Fix You - PABLO GAVI

capitulo 22

⚠️ Extra mini-Maratón⚠️
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Pedri nos llevó al centro de Barcelona y aparco en un parking para que la gente no reconociera su coche. Antes de salir del su mini verde, nos pusimos las bufandas y los gorros para no ser reconocidos .
Caminamos hasta la pista y ahí nos encontramos con Frenkie, su novia, Ferran y Sira.
Me acerque a las chicas que estaban hablando y me presente a Mikky quién parecía ser muy maja y esperamos a que llegarán los demás.

Una vez Balde y Ansu llegaron, me acerque a taquilla ya que era menos probable que alguien me reconociera, pero Gavi insistió en acompañarme.
Pedí las tallas que me habían dicho cada uno y Gavi los fue llevando.
Nos sentamos en los bancos que se encontraban dentro del recinto y nos comenzamos a poner los patines.
Yo ayudo a Noah y a Dani a ponerse los suyos y luego me siento para ponerme los míos.

–Mierda me he dejado los guantes.– digo.

–Toma los míos.– Dice Gavi extendiéndome unos guantes negros con un símbolo blanco de Nike.

–No, son tuyos.– le digo devolviéndonos.

–Que no, cogelos. Yo tengo otros.– me dice y se saca unos guantes del bolsillo de su chaqueta.

–¿Por qué llevas dos?

–Soy de Sevilla, no estoy acostumbrado al frío de aquí .

Acepto los guantes y me los pongo, me van un poco grandes pero aún así me valen.
Me terminó de abrochar el patín y me levanto del asiento.
Gavi hace el amago de hacer lo mismo pero se desestabiliza un poco y vuelve a sentarse.

–Atate los cordones.

–No.– me contesta.

–¿No sabes atarte los cordones Gavira?–le pregunto riéndome.

–Claro que se.

–Te vas a caer. Esto no es el fútbol, y ya de por si no entiendo cómo no te los atrás jugando.

Me agachó y le ato los cordones.

–Venga va que nos están esperando.

Noah y Dani van agarrados de una especie de muñecos que le dan a los niños pequeños para que se sujeten y no se caigan.
Caminamos hasta la entrada de la pista y esperamos las indicaciones del señor encargado de esto y entramos.
Gavi entra el último y nada más poner ambos pies sobre el hielo, da un pequeño resbalón y se agarra fuerte a el bordillo de la pista, mientras que los demás ya han comenzado a patinar.

–Gavi, ¿vas bien?– le digo riéndome de el.

–Me cago en el que haya tenido la idea de venir a esquiar.–me contesta intentando avanzar hacia mi.

–Creo que te está costando un poco, ¿quieres que te consiga uno de esos muñecos para que te sujetes?– me burló.

–¿Te han dicho alguna vez lo graciosa que eres Elisabeth?

–La verdad es que no, me lo tendrá que decir más a menudo.– le digo una vez ha llegado a donde estoy.

–¿Como mierdas se camina en esto?

–Solo tienes que dar pasos arrastrando un poco un pie mientras que el otro lo levantas. No es tan complicado.

–Si claro.

Comienzo a patinar para que me siga y vea cómo se hace, pero cuando se pone en marcha tropieza y se cae de culo.

–Hermano vaya caída.– Dice Pedri que acaba de pasar por ahí.

Yo empiezo a reírme intentando disimular mi risa pero Gavi me dedica una mirada de asco y se intenta Pioneer en pie resbalando con el hielo.
La risa se apodera totalmente de mi y comienzo a descojonarme mientras me acerco para ayudarle a levantarse.
Le extiendo la mano y el la agarra pero tierra de mi hacia abajo y me caigo sobre el hielo.

–Tu madre.– le digo poniéndome de pie porque estamos llamando mucho la atención.– Venga arriba.

El se pone en pie un poco destabilizado pero consigue mantener el equilibrio enganchando su mano en mi codo. Seguimos patinando y el se cae varias veces, pero acaba sujetándose de mi brazo.

Sira y yo nos convertimos en las mayores acosadoras de Gavi, riéndonos de el.
Nos acabamos haciendo una foto que Sira sube a sus redes etiquetandome.

Yo la resubo a mis historias una vez salimos de la pista. Pedri y Ferran que son los que se han encargado de seguir a los pequeños salen agotados. Nos quitamos los patines y los devolvemos, marchándose lo más rápido de ahí,  porque varias personas habían comenzado a nuestra en nuestra dirección.
Nos paramos en el centro de Barcelona y discutimos que hacer ahora, quedamos en ir a un restaurante que suelen frecuentar mucho porque el dueño es muy servicial.
Pedri vuelve a llevarnos y llegamos a un sitio que está bastante apartado, es pequeño pero acogedor y elegante. Tomamos asiento y se nos acerca un hombre que ya tiene pinta de tener sus cincuenta años.

–Buena tarde, signori. ¿Como están?– pregunta con acento italiano.

–Rafael, estamos bien, ¿que hay de ti?– le pregunta Ansu.

–Bene,Bene. ¿Que desearan?

Comienza a tomarles la nota a todos mientras yo ojeo con rapidez la carta porque todos los demás parece que ya saben que van a pedir porque frecuentan mucho por aquí.

–Te recomiendo los macarrones a la boloñesa.– me susurra Gavi.

–Mama mía, Gavi tu novia es belisima.– dice el camarero.

–No,no.– empiezo a decir.

–¿Que vas a querer "cuori"?– me pregunta interrumpiendome.

–Mmh... Macarrones a la boloñesa.

–Perfecto, gran desicion.– me dice y continúa con los demás.

– Vaya, y estos "bambinos"¿ Que van a querer?– pregunta a los pequeños.

Nos traen la comida, y he de reconocer que tenía una pinta increíble. Me lleve el primer tenedor a la boca y disfrute cada bocado que le daba a los macarrones porque eso era una delicia. Gavi me miraba esperando a que le diera mi aprobación.
Yo solo asentí con la cabeza llevándome otro tenedor a la boca.

– Esto está increíble.

–¿Verdad que si? Nos encanta este sitio, el dueño que es en camarero es lo mejor y la comida está increíble. El mejor italiano que he probado en mi vida.

–Está brutal.

Terminamos de comer y nos despedimos de Raphael , que nos sonríe y nos pide que volvamos pronto a contarle más Azañas futbolísticas. Nos  despedimos para volver a casa de Xavi ya que es tarde.
Llegamos a casa y acostamos a ambos chicos en la cama de Dani.
Salimos de la habitación y nos quedamos un ratillo hablando en el sofá de abajo. Se nos hace tarde y me quedo dormida en el sofá.