capitulo 11

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Maratón 1/4

                                        ***

Me desperté a mitad de la noche por una pesadilla , mi respiración estaba acelerada y mi cuerpo tembloroso.
Me levanté como pude con la fuerza que me quedaba y camine al baño que había en la habitación. Encendí la luz y está me cego por completo , me acerque al espejo y todo mi rostro se convirtió en asombro y terror al ver las marcas que había en mi cara y cuello además de el maquillaje totalmente esparcido por mi cara, subí la camiseta con cuidado y también divisé un enorme hematoma en mi estómago. Mis muñecas estaban moradas y mis rodillas cubiertas de sangre. Me enjuague la cara y limpie la sangre seca de mis rodillas.
Sentía una sensación de asco inexplicable en todo mi cuerpo, como si no fuera mío, mi boca se sentía extraña y bebí y excupi agua varias veces. Las lágrimas volvieron y de la desesperación y el asco hacia mi propio cuerpo acabe sentada en el suelo , hecha una bolita ,abrazando mis rodillas con fuerza mientras las lágrimas caían por todo mi rostro y mi cuerpo dolía en cada centímetro.
Alguien tocó a la puerta y me imaginaba que sería Gavi.

—¿Elisa estás bien?—hablo desde el otro lado.
—¿Puedo pasar?

—No.— dije y se escuchó amortizado por mi cuerpo.

—Venga... Elisa.—Hablo mientras sentia como se apoyaba sobre la puerta.

—Estoy bien.— Dije entre sollozos.

—No seas cabezona va.

No conteste y simplemente estuve así unos minutos.

—Entra.— Dije con un suspiro casi inaudible.

La puerta se abrió y yo levanté la cabeza de mis rodillas, Gavi se acerco y se puso de cuclillas enfrente mía, su mano se acerco a mi mejilla con dubitacion, limpio mi lágrima y acaricio con suavidad una zona no dañada de mi mejilla

—¿Quieres volver a la cama?—pregunto con suavidad.

Moví mi cabeza en respuesta para decirle que no.

—Vale , entonces me quedo aquí.— dijo mientras se movía a un lado y se dejaba caer apoyando su espalda en la pared justo al lado mía.

—Gavi no tienes porqué...—dije pero me interrumpió.

–Me quedó contigo.

Moví mi cuerpo y me acerque un poco más , cortando las distancias y apoye mi cabeza sobre su hombro.
Estuvimos ahí un rato y después volví a la cama seguida de el.
Gavi volvió a atraerme hacia su cuerpo, y yo me aferre a él con fuerza , probablemente más de la que deberia clavando mis uñas sobre su costado pero sin recibir ninguna queja de su parte.
Me desperté más adolorida que anoche y casi sin poder moverme, Gavi había preparado algo de desayuno pero fui incapaz de comermelo, simplemente no tenía apetito. Me pase la mañana removiendo mi café con la cucharita mientras que Gavi intentaba que comiera algo.
Subí al baño y volví a enjuagarme la boca y le pedí a Gavi que me dejara darme una ducha, frote todo mi cuerpo con fuerza,sientiendo como ardía bajo la brusquedad de mis movimientos, aumentando la fuerza en las zonas donde más tiempo me había tocado e incluso donde más dolor tenía.
Repetí el mismo proceso 3 veces antes de salir y coger la ropa que me había dejado Gavi junto con una toalla.
Me vestí y me vi al espejo otra vez, necesitaba taparme esos moratones o acabaria ahogada en un mar de lágrimas cada vez que los viera.
Me quedé ahí mirándome y Gavi entro al baño y vio la situación , sus manos cogieron mis hombros por detrás y yo me removí ante su contacto nuevamente. El las aparto y las volvió a colocar con suavidad, sus pulgares hacían movimientos circulares acariciándome lentamente. Me hizo girar enfrentándome a él y subió sus manos hacia mi cara limpiando mis lágrimas. Sus palmas estaban calientes y hacían un notorio contraste con la temperatura fria de mi cuerpo, que aunque se sintiera como si ardiese, realmente estaba helada.

—Dios estás helada.— me dijo mientras evitaba el contacto visual y bajaba sus manos de mi cara, salió de la habitación y volvío al momento con una sudadera que me puso el con la mayor suavidad y paciencia del mundo.

—¿Te duele?— me preguntó con preocupación en el rostro mientras pasaba sus dedos suavemente por mis muñecas.

—Un poco.— dije no muy convencida.

—Tenemos que ir a denunciar.

Me asombre un poco al escuchar sus palabras ¿Tenemos?, Estaba realmente agradecida a el aunque aún no se lo pudiera haber dicho, me estaba ayudando muchísimo y si no hubiera sido por qué el estaba con Pedri y se despertó al escuchar el móvil, a saber que me hubiera pasado. Pero no quería denunciar , no estaba lista para eso, no quería hablar del tema y menos contárselo a mis padres para que me llevarán a denunciar.

—No no no .

—¿No?— pregunto el confundido

—No.

—Pero, ¿por qué no?

—Porque no quiero tener que hacer esto, no quiero pasar por lo mismo otra vez mientras se lo cuento a los policías. Además Pol es mi amigo o lo era no quiero que le hagan algo.

—Elisa,¿te estás escuchando?— pregunto parando el movimiento de su pulgar sobre mi muñeca.

—Si se que suena mal, ¿pero no sería egoísta?

–¿Egoísta?– pregunto confundido.– ¿Egoísta?– volvió a repetir esta vez un poco más frustrado.
Una de sus manos me soltó y se la llevó al pelo con frustración tensando su mandíbula y mirando hacia otro lado.– Elisa, ese hombre estaba abusando de ti, por dios mirate, estás llena de moratones y de cortes, ¿y tu piensas que denunciarlo es egoísta?

–No lo sé Gavi, las cosas no son fáciles , no quiero tener que contárselo a mis padres , o a nadie. Pero tampoco quiero ir sola a denunciarle.– dije mientras me recolocaba un mechon por detrás de mi oreja nerviosa.

–¿Como no se lo vas a contar a tus padres? Además no estás sola, yo te acompaño las veces que quieras.– me miro directamente a los ojos y podía ver la inquietud en los suyos.– ¡ELISA ESE TIO TE ESTABA VIOLANDO! Necesitas denunciarle.– me dijo cabreado.

Su voz me asusto involuntariamente, y mi cuerpo actuó a la defensiva cuando su mano libre se movió y yo me encogi como si fuera a recibir un golpe. Gavi me miro confuso y luego miro su mano que se había movido hacia mi mechon para volver a apartarlo y lo entendió. Su mano rápidamente bajo a mi espalda y me atrajo hacia el mientras yo colocaba mi cara en el hueco de su cuello y aspiraba su olor.

–Perdoname, no debería de haber gritado , pero ese tío me pone negro.– dijo en mi oído.– Pero de verdad tienes que denunciar.

–Esta bien, pero dame tiempo. No quiero ir hoy.

Gavi asintió mientras se separaba de mi.

–El que necesites.– me dijo con una sonrisa sincera.–¿Quieres volver a casa?

Asentí y bajamos al salón donde me senté esperando a que Gavi llamara un taxi.
Cuando llegó Gavi se subió también ya que dijo que no quería dejarme sola , cosa que agradecí. Me acompaño hasta la puerta y se despidió de mi asegurándose de preguntarme si iba a estar bien.
Subí a mi habitación y me di otra ducha , seguida de otra y luego volví a observarme en el espejo . Agradecí que nadie estuviera en casa ya que habían ido a visitar a mi abuela y aproveché para buscar algún corrector y base que tapara aunque sea las marcas más notorias que no pudiera ocultar con ropa. Tape todas las marcas como pude y me metí en la cama mientras miraba como las horas pasaban lentamente.
Al escuchar la puerta de entrada me tape rápidamente y me hice la dormida para evitar hablar con mis padres.



Fix You - PABLO GAVI Où les histoires vivent. Découvrez maintenant