Destino o Karma 😍 Chris y Rachel 😶‍🌫️

Capítulo 20

Christopher pidió una semana de descanso para ambos, para que se curen las heridas, pero yo sé que es porque en realidad no quiere salir de la cama.

Al siguiente día nos levantamos con un hambre terrible, por todo el desastre del día anterior nos acostamos sin comer.

Cuando bajamos a desayunar las caras de Marie y Miranda eran un poema jaja esa señora creía que Christopher era un niño bueno que no mataba una mosca, pero al verlo casi matar a golpes a Bratt por haberme tocado de seguro le dejo otra perspectiva...

Trato de romper el silencio incómodo.

—Buenos días a todas.

— Buenos días señorita — me responde Miranda.

— Puedes servirnos un gran desayuno el señor y yo tenemos mucha hambre.

— Enseguida señorita.

Nos sentamos en la mesa y Marie se acerca a Christopher de seguro le va a reclamar quiero escuchar lo que dirá.

— Christopher casi matas a Bratt ayer.

— Como pudiste traicionarlo es tu hermano crecieron juntos y todo por esta mujer que no vale nada.

Christopher golpea la mesa haciéndola sobresaltar pero yo me limito a callar.

— Primero no te permito que te refieras a Rachel de esa forma, segundo sabes que tu trabajo aquí no es opinar y si tanto te importa Bratt lárgate con él.

— Como vas a romper una amistad de años, por una mujer que luego de usar de seguro tirarás a la basura.

— Marie, estoy harto de ti, quiero que recojas todas tus cosas y te largues de mi casa, no soporto escuchar tu maldita voz un segundo más.

— Como puedes decirme eso, yo te cuidado, alimentado toda tu vida, como desechas a quien bien te ha servido.

— Te pagaban por hacer esas cosas, como dices amarme si nisiquiera conoces quién soy realmente. Además te lo advertí, te dije que dejaras de meterte con Rachel y siguiste soltando estúpideces que no nos interesaban.

— Te vas a arrepentir de dejarnos por esa mujer que no lo vale.

Ya no aguanto.

— Señora, debería dejar de atacarme, usted no me conoce y desde que me vio se dedicó a soltar comentarios absurdos, yo sé cómo es Christopher, se que no fue un santo antes de conocerme, pero sé que él me quiere y si usted de verdad lo quisiera como tanto dice dejaría de intervenir, porque como lo dijo él, sus comentarios nunca nos interesarán.

—Marie, que esperas vete.

— Me voy, no pienso cambiar de opinión respecto a ella.

— Bueno señora la puerta es grande, crucela rápido para que desayunemos en paz. Miranda empieza a servir el desayuno el señor y yo necesitamos mucha energía.

Marie sale llorando a recoger sus cosas, esa vieja no aprende. Pero aún no acabo con ella, que Christopher la desprecie solo es el primer paso.

— Necesitas mucha energía, acaso correrás un maratón.

— El sexo contigo es como correr una maratón.

— Bien que lo disfrutas.— Me da un beso.

— No he dicho que no, pero me gusta comer antes de iniciar.

Comemos tranquilos y nos encerramos en su habitación las sesiones de sexo con el siempre son tan intensas que me asusta acostumbrarme y volverme insaciable como el.