Capítulo 59

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Margaret toma su teléfono tiene algunos mensajes de textos y entra una llamada oculta
—¿si?—
—Margaret, cuanto tiempo—
—¿quien me habla?—
—oh que descortés de mi parte no decir quién soy desde el principio, es henry—
—señor henry pensé que no llamaría—
—soy tardo para las cosas me gusta darles tiempo para que salgan a la perfección—
—es interesante escuchar eso—
—lo sé, pero iré directo al grano; me gustaría saber su respuesta ante mi propuesta—
—no lo sé aún, no me siento convencida de dicho negocio, no quiero involucrar mi familia en cosas turbias—
—respeto tu posición aunque me hubiese gustado hacer negocios contigo Margaret, pero si decides cambiar de opinión llámame al número que te enviare—

Margaret recostó la cabeza de un sofá mientras pensaba en la propuesta de henry sabía que no era un tipo de fiar pero recordó la deuda pendiente que tiene el papá de violeta con ella sonrió en su interior y rápidamente llamo a henry
—que rápido te decidiste—
—envíame una cuenta para depositarte el dinero—
—me gusta hacer negocios con personas decididas pero...recuerdas que no hablamos de cuánto dinero sería—
—invertiré la cantidad que me plazca ¿entendido?—
—entendido—
—hasta luego—
Cerró el teléfono y automáticamente envió un correo al papá de violeta
—hora de que empieces a sangrar por la herida, todo el que intente meterse con mi familia pagará las consecuencias.

Basilio entró a la oficina junto a sus abogados y algunos de los socios discutían acerca de algunas posiciones en las que no estaban de acuerdo
—¿si saben que la producción de tanta basura podría provocar una demanda?—
—estamos alejados de la ciudad eso no pasará—
—por favor, es Basilio a la hora en punto que sepan quien es el dueño van a querer dinero como sea—
—hay que buscarle una solución a este problema—
Bruno entró a la oficina después de dos semanas de ausencia tenía en sus manos un vaso de café que había comprado en Starbucks's lo probó y lo escupió
—definitivamente estoy adicto al café de mi prometida, buenos días caballeros es un placer verles después de tanto tiempo—
Todos miraron hacia él algo sorprendidos la manera tan sutil y natural de bruno era de asombrarse no se inmutaba y su liderazgo se dejaba ver de lejos.
Su padre se levantó y fue a abrazarlo
—hijo mío—

Las horas pasaban mientras buscaban soluciones para evitar una demanda Bruno los escuchaba debatir entre ellos mientras trabajaba y trataba de resolver la logística de sus empresas en Estados Unidos
—pues hagamos un nuevo vertedero—
—la ley de la ciudad nos prohíbe hacer un nuevo vertedero— todos daban su opinión y se gritaban entre sí bruno con toda calma se levantó de su asiento cerrando al laptop.
—señores por favor comportémonos como tal— fue a la pizarra y tomó una crayola y dibujó varios tanques de basura uno de plástico, uno de cáscara de frutas y otro de papel
—la solución es reciclar cada cosa en su lugar muchas de las personas usan las cáscaras de frutas como abono o los plásticos para hacer obras de arte y las fundas de papel no lo sé para algo servirán luego me encargo de ver para que etcétera, no se cuál es la lógica de discutir algo que es tan fácil de resolver tendremos tres  camiones que se encarguen de transportar todo a lugares que lo necesiten así nos evitamos los vertederos—

Daba pasos mientras iba explicando cada detalle agitando sus manos y mirando a los ojos a cada uno, Basilio asentía, para él bruno era experto en todo y no tenía que preocuparse de nada. Bruno lograba que cada uno saque su propia conclusión, un ruso que iba a poner dos tiendas de interiores levantó la mano
—eso es estupido vamos a gastar tanto dinero en tres camiones cuando con un solo puede recoger todo—
La mirada dura de bruno hacia él lo hizo callar y sin muchos rodeos le dio una respuesta
—los Giordano nos regimos por dar un servicio auténtico a nuestros clientes, por lo tanto no quiero ninguna queja de que los camiones están apestosos por cargar desperdicios de la cocina, no se si recuerdan lo grande que es el hotel y todo lo que se desperdicia—
Todos miraron hacia atrás al escuchar los aplausos que provenían de Margaret
—ahhh! Es increíble ver que me hijo tiene mejores ideas que todos ustedes—
Bruno se acercó a ella y le dio un abrazo la extraño aunque estaba molesto por su actitud la última vez que la vio.
—mi Preciado hijo todo un hombre VEN SEÑORES LA IMPORTANCIA DE SABER CRIAR A NUESTROS HIJOS—
—mamá no empieces tengo que continuar—
Le susurro, ella feliz lo dejo ir y salió de la oficina
—bien caballeros sigamos—

***

—¿Que haré en esta casa tan grande? ni siquiera sé cómo prender esta estufa tan moderna y tengo hambre además creo que aquí no hay nada. Camino descalza hacia la cocina y abro la despensa pensé que no encontraría nada solo lo hice por curiosidad y para mi sorpresa estaba totalmente llena tenía de todo tomo un paquete de galletas y un vaso de leche y voy a la cama lo pongo en la mesa qué hay al lado subo al colchón es tan suave junto a las sábanas de seda blancas
—mmmmm ahhhhh! Esto es maravilloso me paro sobre la cama y empiezo a saltar como loca salto y salto mientras grito y estoy riendo, estoy tan emocionada o aburrida hacía horas que bruno había salido de casa.
La tv es gigante pero no me gusta ver televisión nunca lo hice y ya no me interesa, justo ahora solo quiero saltar y saltar tengo unos pantalones cortos de tela suave y un top mis pechos suben y bajan a medida que salto y salto, por unos momentos los problemas no están en mi mente me siento libre pero una voz detrás de mi me espanta y dejo de saltar y miró hacia la puerta era bruno estaba parado con el saco sobre sus hombros con los brazos cruzados marcando sus bíceps la cortaba floja y la cabeza pegada al marco no se que tiempo tenía ahí viéndome pero su sonrisa amplia me decía que no estaba molesto
—BRUNO! Qu-que haces aquí jajaj?— sonrío con vergüenza mientras trato de disimular lo agitado de mi respiración
—¿a ver no puedo venir aquí a tu casa?— dice, aún no se mueve de su lugar
—s-si claro jajajaj puedes venir cuando gustes—
Da pasos y se queda viéndome extrañamente no entiendo esa mirada pero se que no era buena me acaricia la pierna y la alejo de él se quería
—tengo algo en el ojo puedes chequearlo—
—bruno se que no tienes nada en el ojo ¿no te cansas?-
—que? jajaj no seas mal pensada solo tengo algo en el ojo creo que es una pestaña—
Con miedo me acerco me quedo viendo su ojo pero sus manos me aprietan evitando soltarme
—bruno dijiste que...—
—a ver no puedo querer abrazar a mi mujer mientras me revisa el ojo—
—¿crees que porque me compraste esa casa soy tuya?—
—mmm no, eres mía porque...—
Beso mi boca sin dejarme terminar y metió su mano por detrás de mi blusa acariciando mi espalda
—no existe dinero que pueda comprar una mujer como tú, eres mía porque conmigo olvidas lo que nunca te has atrevido a hablar—
Caímos sobre la cama a los minutos los besos las caricias y los gemidos se oían en todo el cuarto sentirlo dentro de mi era perfecto amaba sus toques amaba que el me hiciera suya y sobre todo lo amaba a él, que no sería capaz de declarárselo era otra situación.

***
—me encanta cuando cocinas—
—ya lo se—
—oh que presumida eres— me tomó por la nunca y me besó
—¿como te fue en el trabajo?—
—todo bien, trabajar con socios es un poco complejo pero es por el bien del hotel—
—no quiero imaginar la cantidad de dinero que han gastado—
—créeme amor...— ambos nos quedamos viéndonos en shock no pude seguir hablando la cucaracha se me cayó
—yo, sorry no quería decirte eso o sea, no aún—
—n-no te preocupes no pasa nada— sonreí sin darme cuenta, hubo un silencio por unos minutos ambos estábamos torpes y luego de acabar el lavo los platos mientras yo ponía en orden otras cosas, al terminar fui a la ducha
—me daré un baño—
—ehh si luego yo-yo tomó uno—
—bien—
Aún estábamos extraños me fui sonriendo pero voltee mi cabeza para verlo y chocamos miradas ambos volteamos rápido y reí.

Entre al baño y me dieron ganas de probar la bañera así que la llene y puse sales y jabón en ella eran de frutos secos así que me encantaba el aroma, el vapor salía de la bañera quite toda mi ropa y me metí exhalé mientras mi cuerpo desnudo disfrutaba del agua caliente llevaba al menos media hora en la bañera y me acorde de bruno salí envuelta en una bata de baño y al salir vi a bruno en el balcón con una hermosa vista a la ciudad había una botella de vino él estaba de espalda mirando hacia allá no sabía de ese balcón solo había visto una enorme cortina pero era una pared de cristal con una puerta corrediza hacia un balcón donde habían muebles y el viento golpeaba. Abrí la puerta y le di un beso en la mejilla el acarició mis brazos
—pensé que te habías dormido en la bañera—
—¿como sabes que use la bañera?—
—estabas tan concentrada que no escuchaste la puerta cuando la abrí—
Sonreí el me volteo y me subió sobre sus piernas recostó su cabeza en mi pecho vertió un poco de vino en la copa me la entregó me di un trago era delicioso y luego le di un beso
—¿que hermosa es la ciudad cierto?—
—es tan hermosa—
Mis brazos abrazaban su cuello y mi cabeza reposaba en su cabeza, sentí su mano deslizarse en mi entrepierna
—ahora no déjame disfrutar de esta vista—
—puedes disfrutarla de ambas maneras—

Terminamos envueltos en la cama, yo sobre su pecho y él me acariciaba la espalda su teléfono sonó
—me pasas el teléfono—
Se lo doy vi que era un mensaje de su madre lo abre tranquilamente
—mmm mamá nos está invitando a desayunar mañana ¿que te parece?—
Mis ojos se abren de par en par y niego con la cabeza rotundamente, no iba a ir a la casa de esa señora ya conozco estas historias donde el malo se comporta como bueno y al final se que no terminan bien.

Millonario $in escrúpulos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora