazón pero con la que nunca pudo esta. Isabella la actual novia de su hijo era exactamente como aquella mujer incluso hasta en la forma de pensar acerca de ellas, nobles, buenas y sobre todo de alto valor solo que han confundió el alto valor con dinero.

Sabía que su esposa Margaret no iba a aceptar aquel compromiso y a pesar de que el amor tal vez podía triunfar en ellos dos conocía muy bien a Margaret

—hijo... creo que debes alejarte de ella—
La expresión en el rostro de bruno al escuchar a su padre fue como de un cristal cuando lo destrozan, se acercó a él supo que a bruno no le agradaron aquellas palabras de su progenitor tampoco podía creer que él quien hace unos momentos lo había felicitado por su compromiso fue el mismo que le estaba pidiendo que se aleje de ella
—bruno hijo se porque te lo digo ustedes dos son tan distintos que al final solo terminarás lastimándola es mejor que la dejes ir ahora antes de que las cosas empeoren y se que suena cru...—
—¡NO!—
—hijo...—
—no dejare ir a Isabella solo porque ella sea de clase pobre y yo rico la quiero a mi lado sin importarme qué, ella puede llegar a ser incluso mejor que yo tiene la fuerza y yo tengo el poder puedo hacer de Isabella una mujer poderosa—
—bruno bruno no es así como lo ves puede que seas un magnate y el mejor en todo lo qué haces, un caballero y todo lo demás pero hijo mío tú no sabes lo que es esto quieres traerla a tú terreno y solo la harás sufrir—
—¿por qué hablas como si viviste esto?—
Basilio dio vueltas por la habitación hablar de aquella mujer le traía tanta amargura a su pobre alma
—porque si lo viví bruno por eso te lo digo—
Las expresiones de bruno cambiaron un poco no tenía idea de que su padre se había enamorado antes
—pensé que mamá había sido la única mujer en tu vida—
—tu mamá, si ella fue la única que se quedó en mi vida con la que te tuve a ti pero ame a una mujer con locura, la ame tanto que al final solo termine dañándola y destruyéndola...por eso hijo tienes que dejarla ir por su bien—
—¿y que te hace creer que yo tengo que ser igual que tú? No son los mismos tiempos, le prometí que la ayudaría a brillar más de lo que ya brilla y te puedo apostar a que no voy a retractarme así que no padre, no tengo porque repetir los mismos patrones del pasado que tú yo si la voy a cuidar—
Basilio escuchaba cada palabra que su hijo decía pero no se atrevía a decirle que la causa principal de que ellos nunca lleguen a ser felices sería su madre. Basilio negaba con la cabeza y bruno le volvió a hablar
—pensé que me apoyarías pero tú y mamá están en la misma posición desde ahora dejare claro que estaré con Isabella sin importar si es del agrado de ustedes o no...—
—bruno...—
—no me va a importar en lo absoluto sus opiniones siempre y cuando ella quiera estar conmigo y yo con ella todo estará perfecto y por favor padre déjame solo un momento no quiero a nadie aquí—
—hijo yo...—
—déjame solo papá—
Basilio salió de la habitación cabizbajo no quería ser como Margaret en la vida de su hijo pudo ver los ojos de la decepción en bruno.

***

—Margaret es un gusto verla otra vez—
—mmm para mi no es tan agradable verlo señor Maxwell—
—oh Margaret, puede mentir al igual que yo—
Ambos rieron con tanta hipocresía. Se encontraban en un lujoso y muy famoso restaurante donde solo la gente fina hacía el honor de visitar
—y dígame me gustaría saber a qué se debe su invitación—
—mmm es muy fácil creo que usted mas que nadie sabe esa respuesta—
El rostro de él cambió su expresión tenía una idea muy clara de porque ella le dijo aquellas palabras pero no se iba adelantar
—no creo saber en lo absoluto—
El mesero llegó interrumpiendo la conversación de ambos
—con permiso señores, le hemos traído esta botella de vino como cortesía de la casa espero la disfruten—
Luego de que el vino fue servido y degustado por ambos Margaret sonrió colocó la copa encima de la mesa y miró a los ojos al señor Maxwell
—es una pena que no sepas porque te he invitado a esta cena aún sabiendo tú que mi hijo está hospitalizado y me tome una hora de mi tiempo para desperdiciarlo aquí contigo—
El alzo las cejas al escuchar como ella habló con asco pero nuevamente ignoro aquello
—¿podrías ser más clara no?—
—¿por qué mandaste a matar a mi hijo?—
La mirada de odio de Margaret hacia el lo hizo flaquear un poco
—no tienes idea de la manera tan despiadada que podría yo acabar contigo dale gracias a Dios si crees en él que preferí tener esta conversación antes que tomar acciones por mi propia cuenta, bueno aunque si lo hice—
Se tomó el último trago de una sola zampada no mostró ninguna expresión de culpa pero tampoco iba a decirle la verdad
—¿crees que soy capaz de hacer algo así? Te recuerdo que mi hija quiere casarse con tu hijo yo no podría ser capaz de ver a mi hija sufrir...—
—te queda tan horrible el papel de víctima y sabes que es lo que más amo de todo esto...—
Colocó en la mesa su teléfono con unas grabaciones
"No por favor basta"
"Quien los mandó a matar al hijo de Margaret"
"No sabemos so-solo nos pagaron y dijeron que era un negocio y que el que nos enviaba es un pez muy gordo que necesitaba que hiciéramos el trabajo rápido que nos pagarían el doble pero nunca nos dijeron que era bruno el hijo de Basilio tampoco lo pudimos ver el cristal estaba oscuro cuando di-di-disparamos...—
"Entonces los enviaron a matarlo"
"N-no no no, solo era un susto (respiración agitada) pa-para que todos creyeran que era un intento de robo p-pero le disparamos y creo que lo matamos el carro empezó a dar vueltas y... ¡BASTAAAA no sabíamos que era él se lo juro(llora desperado) por favor no me maten"
"Si me dices quien te envío te doy mi palabra de asesino que no te asesinare"
"No lo hagas Luis te matarán igual"
"Cállate Fernando no voy a morir solo si me matan"
"Cállense los dos ahora Luis dime ¿quien los envío a asustar a bruno"
"Los hombres que nos buscaron trabajan para los Maxwell"
"Has confesado tus pecados Luis ahora irás con Dios al cielo"
"NO NOOOOOO (suenan dos disparos)"

—acabas de firmar una sentencia conmigo hasta que la muerte te separe de mi.

Millonario $in escrúpulos.Where stories live. Discover now