Fix You - PABLO GAVI

Capitulo 68

Sus labios suaves contra los míos me llenaron de una sensacion de calma y calidez, era como si nuestras bocas se conocieran perfectamente y se unieran sin rechistar.

La mano que tenía sobre mi mejilla bajo hasta mi pecho y yo tomé su cara por ambos lados, intentando fundirnos más en el beso como si no estuviéramos lo suficientemente compenetrados ya.
Cuando ambos nos quedamos sin aliento, nos separamos lentamente, ella aún con los ojos cerrados apoyo su frente en mi hombro. Una tonta sonrisa formándose en sus labios, contra mi hombro.

-Habia echado de menos eso- dijo en un tono suave, mi corazón dando un vuelco de felicidad al escuchar su voz cerca de mi oído.

-Yo te había echado de menos a ti- dije sinceradome ante ella, dejando mi timidez algo apartada.

Su cabeza se separó de mi hombro y ella cerro los ojos con fuerza.

-Dame las inyecciones Elisa.

Ella asintió con la cabeza antes de hacer el amago de ir a por ellas pero fallando estrepitosamente en cuanto su cuerpo se fue hacia delante por el mareo. Al parecer las alturas, el cansancio y la falta de hierro le estaban pasando una mala factura.
La tome de la cintura cuidadosamente y deje que sentará en un asiento.

-¿Donde están?- pregunté preocupado por su estado, no quería que se desmayase, no otra vez.

Ella señalo su bolso encima de uno de los asientos y yo se lo acerque para que ella sacara la medicina.

Se la arrebate de las manos una vez tenía la ampolla y la jeringuilla en sus manos. Apresuradamente me encargue de ir al baño y lavarme las manos. Luego abrí los precintos y cargue el artilugio metálico con el líquido correspondiente. Tendió su brazo y yo le proporcione la inyección siendo sumamente cuidadoso con no hacer ningún movimiento brusco. Deje descansar una mano sobre su rodilla mientras comprobaba que estaba bien y luego me apresure a cargar con sus cosas. Mi móvil ya estaba sonando con llamadas de Aurora.

-Un segundo - dije y me apresure a bajar del avión para buscar al hombre que nos llevaría hasta la terminal necesaria. Le di las cosas y volví a subir al avión disculpándome por la tardanza.

-Elisa vámonos- dije. Ella se levantó cerrando sus ojos con fuerza. A pesar de que ya le había dejado unos minutos para recomponerse, no eran los suficientes para que el hierro hiciera efecto en su organismo- . Ven - dije posicionando su brazo por alrededor de mi hombro y cogiéndola por la cintura con mi brazo libre.

Una vez subidos en la parte trasera de una furgoneta blindada, ella se permitió descansar su cabeza en mi hombro una vez más y tímidamente acerque mi mano a la suya entrelazando nuestros dedos.

[***]

-Hola Aurora - saludé con la morena a mi lado, visiblemente algo mejor que antes una vez habíamos bajado del coche, nuestras manos aún unidas entre sí.

-Hola peque- me saludo ella atrayéndome a un abrazo y rápidamente separandose para dirigir toda su atención en la chica que estába a mi lado.

Su mano estaba entralazada con mis dedos buscando esa estabilidad que necesitaba para mantenerse segura. Trate de disimularlo llevando nuestras manos hacia la parte trasera de mi espalda, pero conocía a mi hermana y sabía que si se trataba de mi era muy observadora, juraría que las había visto incluso antes de que yo me percatara de que aún seguíamos en esa posición. Y siendo ella, probablemente ya se había percatado de que la sudadera que Elisa llevaba era mía .

Aurora me miro fugazmente con una sonrisa antes de volver a mirar a Elisa.

-Hola preciosa - dijo ella dándole dos besos-¿Qué tal el viaje?- le pregunto.