Capítulo 33

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OSCURIDAD

CHRISTOPHER

Han pasado los seis malditos meses, el tiempo que Reece dijo que Rachel necesitaba para sanar, ella ya debería haber despertado pero eso no ha pasado, no niego ni oculto lo mucho que me estresa esta situación ya que su cuerpo está bien.

El coágulo ha desaparecido con el agresivo tratamiento al que fue sometida, en pocos días dejarán de sumistrar los sedantes y será cuestión de ella despertar, o al menos esa es la excusa que me da Reece.

Reviso las ultimas imágenes que me ha enviado de su estado actual, puedo notar como la han tratado de fortalecer de todas las maneras posibles y aún no abre los ojos, cada vez que pienso en el tema solo me hundo en un hoyo de desesperación y sentirme de este modo es algo que me molesta.

Los últimos meses me he dedicado a darle pelea al italiano hijo de mil putas.

Ninguno de los dos quiere ceder, me culpa de la muerte de Rachel y se ha dedicado a darme pelea hasta el momento, yo atacó el se esconde, es un tira y jala de no acabar.

En mi vida personal estoy hastiado de las malditas pajas que me he tenido que dar como un maldito puberto de quince años con el recuerdo de la ninfa de ojos azules que me tiene hechizado.

Reece me prohibió visitar a Rachel luego que en repetidas ocasiones me encontró satisfaciendome mientras la veía, puede ser que mi dependencia por ella haya ido en aumento ya que puedo verla enferma o moribunda pero aún así le tengo ganas.

Estoy más que desesperado, necesito que despierte, no quiero buscar a otra mujer, ya que ninguna me satisfaceria como ella y yo a medias no vivo, para aplacar lo que estoy sintiendo me he dedicado a encerrarme en las jaulas del Mortal Cage, para sacar esta maldita impotencia que tengo por no poder tenerla conmigo.

Iré a verla pronto, estoy pendiente de todo lo referente a ella, se que su familia la visita dos veces cada mes.

La menor de las James, ha tenido mucho talento, ya está participado en varias competencias resultando la ganadora dedicándole el triunfo a su hermana mayor.

Mis noches son un tormento mi unica compañía es la botella de whisky y las fotos de su teléfono, los vídeos de ella los reproduzco en las noches me gusta escuchar su voz repitiendo lo mucho que me ama, el vídeo de nosotros cogiendo lo uso para satisfacerme mientras con sus prendas recojo los fluidos.

Ya tengo en mente hablar con Alex de mis vacaciones, llevo años sin tomarlas tengo años más meses acumulados y los quiero pasar con una sola persona.

Si no le parece se puede ir a la mierda, se lo que quiero e iré por ello.

Tengo demasiado encima así que buscaré la forma de desestresarme un poco así que agarro las llaves de mi auto, dirigiéndome a las calles más oscuras de esta ciudad, estoy moviéndome entre éstas calles desoladas, sin los escoltas, entro con la frente en alto recordando mi pasado.

Huele a sangre, aquí nadie se mira con nadie, la gente viene a engrandecerse, morir o apostar. Conocí las jaulas mortales cuando decidí desafiar al Ministro, muchos creyeron que fue por el abandono de Sara a los once, pero no, su cobardía fue lo que me hizo dejar de verla como mi madre, el que bajara la cara siempre, el que soportará las pendejadas que yo no toleraría jamás a nadie por una sencilla razón y es que soy un Morgan: la familia más hija de puta de la milicia.

Entro al sitio y me quedo en el palco, donde detallo el escenario que hay abajo y es que a muchos nos gusta matar por placer, encerrarnos en las jaulas donde no sales hasta que acabes con el contrincante.

Trabajar en la ley no me hace un santo, nunca he pretendido serlo, el que sea uno de los mejores coroneles, no me convierte ni me convertira en alguien ejemplar.

Destino o Karma 😍 Chris y Rachel 😶‍🌫️ Where stories live. Discover now