Capítulo 13

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Me recuesto en el asiento del coche cerrando los ojos a punto de explotar en ira tomo mi teléfono y marco directamente a mi secretaria

—Gladis quiero que vayas a una tienda de lujo y compres los vestidos más hermosos que encuentres-
—¿señor puede decirme la talla?—

Empecé a recordar a Isabella la había observado pero no lo suficiente para saber que talla podría ser

—sabes que Gladis...olvídalo—

—señor...—

Colgué la llamada sin dejarla terminar de hablar estaba molesto y sin ideas de que hacer en el momento, encendí el coche con una sola dirección en la cabeza. Todo el camino me mantuve pensando como podría lograr que Isabella aceptara mi propuesta sin verme como una persona que solo la quiere usar o que la estaba comprando, simplemente quería que viera esto como una oportunidad de lograr sus sueños una oportunidad de negocio.
Se que otra en su lugar lo hubiera hecho pero ese es el detalle ella no es como otras y eso es lo que me motiva a quererla para salvarme y salvarla.

Me estaciono frente a la casa de Isabella cerrando con dureza la puerta del coche llevo una camisa ajustada de color negro con los tres botones desabrochados y una pequeña cadena de oro blanco, llevo también unos pantalones finos ajustados, como siempre un reloj y un buen perfume, mi cabello en esta ocasión está algo desordenado. Tengo cuerpo esbelto y atlético así que todo me queda bien, no suelo andar tan informal pero hoy haría una excepción, aún era temprano así que trataría de invitarla a cenar o lo que ella desee.

Toco la puerta y cinco minutos después sale ella con una toalla en la cabeza y suelta un suspiro cuando me ve

—que quier...—

No la dejo terminar y la empujo siendo cuidadoso dentro de la casa

—¿que-que está haciendo? no puede entrar—

Pero fue tarde estaba dentro de su pequeña casa cerré la puerta detrás mío y la mire directo a los ojos su mirada me dejaba claro que quería asesinarme. Todo el lugar olía bien y estaba algo tibia el frío de la noche no se sentía la vi pasar su mano por su cara y mirarme con desprecio

—buenas noches Isabella vine hablar contigo— espete tranquilamente.

—necesito que me dejes en paz desaparece de mi vida ¿no te cansas de escucharme decir no? no aceptaré ¿por qué a mi? ¿por que insiste tanto señor giordano?—

Chasquee la lengua pero no me molestó al contrario en esta ocasión la observé un poco más detenidamente, tenía una bata de baño y la toalla de la cabeza se le cayó dejando derramado su cabello sobre su espalda ambos nos agachamos para tomar la toalla pero solo chocamos ambas frentes fuertemente

—¡auch!—

Fingí que me dolió mucho y su cara fue un poema por la preocupación

—¿te-se golpeó muy fuerte?—

Moví la cabeza mientras hacía gestos fingidos de dolor y apretaba mi frente con mi mano

—venga siéntese aquí mientras busco hielo para que no se ponga colorada su frente—

Me senté en un sofá en su pequeña sala aquí no tenía muchos muebles una mesa y unas flores de plástico y un cuadro en blanco no entendía que hacía colgado ahí

—venga, con esto el dolor será menos intenso—

Se sentó a mi lado mientras quitaba mi mano con cuidado de mi frente y colocaba un calcetín con hielo en el falso golpe que inventé solo para tenerla mas cerca aunque suene vergonzoso. Se dejaba ver tan concentrada que no pude evitar mirarla sin que se de cuenta, el cabello húmedo con ondas suaves y largo cubría una parte de su pecho, sus ojos eran de color cafés oscuro tenía cejas pobladas y muchos vellos adornaban sus brazos y rostro, pero lo que más me impresionaba era que tenía un peculiar aroma tan diferente a los de otras mujeres que generalmente usan perfumes caros el de ella era tan delicado y tan natural hice un sonido con mi garganta al tragar en seco, la bata dejó ver una parte de su pierna las cuales nunca había visto ya que siempre está totalmente cubierta deje esos pensamientos atrás no podía enfocarme en sus cualidades físicas tenía una sola tarea y era convencerla de que acepte mi propuesta no de notar cosas que no venían al caso.

Millonario $in escrúpulos.Where stories live. Discover now