Fix You - PABLO GAVI

Capitulo 56

⚠️Maratón especial 150k ⚠️

Parte 3/4

                                                   ***

Narra Elisa:

Sali del baño con la toalla en las manos mientras me secaba el pelo tras una ducha bastante relajante en la semejante bañera de hidromasaje que tenia el cuarto de baño. Me acerque hacia mi movil el cual dejaba escuchar la cancion "Paradise" de Coldplay como tono de llamada y casi dejo escapar mi telefono contra el suelo cuando vi la videollamada entrante de Ansu. Dude antes de cogerlo y cuando estuve dispuesta a colgar, la llamada finalizo. Solté un largo suspiro mientras me acercaba a mi armario para coger algo de ropa. Una vez cambiada, mi movil comenzo a sonar de nuevo y no pude evitar el asustarme al volver a escuchar el tono de llamada en aquella habitación tan silenciosa.

-¡ELISA!- grito Ansu al otro lado de la linea antes de que pudiera saludar o bajarle el volumen para no quedarme sorda.

Me acomode en una pared para que no se viese nada que desvelara que estaba a pocos metros de ellos .

-Hola Ansu- salude con una sonrisa al ver su cara de felicidad- ¿Que tal todo por alli?

-Elisa, esto es increible, no sabes lo guapo que esta el hotel- me conto emocionado.

Si tan solo supiera que realmente si sabía cómo era, se moriría.

-¡Holaaa!-se escucho por el otro lado de la linea y Ansu desapareció de mi campo de visión cuando uno de los chicos le arrebato el movil de las manos y apareció la cara de Balde.

-Balde, ¿que tal?- Pregunté feliz de ver su cara y la mitad de la Pedri que intentaba asomarse mientras los tres tenían una batalla con ver quien se quedaba el dispositivo. Pedri consiguio hacerse con el y giró la camara para mostrarme que a su lado se encontraba Gavi con su mitico ceño fruncido.

-Hola- saludé tratando de sonar lo menos cercana posible para que supiera que estaba cumpliendo su petición.

Ni si quiera recibí un hola se su parte, simplemente se limitó a levantar su mirada de su móvil para mirarme y levantar la cabeza en un gesto de saludo para después volver a bajar la mirada.

Pedri volvió a girar la cámara para hablar conmigo y la noche transcurrió bastante más rápida de lo que hubiera deseado, ya que ahora se tenían que ir a cenar y me dejarían sola y para mí desgracia, llevaba encerrada en la habitación más de lo que podía soportar y estaba tan aburrida que había pensado en dejar mi plan atrás y salir solo para no estar atrapada entre esas paredes más tiempo pero me convencí a mi misma de no arriesgarme a ser vista.

Me tiré de espaldas sobre la cama, ojeé un poco las redes. Hable con mi hermano mayor, el cuál me paso a Noah también y yo les conté mi plan de sorprender a los jugadores y lo aburrida que estaba.
Noah me prometio que le pediría el movil a mi madre o a mi hermano para que no estuviera sola y yo me quise morir de amor ante su declaración.
Llevaba pocos días aquí y le echaba muchísimo de menos, en cierto modo, me daba bastante lástima haberle dejado allí con mis padres. En culaquier momento podían irse de la ciudad y dejarle solo, pero me aliviaba saber que ahora estaba Eric cerca y el se podía encargar de él por mi.
Desde que tengo uso de razón, me he tenido que cuidar a mi misma, mi hermano Eric estuvo una temporada en mi vida y me ayudaba con lo que podía, pero él tenía vida y estudios y pronto acabó yéndose lejos de casa, algo que había estado deseando hacer desde que cumplí los 12.
Mi hermano Noah apareció unos cuantos años después, y para mí, eso supuso convertirme en la cuidadora de mi hermano, mis padres se iban de casa constantemente, tenían mucho dinero como para contratar niñeras pero no lo hacían. Mi hermano Noah se volvió una parte muy importante para mí, ya que lo había estado cuidando desde que era un bebé al que sus padres prácticamente le habían abandonado como lo habían hecho con sus dos anteriores hijos.
Seguía viviendo con ellos, no tenía mala relación, supongo, ya que casi nunca teníamos una conversación más larga de un "¿Que tal?" "¿Cómo os van los negocios" "todo bien" y poco más aparte de los intentos fallidos de parte de mi madre para hacerme pensar que era una madre dulce.Aún así no podía evitar no sentir un poco de odio hacia ellos, por no haber lidiado con la responsabilidades de tener hijos y sobre todo por como nos trataron a mi y a Eric cuando éramos pequeños. A pesar de no estar mucho en casa, cada vez que alguno se metía en algún problema, sacaba una mala nota o rompía algo de la casa, nuestro padre solía "darnos una lección" o como el lo llamara, en resumidas palabras, eso significaba que nos caería una paliza. A mí no me pegaba mucho, pero Eric se llevaba bastantes golpes, creo que por eso se marchó en cuanto pudo. En una de esas, en las que yo había roto un jarrón bastante caro, mi Padre vino directamente hacia mi, sus ojos estaban nublados por la ira y en su mano sujetaba un trozo de la porcelana que había roto, al parecer se había vuelto pasar con la bebida. Levantó el trozo y lo señaló con su mano gritando cosas de las cuales no me acordaba porque había logrado borrarlas de mi mente tiempo atrás. Se acerco a mi y comenzó a pegarme como lo hacía con mi hermano, mi piel ardía y pedia socorro entre mis llantos y mis gritos mientras estaba en el suelo, por el rabillo del ojo pude ver a mi madre, mirando horrorizada, con la mano cubriéndose la boca pero demasiado cobarde como para parar a su marido.
Para mí suerte pero no para la de mi hermano, la puerta principal se escuchó y él apareció corriendo al escuchar mi llanto, aparto de un empujón a mi madre y se metió entre mi padre y yo.

Flashback:

-¡Que coño haces!- grito mi hermano tratando de contener la mano de mi padre mientras mi cuerpo estaba totalmente adolorido pero sin fuerza para realizar ningún movimiento - ¡Es solo una niña!

-¿SABES LO QUE VALIA ESA VASIJA?- Hablo con ira mi padre.

-¡Ha sido un accidente! ¡He sido yo!- atacó mi hermano mintiendo para defenderme. Quise gritar, quise decirle que no mintiera por mi, que no me defendiera porque él ya había recibido bastantes palizas por parte del hombre al que no sabía si podía llamar padre, pero mi cuerpo me lo impedía, no tenía las fuerzas como para hacerlo.

Mi padre giro la cabeza y la ira volvió a sus ojos pero sin embargo, no golpeó a mi hermano, se levantó y salió de la habitación. Mi hermano se acerco rápidamente, sus ojos llenos de preocupación y unas lágrimas asomándose por sus ojos.
Mi madre se había marchado dejando escapar un sollozo.
Eric trato de alcanzar su móvil que había tirado al suelo al entrar, pero mi padre volvió a aparecer y aplastó su pantalla con el zapato, en sus manos, cargaba los trozos de porcelana más grandes que habían quedado y los soltó justo al lado nuestro.
Mi hermano apretó mi mano con fuerza y mi padre simplemente lo cogió por el cuello y comenzó a dale puñetazos.

-¡Para!- grito mi madre por primera vez en su vida.

Las manos de mi padre golpearon con más fuerza por última vez y lo tiro al suelo.

-Esta bien, si eso es lo que quieres- dijo mientras se encogía de hombros y caminaba hacia los trocitos esparcidos por la alfombra. Se agachó y cogió uno, luego se acerco a Eric y lo acerco a su piel, mi cuerpo se tenso y cogí la fuerza necesaria para interponerme entre ellos, dejando que el vidrio cortará la parte baja de mi abdomen y pequeños cristales se incrustaran en la zona derecha de mis costillas.
La sangre comenzó a brotar y a manchar la alfombra costosa, y mi cuerpo me falló, haciéndome desmayar.

No recuerdo nada más de lo que pasó después de eso, solo se que mi padre fue a una clínica de rehabilitación por unos meses y volvió a casa, parecía una persona nueva. Yo lo había perdonado pero Eric nunca lo hizo. Lo entendía perfectamente, estaba en todo su derecho y yo también quería odiarle pero simplemente no podía, al fin y al cabo, era mi padre, quisiera o no, además para mí parecer, mi padre había cambiado y el echo de guardarle rencor me hacía sentir como una mala persona y sabía lo equivocada que estaba al pensar eso, pero era algo que no podía evitar.

Nunca nos volvió a poner una mano encima, pero eso también llevo a cabo el echo de que cada vez pasaban mucho menos tiempo en casa que antes.

Fin del Flashback.

Acaricié con la yema de mi dedo la cicatriz que había por debajo de mi obligó y deje escapar una lágrima que limpie rápidamente no permitiéndome llorar por eso una vez más.
Seguía teniendo miedo de que mi padre volviera a la bebida y le hiciera algo a Noah y por eso lo cuidaba con todo el cariño del mundo, para que supiera lo que era tener alguien que le quería y le cuidaba como yo desearía haber sido cuidada y no forzada a madurar a una temprana edad.
Me acerque a mi neceser y saqué una de las agujas junto con el bote de líquido para ponérmela. La llene y estire mi brazo para inyectarla, pero mis manos estaban demasiado temblorosas y tuve que cerrar los ojos y tragar grueso varias veces. Me levanté con amabas cosas en la mano y las tiré a la basura.
—Puedo sobrevivir sin un poco de hierro— me dije mientras me dirigía de vuelta a la cama y volvía a pensar en mí infancia.