𝒞𝒶𝓅𝒾𝓉𝓊𝓁𝑜 𝟣

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La extraña joven hace dos días se había estado alojando en el Hotel Cerdo Blanco y apenas habló con alguien, excepto Ryūsui, quien había tomado una mirada a su ropa de noche oscura y fina y se había inclinado hacia atrás para recibirla.

Le dio la mejor habitación del Cerdo –el cuarto que solo le ofrecía a los clientes que quisieran soledad– y no parecía en absoluto preocupado por la capucha pesada que la joven llevaba o el surtido de armas que brillaban a lo largo de su alta, delgada figura. No cuando ella le tiró una moneda de oro con un movimiento rápido de sus dedos enguantados. No cuando llevaba un broche de oro adornado con un rubí del tamaño de un huevo de petirrojo.

Por otra parte, Ryūsui nunca le tuvo realmente miedo a nadie, a menos que pareciera probablemente no le pagara, y aún entonces, eran la ira y la codicia las que ganaban, no el miedo.

Naori Itō había estado vigilando a la joven desde la seguridad de la barra de la cantina. Viendo, aunque solo fuera porque era una joven extranjera sola y sentada a la mesa trasera con tanta calma que era imposible no mirar. No preguntar.

Naori no había visto su cara aún, aunque había cogido un vistazo cada hora y después una trenza rosada con destellos rojizos brillando desde las profundidades de su capucha negra. En cualquier otra ciudad, el Hotel Cerdo Blanco probablemente se consideraría lo más bajo en cuanto a lujo y limpieza. Pero aquí en Innish, una ciudad portuaria tan pequeña que no estaba en la mayoría de los mapas se consideraba lo mejor.

Naori miró la taza que estaba limpiando en el momento e intentó no hacer una mueca. Hacía todo lo posible para mantener el bar y la cantina limpia, para servir a los clientes del Cerdo –la mayoría de ellos marineros o comerciantes o mercenarios que a menudo pensaban que ella hacía las compras, así– con una sonrisa. Pero Ryūsui todavía seguía sirviendo vino aguado, todavía lavaba las sábanas cuando no se podía negar la presencia de los piojos y las pulgas, y que en ocasiones utilizaba cualquier carne que pudiera encontrar en el callejón como el estofado diario.

𝓛𝓪 𝓔𝓼𝓹𝓪𝓭𝓪 - 𝐒𝐚𝐤𝐮𝐫𝐚 𝐇𝐚𝐫 𝐮𝐧𝐨Where stories live. Discover now