Capítulo 39

93 13 2
                                    

Me detengo apenado, me comporté como un animal salvaje. Me siento a su lado y bajo la cabeza ella recoge sus piernas la miro lamentándome internamente me levanto y doy pasos en toda la sala ella no me mira mantiene su cabeza agachada en sus rodillas mirando hacia el vacío, aun tiene esa cara de tristeza
—Isabella yo...— trato de pedir disculpa
—no, no, no— se niega alterada
Trato de acercarme a ella pero me pide que el aleje
—no des un paso más por favor—
Se levanta, no me había percatado de que llevaba un vestido en seda muy hermoso y su cabello bajaba en ondas negras por su espalda estaba descalza me había dado la espalda para llorar sin que la vea, sus piernas y su trasero se veían increíbles. Salí de esos pensamientos ella estaba llorando cerré los ojos por inercia y puse mi mano lentamente sobre su hombro y lo apreté un poco
—soy todo lo malo que estás pensando ahora pero te juro que jamás pensé abusar de ti—
Me acerco más pegando mi cuerpo al de ella sintiendo su calor se da la vuelta me mira con desprecio y estrella su mano contra mi rostro froto mis ojos y acaricio mi mejilla adolorida vuelvo y bajo la cabeza y la levanto
—si me lo merezco, lo sé es solo...—
Busco mi teléfono y reviso mis correos violeta me había mandado las fotos para molestarme, Isabella agranda los ojos al mostrárselas.
—¿por qué saliste con el? Teníamos un trato Isabella esto puede causarme problemas cuando quiera formalizarme contigo—
—ah, te preocupa que esto pueda afectar tus intereses ya veo, además yo no he firmado ningún contrato con usted así que no tengo ninguna obligación puedo salir con quien me de la regalada gana—
La decepción en sus palabras fueron notorias pero eso de que puede salir con quien le de la gana me enfureció nuevamente ella era mía y nadie me la iba a quitar.
Me aleje y sonreí como un demente dándole la espalda luego la mire la vi tragar grueso
—tú eres mía Isabella ¿que parte no has entendido aún? nadie te va arrebatar de mis brazos lo peor que hiciste fue dejar que pruebe tus labios y que acaricie tu piel...—
Fui dando pasos hasta acercarme a ella la cual no dejaba de mirarme dejándose caer al mueble baje mi cabeza y le hablé el vos baja al oído
—desde que permitiste que sintiera tu calor, que te hiciera sonreír, desde que fuiste al hospital a verme preocupada y no pusiste alto a mis impulsos supe que me pertenecías Isabella—
Me metí entre su cabello oliendo su cuello con mi nariz, escuchando su respiración entre cortada, di unos besos en su cuello y pase mi lengua chupando aquella área sensible hasta dejarle una marca visible
—estás muy hermosa hoy ¿fue para el? ¿para el chico de las flores?—
Trata de empujarme pero sigo hablando en susurro disfrutando de los besos en su cuello trata de hablar pero no puede
—fui a verte al h-hospital pero no estabas y no salí con Erick—
—mmm se llama erick ya sabes hasta su nombre—
Chupe mas fuerte su cuello haciendo que salga un gemido mas profundo sus manos arañan mi espalda
—basta bru-bruno—
—¿por qué? ¿estás pensando en él?—
Me empuja bruscamente y me mira de mala manera
—eres un maldito idiota fui a comprar este vestido solo para ir a verte al hospital, después de todo un día terrible cuando llego, en recepción me dicen que te habían dado de alta, también me entero que por una chica ayudarme la despidieron de su trabajo volví a casa decepcionada horas después llegas para reclamarme porque alguien me tomó fotos con un hombre el cual no conozco y...—
—pero saliste con él ¡maldición! Sin conocerlo ¿dime el te compro ese vestido?—
Caminé como loco hacia la habitación buscando si había algo más, ella venía detrás mío
—bruno detente—
Pero no me importaba, entre al cuatro habían cuatro bolsas ella se interpuso
—que diablos te pasa a ti no tienes derecho a...—
—oh si que tengo—
Tome las bolsas y las empecé a revisar carteras, vestidos incluso zapatos entrecerré mis ojos
—tú no necesitas nada de eso— dije con los dientes apretados tirando todo al piso
—tú nunca has tenido ningún detalle conmigo ¿de que carajos hablas? él si lo ha hecho desde el momento en que me...—
Tape su boca y pegue mi frente de la de ella y deposite un beso ahí

—soy el hombre más detallista del mundo Isabella pero hay cosas que no las vas  a entender tan fácilmente, tenía miedo de que pienses que si te regalaba cosas era para comprarte eres muy complicada y simplemente no lo quería arruinar, no necesitas vestidos caros ni zapatos extravagantes ni carteras así, tienes algo mejor que eso y es simplemente ser tú y no es que no te vayas a ver hermosa ¡joder! eres la mujer más preciosa que he visto en mi vida ese vestido que traes te queda tan hermoso pero él lo compro no quiero halagar nada que venga de él y si, Isabella estoy celoso y si, se que es un contrato que no has firmado pero yo...no sé qué es lo que me pasa contigo no soy así desde que termine con violeta no volví a sentir esto que siento pero esta vez es más es... como si fuera la primera vez que alguien me atrae tanto que me hace descontrolar y perdóname si fui grosero o te traté mal pero no tenía idea de que los celos me hacían perder la cabeza ni siquiera podía salir de casa vine a escondidas porque no soportaba más. Ya sé lo que mamá dirá se va a enojar mucho jajaja pero yo solo quiero que me entiendas un poco. Estoy hablando como un niño en plena pubertad—

Me aleje de ella y caminé hacia la sala me senté en el mueble, por tanta adrenalina no había pensado en mi brazo quite el soporte y lo que pensaba, había sangrado iba a quitar la venda pero Isabella me detuvo
—no debes quitar eso si no tienes con que limpiarte primero—
Tenía en sus manos gasas y alcohol se acercó a mi y quito las vendas
—se esta curando pero debes tener mas cuidado cada vez que te lastimas provocas que dure mas en terminar de sanar—
No me miraba directamente pero limpiaba mi herida con delicadeza hizo un poco de presión me quejé
—lo siento—
—no te preocupes—
Volvió a vendar y nos quedamos ahí en silencio unos minutos hasta que ella habló
—este vestido no lo compró erick lo compre yo con el dinero que tenía para ti por haberme pagado la deuda del banco, lo tomé prestado tú propio dinero. erick al parecer me siguió no lo sé bien solo se que me dijo que me llevaría a un lugar donde vendían muchos vestidos tampoco tenia idea donde ir pensé en ir al mercado pero él es un tipo muy insistente. Yo quería un vestido, quería ir decente para que...me veas bonita jaja al llegar a una tienda muy fina de alta moda al parecer las chicas me hicieron sentir como una miserable que no tenía derecho a algún vestido así creo que la chica había tenido algo con él no se bien, actuaba como mujer celosa por así decirlo tal vez creyó que yo estaba con él, salí de ahí muy afectada dejé a erick atrás y encontré una modista ella me hizo este vestido es una señora muy buena demasiado diría yo cuando salí de ahí erick me esperaba en un restaurante que había en la calle tenía esas bolsas y me las entregó cuando me trajo a casa y antes de que me preguntes porque lo dejé venir a mi casa el me había seguido antes aunque le pedí que se detenga unas esquinas antes no me hizo caso ya te dije que es insistente, aun no me ha confesado sus sentimientos pero no falta mucho para que lo haga—
—el no lo hará— Me mira confundida
—no permitiré que nadie te aleje de mi así sea un contrato o lo que sea—

Se puso de pies quedando frente a mi mire hacia arriba buscando sus ojos y la tomé subiéndola sobre mi regazo con sus piernas a cada lado de mi cintura
—te vas a lastimar— suspiró en voz baja
—sshhhh—
Metí mi lengua en su boca y empecé a besar sus labios con delicadeza ella me correspondió inmediatamente mientras sus manos acariciaban mi cuello, nuestro beso se volvió intenso queriendo más que eso mis manos se deslizaban por sus piernas y terminaron por meterse por su vestido buscando algo más.
Estaba desesperado con una ereccion bastante visible sus pechos me hacían saber que estaba tan excitada como yo, su piel toda hecha bolita y sus gemidos suaves
—¿estás segura de esto?—
—no—
—lo sé—
Ayudo a quitarme mi camiseta en un intento desesperado, quite el botón de mi pantalón toque sus pechos los cuales eran Perfectos y encajan a la perfección en mis manos. Deslice mi mano hasta llevarla a su vagina di toques en su clitoris soltó un gemido tan placentero que me hizo morderme el labio inferior, acaricié mas abajo
—estás toda empapada me deseas tanto como yo déjame hacerte el amor Isabella deseo esto como no tienes idea—
Nuestras frentes estaban unidas respirando profundo por la adrenalina. Yo seguía tocándola escuchando sus gemidos, hacía de sus pezones bolitas sacando uno de sus pechos y llevándolo a mi boca donde lo lamí suavemente y luego lo chupe haciendo un poquito de presión, su mano empujaba mi cabeza diciéndome que quería mas que eso.

Eche sus bragas a un lado pase mi miembro repetidas veces por su vagina y en un intento por introducirlo gimió pero no de placer
—¿eres Virgen?— dije en susurro
—no— dijo con timidez
—¿que tiempo llevas sin estar con nadie?—
—cinco años—
Lo entendí a la perfección así que lo fui introduciendo suave ella se quejaba en gemidos hasta que lo entré todo, estaba tan caliente allí que todo mi cuerpo se estremeció y recosté mi cabeza de su pecho así que empecé a dar estucadas suaves hasta que se acomode al tamaño.

No se cuantas horas habían pasado solo se que terminamos en su pequeña cama su cuerpo sobre el mío dormido, mientras acariciaba su espalda miraba al techo y besaba su cabeza repetidas veces recordando sus gemidos, su sudor, con mi espalda marcada por sus arañazos y todo su cuerpo marcado por los besos salvajes que le di. Si podría describirla en la cama es toda una diabla pero ¿quien es Isabella realmente? Por su forma de ser tan tímida no creía que había estado con alguien pero ¿y si alguien la violó? Y por eso actuaba así al principio creo que no debo preguntarle esas cosas creo que cuando se sienta preparada ella me dirá quien es realmente ella. Ahora solo me toca disfrutarla y hacerla feliz aunque sea bajo a un contrato.

Millonario $in escrúpulos.Where stories live. Discover now