𝒞𝒶𝓅𝒾𝓉𝓊𝓁𝑜 𝟪

1 0 0
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

...

..

.

—¿Me dices en serio que haces esto cada día? —preguntó Karin con las cejas muy arqueadas mientras Sakura le aplicaba un poco de colorete en las mejillas.

—Algunos días dos veces —repuso esta, y Karin abrió un ojo. Estaban sentadas en la cama de Sakura, con un montón de cosméticos esparcidos entre ambas; una pequeña parte de la enorme provisión que la asesina de Adarlan tenía en Rifthold—. Además de que me ayuda en mi trabajo, es divertido.

—¿Divertido? —Karin abrió el otro ojo—. ¿Untarte toda esta porquería en la cara es divertido?

Sakura soltó el tarro de colorete.

—Si no te callas te voy a dibujar un bigote.

Karin se aguantó la risa pero volvió a cerrar los ojos mientras Sakura sacaba el pequeño recipiente de polvos de bronce y le aplicaba un poco en los párpados.

—En fin, es mi cumpleaños. Y la víspera del solsticio estival —se resignó Karin, cuyas pestañas aletearon al contacto con el delicado pincel de su compañera—. Tenemos tan pocas diversiones. Supongo que debo esforzarme por tener buen aspecto.

Karin siempre tenía buen aspecto —más que bueno, en realidad—, pero no hacía falta que Sakura se lo recordase.

—Como mínimo, no hueles a excrementos de caballo.

La chica soltó una risilla y Sakura notó la calidez de su aliento en las manos, que se movían junto a la cara de Karin. Esta guardó silencio mientras su compañera acababa de aplicarle los polvos. Luego, muy quieta, dejó que su amiga le repasase los párpados con khol y le oscureciese las pestañas.

—Muy bien —dijo Sakura, y se echó hacia atrás para ver el resultado

—. Abre los ojos.

La joven obedeció y la otra frunció el ceño.

—¿Qué? —preguntó Karin. Sakura negó con la cabeza.

—Te lo vas a tener que quitar todo.

—¿Por qué?

𝓛𝓪 𝓔𝓼𝓹𝓪𝓭𝓪 - 𝐒𝐚𝐤𝐮𝐫𝐚 𝐇𝐚𝐫 𝐮𝐧𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora