capitulo 58

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Narra Elisa:

Sira se giró hacia mi y me sacudió el hombro mientras yo apuntaba con mi objetivo de la cámara hacia el autor del 5 gol de la selección española; Gavi.
Separé un poco la vista de la cámara parpadeando varias veces y escuchando el gritó agudo de Sira a mi lado.
¿Acaso acaba de pasar lo que yo creía que acababa de pasar?

—¡TIAAAAAAA!— volvió a gritar Sira—. ¡Te ha dedicado un gol!— dijo y algo en mi mente pareció hacer  "click ".

El echo de que alguien más lo hubiera notado, no me hacía pensar que estaba como una cabra y que probablemente me lo hubiera imaginado todo.
Así que la confirmación de Sira me hizo perder la respiración y sonreír ante el echo de que  aquel chico de tan solo 18 años, confuso en mitad del campo, abrazado por sus compañeros, con una sonrisa en su rostro y con un récord histórico que acababa de conseguir, me hubiese dedicado uno de los goles más importantes de su carrera. Quería bajar ahí en ese momento y darle un abrazo, quizás dejar de pensármelo todo y incluso darle un beso para que me quedarán las cosas más claras, pero esfume esos pensamientos más rápido de lo que me hubiera gustado hacer y me limité a sonreír tontamente mientras recibía algunas miradas de gente confusa de mi alrededor.

Al acabar el maravilloso partido que había terminado en un 7-0, ambas caminamos hacia los vestuarios con el pase especial que nos había dado Luis Enrique.
Nos frenamos en la entrada del vestuario, y podíamos escuchar las celebraciones de los jugadores, los grifos y las voces de ellos cantando al son de la música que también se escuchaba.
Tras unos minutos, el padre de Sira apareció por la puerta, su respiración estaba ajetreada y su cara estaba roja seguramente por tanto saltar.
El se acerco a saludarnos y nos dio un abrazo a ambas, sus ojos brillaban de felicidad y podía notar lo orgulloso que estaba de su equipo, Sira lo estaba de su padre y me pareció una imagen padre e hija preciosa, que sin darme cuenta, desee haber tenido.
Aunque no me permití pensar en eso mucho más tiempo porque me centre en estar feliz por aquellas personas que lo daban todo en el campo para honrar a su país en el deporte que se les daba bien.
Los jugadores fueron saliendo poco a poco y nosotras los saludamos y felicitamos amistosamente, algunos nos daban abrazos y saltaban invitándonos a nosotras a celebrar también, otros gritaban de alegría y nosotras les acompañábamos.
Los culés, aparecieron todos juntos, emocionados por el echo de que estuviera allí con ellos y yo busqué cualquier contacto con el sevillano, pero el pareció evitarme y sentí mi alegría desplomarse un poco.
Supuse que estaba distraído por la celebración pero a medida que pasó el día,la vuelta en autobús,la cena,  la fiesta de después del partido,... Me di cuenta de que definitivamente me estaba evitando, pero, ¿cómo alguien puede dedicarte algo tan importante y luego evitarte como si nada? Me pregunté eso cada vez que me tomé un chupito, cada vez que me acerque a la barra a por una copa, y cada vez que mi mente me decía que parase de beber.
Mi cabeza ya daba vueltas, no era consiente de lo que hacía y probablemente de lo que decía tampoco, pero un canario vino en mi rescate y se tomó su tiempo en descubrir donde estaba mi habitación. Se quedó mirando mi puerta y la de al lado antes de soltar una risita y buscar la llave en mi bolso.
Me dejo sobre la cama, y al lado dejo un cubo de basura para potar.
Luego se marchó y yo me quedé dormida,  pensando en todas las emociones que había experimentado tan solo en esa noche y en posibles situaciones las cuales no recordaria al despertarme la mañana siguiente.

                                                  ***

La cabeza me retumbaba y tuve que agarrarme de las sienes y volver a la cama el momento en el que me levanté y casí me como todo el suelo por el mareo. Me quedé sentada durante unos minutos tratando de aliviar el mareo que sentía, pero antes de que pudiera retomar mi camino, alguien tocó a la puerta y está se abrió dejándome ver a dos chicos entrando a mi habitación.

—Ya era hora—hablo el moreno que entraba a mi habitación seguido de Pedri.

—¿Cómo llevas la resaca?— pregunto Pedri al cerrar la puerta.

Solté un suspiro y me pase las manos por la cara dándoles a entender que no la llevaba muy bien.

Balde se acerco a mi y coloco una mano sobre mi hombro y con la otra me paso un vaso de agua con una pastilla que acepte encantada.

— Alguien se lo pasó bien anoche— hablo Balde a mi lado.

—Si vamos, una cosa loca— hable yo una vez me había bebido casi todo el vaso de un solo sorbo.

Balde miro a Pedri en busca de alguna respuesta a mi actitud y el simplemente se encogió de hombros con los brazos en jarras.

—¿Que te pasa?— pregunto el Canario.

—Nada, no me pasa nada— espete en un tono de voz más molesto de lo que quería mostrar.

—Si tu lo dices— dijo y levanto las manos inocentemente antes de acercarse y sentarse a un lado de mi cama.

—¿Necesitas algo más?— me preguntó pasando una mano suavemente por la zona de mi espalda.

—No, pero muchas gracias— dije esta vez con voz más suave.

Ellos asintieron y se levantaron para caminar hacia la puerta.

—Un momento— les frene antes de que pudieran marcharse—. ¿Alguno de vosotros puede ponerme la inyección?— pregunté algo tímida, tragándome todo mi orgullo y pareciendo una niña indefensa.

Balde asintió con la cabeza y le hizo unas señas a Pedri antes de murmurar algo que no alcance a entender, pero el canario asintió y se marchó, no sin antes dedicarme una sonrisa.
Balde se acerco y yo le señale con el dedo donde estaban las agujas, el se acerco y abrió una caja que estaba en la mesita de luz.
Saco lo que necesitaba y lo miro con cierta confusión.

—Ehhhmm...Elisa, ¿cómo va esto?— pregunto mirando los sobres con el ceño fruncido.

Solté una pequeña carcajada que hizo que mi cabeza se quejara de dolor.

—Trae, ya lo pongo yo— le dije estirando mi mano para montar la jeringa.

Tras explicarle el proceso, Balde no fue tan cuidadoso, provocando algunos quejidos de mi parte que no pude ocultar.
El me miraba un poco apenado y juró que no lo volvería a hacer a no ser que realmente no hubiera otra persona que lo hiciera.
Le agradecí y el se marchó de la habitación, dejándome sola y haciendo que todos los pensamientos que había tratado de dejar de lado la noche anterior con el alcohol, se adueñaran de nuevo de mi cabeza.

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😭😭😭
Muchas gracias por todo el apoyo, todavía no me lo creo.
Afortunadamente ya he terminado el intensivo del C1 asi que oficialmente puedo decir que soy libre y puedo escribir mucho más, así que no os sorprendáis sí subo algún capítulo también entre semana o algún maratón 😋💗
Os quiero, mil gracias a vosotros !

Fix You - PABLO GAVI Where stories live. Discover now