Capítulo 31

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—me parece insólito e increíble el descaro de esa cualquiera como se atreve a venir hasta aquí—
—es la novia de tu hijo, entiéndelo de una buena vez además se veía muy feliz—
—¡NO LO ACEPTO! No permitiré una cualquiera llevando mi apellido—

Violeta volvió hacia Margaret con cara de enojo sosteniendo su bolso
—me marcharé, creo que aquí no es grata mi presencia—
—¿que dices? Te vas a rendir en la primera prueba? ¿Crees en serio que esa mujerzuela es el tipo de mujer con el que bruno tendría una relación? jajaja por favor que poco conoces a mi hijo solo trata de molestarme pero esa falsa se le caerá muy pronto mi hijo no se va a casar con esa mendiga eso te lo puedo jurar—

Basilio negaba con la cabeza ambas se habían alejado de él para charlar y soltar todo su veneno encontra de Isabella
—no se que traman estas dos pero puedo asegurar que no es nada bueno—

La chica de recepción que había ayudado a Isabella a pasar a la habitación se sorprendió al ver a todos fuera menos a Isabella quiso pasar desapercibida pero violeta la reconoció y la detuvo
—¿a donde crees que vas? Me vas a decir que relación tienes con esa mujer—
La muchacha estaba asustada violeta la sostenía con brusquedad del brazo disimuladamente para que las personas no la vean, el corazón de ella latía con fuerza por el miedo que le causaba estar entre dos mujeres sumamente poderosas
—yo no sé nada, me dijo que era su prometida—
—¿y tú de tonta le creíste cierto? Sin saber quién era poniendo en peligro la vida de bruno—
La muchacha con tal de salir ilesa y de no meter en problemas a Isabella a pesar de que no la conocía mintió
—pues pu-...ella me mostró una foto si, una foto de ellos dos besándose pues era obvio que le iba a creer-
Violeta y Margaret se miraron fijamente y soltaron el brazo de la chica haciendo que está casi caiga
—desaparece de nuestra vista y para la próxima...aunque no creo que haya próxima—
Margaret le guiño un ojo luego de aquella amenaza dejando que la chica se marcha rápido sin aliento.

—me molesta tanto—
—igual a mi pero no te preocupes violeta te di mi palabra y ya te lo dije ahora atacaremos con todo—

Dejando ir a la chica ambas mujeres se despidieron violeta regreso a su casa y el doctor terminó los chequeos de bruno una hora más tarde sus padres pudieron entrar a la habitación Isabella estaba sentada al lado de él aunque el doctor le pidió que saliera bruno de ninguna manera iba a permitirse estar lejos de ella ni un segundo mientras ella es tuviera ahí.
—¿podríamos tener una conversación de padres a hijo sin que esté esta noviecita que te has conseguido?—
La cara de Isabella volvió a ser seria y dejó de sonreír miró a bruno quien resopló incómodo
—mamá basta de faltarle el respeto a Isabella, debes entender que ella es la mujer que he elegido para que sea mi prometida y eso no va a cambiar—
Con resentimiento Margaret la observaba odiándola desde lo más profundo de su corazón ideando el plan perfecto para destruirla porque si algo ella no iba a permitir era una boda entre ellos sobre su cadaver.

—me voy a marchar pero te aseguro que llegaré bien-
Hablaba en voz audible solo para bruno quien le insistía que alguien de sus gualda espaldas la llevara a casa
—me niego a que te vayas sola a esta hora—
—hay taxis bruno que crees que me pueda pasar no seas tan paranoico—
Margaret quien mantenía el oído pendiente a la conversación espetó
—si bruno quien perderá su tiempo con una mujer como ella por favor ¿que le van a robar? ¿La pobreza?—
—yo la llevaré a su casa—
Margaret volteo hacia su esposo quien se había ofrecido a tal cosa
—que estupidez estás diciendo? Y dejar a bruno solo?—
Este resopló de verdad que ella lo sacaba de sus casillas era una persona poco deseable y para nada amable
—bruno no se quedara solo estará contigo para algo eres su madre por lo menos cuídalo esta vez—
Los dos se desafiaron con la mirada Isabella preocupada y asustada a la misma vez pensando que era la causante de aquella disputa entre ambos intentó calmar las cosas pero solo las empeoró
—no peleen por mi yo puedo irme sola se el camino a casa—
Margaret con cinismo la miró a los ojos y fue sumamente cruel
—¿quien te crees que eres tú para pensar que vamos a discutir por ti? Entiendo lo de una buena vez los ricos no nos rebajamos a tu nivel ¿cree en serio que bruno tiene algún interés en ti? Por favor niña despierta y mírate a un espejo antes de...—
—MADRE NO TE PERMITO UN INSULTO MÁS A ISABELLA déjala en paz, basta de tus críticas no me importa nada más que ella y se acabo, padre lleva a Isabella a su casa y que todo esté en orden, ven aquí-

Con tristeza en su rostro se acercó a él, el cual metió su mano por su nuca y la acarició suavemente
—todo lo que dice es porque está molesta tú eres perfecta okey?—
—okey!—
—esa es mi chica prométeme que mañana vendrás otra vez—
—bruno yo...—
—te lo pediría de rodillas pero no puedo ponerme de rodillas aún, estoy malito—
Le saco una sonrisa amplia al mostrarle una linda mueca de bebé, él le dio varios besos en la frente y el último en los labios sacando de ella ese sonrojo de vergüenza. Cuando iba a salir escuchó como el la llamo nuevamente pero no por su nombre si no "preciosa" y le lanzó un beso al aire Basilio iba con toda la gentileza del mundo detrás de ella pero se detuvo en recepción
—buenas noches, la chica que estuvo aquí esta tarde...—
—ella acabó su turno y tiene una restricción por un mes así que no podrás verla por un tiempo—
—disculpe— interrumpió Basilio —¿por que tiene una restricción?—
—no lo sé exactamente dicen que hizo algo que iba contra las reglas es toda la información que tengo al respecto—
Basilio quien le había hecho la pregunta a la chica de recepción no dijo más nada sabía que eso era obra de algunas de las dos serpientes Margaret y violeta.

En silencio Basilio abrió el vehículo luego de que uno de sus choferes se haya estacionado para recogerlos para que Isabella entre la cual lo hizo tímidamente, al sentarse se quedó observado lo amplio que era
—este coche es un royce rolls, es uno de mis favoritos por lo amplio que es, espero que te guste—
Su timidez no la dejaba hablar más que asentir él la observaba sin que ella se diera cuanta y era que el parecido a la mujer que amo toda su vida y el de esa chica era sin igual podría jurar que ella era la copia exacta de esa mujer. No sabía si aquello le causaba nostalgia o felicidad pero sus ojos no se despegaban de ella.

Millonario $in escrúpulos.Where stories live. Discover now