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CAPÍTULO 34

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MARÍA SENTÍA CÓMO SI SU CORAZÓN ESTUVIERA RETUMBANDO EN SUS OÍDOS

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MARÍA SENTÍA CÓMO SI SU CORAZÓN ESTUVIERA RETUMBANDO EN SUS OÍDOS. Una risa escapó de sus labios cuando Matías agarró su celular, enviando un último mensaje para que la chica dejara de estar con su celular. Las risas de María se interrumpieron por los labios de Matías volviendo a plantar besos en ella, con "Tu Diablo" sonando de fondo.

Sus labios se sentían hinchados, pero no se detuvo en besar a Matías, quien continuaba pasando sus manos por su cuerpo, llegando hasta sus pechos para darle un firme apretón y luego volver a bajar por su espalda para darle una disimulada nalgada antes de volver a comenzar con todo su proceso de pasar sus manos por su cuerpo.

Habían terminado sobre uno de los sillones de su mesa, lejos de las miradas curiosas de las personas del boliche y de cualquier de los chicos que podría descubrir su secreto. Sin embargo, María no pensaba lo más mínimo en los chicos, despreocupadamente besando a Matías.

Estaba sentada a horcajadas de él, sosteniendo su rostro con sus manos para poder guiar mejor el beso. Matías reposó su cabeza contra el respaldo del sillón, abriendo más sus piernas, las cuales estaban en medio de las de la chica.

Por el movimiento, María tuvo que abrir más sus piernas. Colocó una de sus manos sobre el hombro del chico para estabilizarse, separándose de su beso por un instante para darle una sonrisa.

— No me tires al piso. -advirtió, agarrándose con fuerza de los hombros de Matías mientras colocaba sus labios sobre su cuello.

Una risa nasal escapó de Matías, acomodando su cabeza para darle más espacio a María. — Tranqui, beba. -le aseguró, pasando su mano por su rostro al sentir como la chica comenzaba a dejar chupones alrededor de su cuello.

Una vez que María estuvo satisfecha con las marcas rojizas que había dejado alrededor del cuello de Matías, arqueó su espalda para poder besar al chico, presionando su pecho contra el del chico. Matías sostuvo su cintura con fuerza, clavando sus dedos por encima del vestido al sentir los movimientos circulares que María realizaba con sus caderas por encima del bulto del chico.

SAFE AND SOUND | MATÍAS RECALTWhere stories live. Discover now