Capítulo 19

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Bruno sabía muy bien que ella estaba destilando toda la rabia acumulada por haber desaparecido pero él siempre estuvo pendiente de ella en silencio, cuidandola de quien le pueda hacer daño por causa de el.

—¡mmm! yo también te extrañé Isabella—

—que parte de no...—

La puerta sonó llamando la atención de ambos y un chico de ojos verdes, piel blanca y cabello rojizo con girasoles entró con una amplia sonrisa dejando a bruno algo sorprendido al ver cómo sus ojos brillaban al verla

—hola Isabella ¿te acuerdas de mi?—

Sus ojos se agrandaron viendo al chico que casi la atropella parado mirándola con una sonrisa calida.

—soy el chico que casi te atropella con la bici—

—s-si se quien eres, te recuerdo— siseo

El chico sonrió y se mordió el labio inferior sin malicia algo nervioso rascándose la parte de atrás de su cabeza no se había percatado de la presencia de bruno quien tragó grueso y lo observaba como leon a su presa para atacar mientras sus puños se mantienen apretados y la sangre en su interior hervía

—es agradable saber que me recuerdas, mira te traje estas flores como muestra de mis disculpas no se si sean de tu agrado pero son muy bonitas, al igual que tú—

El corazón de Isabella latió con fuerza era la primera vez que alguien le hacia un cumplido tan hermoso a pesar de su apariencia poco favorable según la perspectiva que tenía sobre ella misma. Bruno carraspeó y este miró hacia él y se excusó

—lo siento no me había percatado de que habían clientes, es que ella roba la atención de cualquiera que la mira a los ojos—

Se acercó a bruno y extendió su mano para saludarlo, él sin más remedio tratando de disimular sus celos tensando su mandíbula apretó la mano del chico fuertemente haciendo que este haga una mueca de dolor en su rostro. Con una sonrisa fingida sin mostrar los dientes bruno le apretaba la mano y el muchacho aflojo su agarre dando por terminado el incomodo saludo y bruno hablo

—no soy ningún cliente soy...—

Isabella lo interrumpió no quería que bruno usara sus dones de millonario para espantar al muchacho ya que perfectamente vio las intenciones de él tampoco quería que hablara de mas

—si, bueno gracias por las flores ¿como lograste encontrarme?—

—pues pregunté a algunas personas diciendo tus características y me condujo hasta acá, dicen que eres la mejor preparando café no tenia idea que trabajabas en una cafetería quisiera probar que tan buena eres así podría venir con mis amigos—

Isabella acomodo un mechón de su cabello detrás de su oreja que salia de sus trenzas algo colorada y avergonzada, bruno quien estaba a punto de explotar espetó

—vaya que conmovedor y halagador pero a la señorita Isabella se le han agotado los productos ¿no es así Isabella?—

—eh-si jejej bueno si n-no tengo nada eso si—

El chico sonrió diciéndole que no pasaba nada y ella se extendió para tomar las flores logrando así lastimar su rodilla

—¡Auch!—

—¿estás bien?— dijeron ambos hombres unísonos

Se miraron y bruno alzo una ceja ladeando una sonrisa, la presion que sintio ella la empezo a incomodar, para su gusto bruno estaba siendo extremista no sabia como lidiar con dos hombres de hecho no tenia idea de que hacer podía ver la mirada acusadora de bruno exigiéndole sin palabras que eche al chico, aunque ella trataba de ignorarlo

Millonario $in escrúpulos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora