Capitulo 65

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Después de desayunar todos subimos a nuestras respectivas habitaciones para recogerlo todo y preparar nuestras maletas ya que esa misma tarde nos íbamos.
Comencé a sacar las cosas del bolso que había llevado ayer al partido y guardándolas en una maleta aparte. Me quedé observando el uniforme que se encontraba en el fondo de mi makuto quedando en completo trance. Mis manos vagamente rozando la tela manchada totalmente por colores verdaceos y marrones por el césped. El sentimiento de remordimiento y tristeza volvió a adueñarse de mi ante el tiempo que pasaba observando la camiseta con el número nueve en ella. Recordé las caras de la gente de la grada, la cara de mis compañeros, de mis amigos y la de mi familia. Esa cara de pena, de decepción y de tristeza que todo el mundo mostraba. Me frustaba saber qué parte de esas expresiones eran mi culpa.
Un golpe en la puerta me saco de mis pensamientos y me acerque a paso lento hacia la entrada.

-Hola Gavi- saludo una chica que me resultaba familiar.

-¿Hola?- dije confuso.

Ella se abalanzó sobre mi y me rodeo con sus brazos casi tirándose sobre mi mientras yo estaba estático con los brazos levantados evitando tocarla.

-Es una pena que hayáis perdido- dijo la chica aún sobre mí.

Trate de apartarla suavemente pero ella se apretó más contra mí cuerpo y simplemente me rendí y le devolví el abrazo para no ser borde.

-mmm...¿Te conozco?- pregunté tras unos segundos de silencio incómodo.

-Siii, soy yo. La del otro día - hablo.

Trate de pensar a que se refería y recordé la noche en la que nos habíamos encontrado a unas fans en el pasillo. Cuando caí la mire un poco incrédulo, ¿Por qué la gente sabía cuál era mi habitación exacta ? Volví a intentar apartarla no muy bruscamente y finalmente ella se separó.

-¿Puedo pasar?- pregunto poniendo un pie en la habitación dispuesta a entrar sin esperar mi respuesta.

-¿Que?- conseguí reaccionar y pararme enfrente evitando que se adentrará más en la habitación -. No, no puedes.

-¿Pero por qué no?- pregunto cómo si tuviera el derecho a hacerlo.

Me quedé rallado mirándola y planteándome en mi cabeza porque la gente era tan evasiva.

-Creo que deberías irte- dije tratando de sonar lo más amable posible sin perder los nervios.

-¿Es por la chica del partido de ayer, verdad?- preguntó en un tono totalmente distinto, uno menos amable.

-¿Qué? Mira, tienes que irte ya.

Subió sus manos y las puso en mis mejillas acercándose para darme un beso del cual yo me aparte molesto.

-Vete- dije bordemente tomando la puerta con mis manos para cerrarsela una vez se quitará de en medio.

Suspiré agotado y me lancé a la cama, cerrando los ojos fuertemente y frotándome la cara tratando de alejar mis preocupaciones.
Finalmente me quedé dormido hasta que Pedri tocó mi puerta para avisarme de que ya nos deberíamos de ir yendo.

                                      [***]

Me subí al autobús que nos dejaría en el aeropuerto y me senté en un asiento situado casi al final del vehículo. Me puse mis cascos y subí el volumen a la música desde mi móvil permitiendome disociar de la vida.
Ni si quiera me gire cuando Pedri se sentó en el asiento de al lado, estaba demasiado concentrado en mirar por la ventana hacia un punto fijo sin ningún tipo de sentido. No fue hasta que unas manos congeladas tocaron mis cascos para moverlos hacia un lado, que me di cuenta de quién realmente estaba sentado junto a mi.

Fix You - PABLO GAVI Where stories live. Discover now