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PARTE DOS

CAPÍTULO CINCO




— AHÍ...JUSTO ACA ESTA TU BEBE.

Una sonrisa apareció en el rostro de María al escuchar las palabras de su ginecóloga. Se acomodó en la camilla en la que estaba recostada, apoyando su peso en sus codos para poder observar mejorar los detalles que aparecían en la pantalla a su lado.

Cuando se enteró de la noticia de su embarazo en el hospital de España, había dudado acerca de contarle a Matías o no. Una parte de ella quería decirle para que pudieran planificar que hacer, pero tampoco podía ignorar lo extraño que Matías se había comportado con ella los últimos días de su relación. No quería que el chico continuara con su noviazgo únicamente porque iban a ser padres juntos, sabiendo que aquello no era una solución.

María ya lo había visto de antemano en sus propios padres, y no quería obligar a Matías que siguiera con ella solo porque estaba embarazada. Supo que estaba haciendo la decisión correcta cuando aquel mismo día, luego de mentirle al chico y decirle que no estaba embarazada, Matías cortó con ella.

Le contaría en un tiempo que estaba embarazada cuando resolviera que hacer con él y con Felipe. Por ahora, en lo único en lo que quería enfocarse era en su futuro hijo y como serían las vidas de ambos.

Victoria la había acompañado a su consulta. Al tener dos años más que María, era un poco más experimentada con las relaciones, por lo que ya había tenido sus propios sustos de embarazos. María sabía que Dominique la obligaría a la fuerza a contarle a Matías o le contaría ella misma, y a Lola se le escaparía el secreto por accidente si llegaba a juntarse con Jaime, por lo que ir a su turno médico con Victoria le pareció lo mejor a la chica.

— ¿Puede verse ya? -preguntó Victoria con interés, levantándose de su silla para acercarse a la pantalla.

La médica asintió, presionando el transductor con mayor fuerza sobre el abdomen de María. — Estas de ocho semanas, por lo que está comenzando a formarse la cara y las extremidades del bebe. -explicó.

Victoria hizo una leve mueca al ver como la médica apuntaba al centro de la pantalla, dónde podía observarse una diminuta figura. — Qué impresión. -murmuró.

María chasqueó su lengua, manteniendo sus ojos fijos sobre su futuro hijo. — Vick, es hermoso. -replicó antes de señalar a su abdomen todavía plano, lleno de gel.- Todo eso está acá.

Casi se sentía cómo un sueño el hecho de que en menos de un año se volvería mamá. Ni siquiera estaba en una relación con el padre de su futuro hijo, y todavía no sabía que haría con su trabajo. Victoria ya la había convocado para que actuara en su obra que estaba terminando a fin de año, y por los cálculos de María, su bebe ya tendría tres meses, por lo que no sería difícil volver a trabajar.

De todos modos, todo era simplemente teorías y pensamientos de María sobre la marcha. Necesitaba hablar con Matías y con su mamá. A Eva no le agradaría nada el hecho de que María tuviera un hijo, no por su edad, sino por su pensamiento tradicional de que los hijos venían después del matrimonio. Sin embargo, María se permitió a sí misma enfocarse en el momento.

— Estos son sus ojos. -indicó la médica, señalando a una parte de la pantalla donde podía verse un pequeño circulo que contrastaba con el fondo negro.

SAFE AND SOUND | MATÍAS RECALTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora