SAFE AND SOUND | MATÍAS RECALT

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CAPÍTULO TRES

ESCENA 7 PARTE 2

CECILIA SENTÍA QUE EL RETUMBAR DE SU CORAZÓN ECLIPSABA CUALQUIER SONIDO DE MÚSICA EN LA CASA. Mientras volvía al salón para continuar con la celebración, intentó ocultar la cascada de pensamientos que rondaban en su cabeza sin parar luego del descubrimiento de lo que ocultaba Roberto en su chaqueta.

Cuando salió del estudio junto al padre de Cecilia y Dani, Cecilia se les acercó, forzando una sonrisa.

— ¿Pasó algo? -preguntó, tratando de no mostrar demasiada ansiedad.

Los rostros de los tres eran de una fingida calma, mostrándole a Cecilia que no había nada de lo cual preocuparse, solo que ella debía divertirse en su cumpleaños.

— Nada que te preocupe, cariño. -la reconfortó su padre, dándole una mirada de reojo a Roberto, quien ya sabía que debía hacer.

— No, amor. -agregó Roberto, tomando su mano para llevarla hacia el salón.- Estábamos hablando sobre algo del partido.

Su sencilla explicación provocó sospechas en Cecilia, incluso cuando vio de reojo como Dani parecía intentar convencer de algo a su padre, quien parecía rehusado a escuchar.

— Tardaron bastante. -continuo Cecilia, frunciendo sus cejas levemente.

Roberto mordió su labio inferior, guiándola hacia le mesa de bebidas. — Ya conoces a tu hermano. -respondió, tomando dos copas de vino para ambos.

A pesar de que aquella celebración fuera el primer día de Cecilia tomando, término con su copa de vino en un par de segundos. La revelación de que Roberto quería pedirle matrimonio parecía un sueño hecho realidad. Al estar saliendo hace dos años, era simplemente perfecto que tuvieran los mismos planes a futuro. Cecilia no quería nada más que cumplir sus metas con Roberto a su lado.

Pero recién había cumplido dieciocho años. En unos pocos meses comenzaría la universidad y recién estaba ganando importancia en su equipo de hockey. Planear una boda no era lo ideal ahora mismo. Sabía que quería casarse con Roberto, pero si el quería proponerle matrimonio aquella noche, Cecilia sentiría una responsabilidad más en sus hombros, algo que sabía que no debía sentir ante la emocionante idea del matrimonio.

— ¿Todo bien? -preguntó Roberto con sospecha luego de que Cecilia terminara su trago en una cuestión de segundos.

Con una sonrisa forzada, Cecilia asintió, sin verlo a los ojos. — Voy a hablar con las chicas. Nos vemos más tarde.

Sin esperar respuesta alguna, Cecilia se dirigió directamente hacia donde estaba Dani. Su hermano estaba conversando con unos familiares, quienes intercambiaron sonrisas y halagos una vez que apareció la cumpleañera.

— Dani, necesito hablarte. -pidió Cecilia, tirando de la manga de su camisa, una costumbre de cuando era más pequeña y quería su atención.- Es urgente.

Dani la miró confundido pero siguió a la chica que lo guiaba hacia el jardín de su hogar. No quedaba nadie afuera, solo un par de amigos de Cecilia que aprovechaban la poca luz para fumar un cigarrillo a escondidas.

Cuando estaba segura que no había nadie cerca, Cecilia se volteo hacia el, una mirada seria en sus ojos que tenía una mezcla de ansiedad. — Por favor, no me digas que Roberto me quiere pedir matrimonio hoy.