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CAPÍTULO 44


UN CHILLIDO DE EMOCIÓN ESCAPÓ DE LOS LABIOS DE MARÍA AL VER COMO BOCA ANOTABA OTRO GOL. Al estar rodando la película durante el mundial, la mayoría de los partidos que había visto con los chicos tenía a todos apoyando a Argentina, por lo que le resultaba mucho más divertido cuando los equipos de los chicos competían entre sí.

Además, desde que había surgido la conversación acerca de a qué equipo de fútbol los chicos pertenecían, Felipe y María no paraban de molestarse entre sí desde aquella tarde mientras ensayaban.

— Ay. -había soltado María, con una risa nerviosa escapando de su cuerpo acostado en el piso.

Matías detuvo sus movimientos, alejando sus manos del pecho de la chica. — ¿Te dolió? -preguntó con preocupación.

María apoyó su peso en sus manos, acomodando su cuerpo para sentarse. — No, no, tranqui. -le aseguró.- Me hiciste cosquillas.

— Ah, me asusté. -admitió el chico, levantandose del piso para extenderle una mano a María.- Si queres descansemos un rato.

María asintió ante la propuesta del chico, tomando su mano para levantarse. Habían practicado por casi una hora la escena del desmayo de Cecilia, meticulosamente siguiendo la coreografía de los movimientos que Matías tendría que hacer para reanimar el corazón de la chica, mientras María hacía lo mejor posible por no moverse o reaccionar.

— ¿Viste el partido ayer? -preguntó María, sentandose en su silla luego de dejar su bolso en el piso.

Era de las primeras semanas de ensayos para la película, por lo que María seguía conociendo al resto de los chicos. Sin embargo, había notado el conjunto deportivo de Boca que Matías usaba cuando practicaban la escena del partido de rugby, por lo que le pareció conveniente charlar con él acerca de eso.

Considerando las numerosas escenas que tendrían que grabar entre ambos, tendrían que llevarse bien, pero María no podía negar que desde el momento en que se habían conocido, Matías le había caído realmente bien, con sus chistes, personalidad confianzuda y la forma en la que siempre compartía mates, algo que estaba preparando en aquel momento.

— Tremendo estuvo. -respondió Matías con una sonrisa, agarrando su termo una vez que la chica se lo pasó.- ¿Sos de Boca? -preguntó con interés.

María asintió, dando vuelta su celular para que se viera su funda transparente que había decorado con stickers. Al lado de un sticker donde había un ángel dentro de un corazón y otro donde se leía en una letra violeta "Speak Now", Matías pudo observar el escudo de Boca, lo que provocó una sonrisa en su rostro.

—Ah, me caso ya. -soltó, causando risas en ambos.- ¿Vos vas a la cancha? -preguntó, cómodamente sentado al lado de María en el salón donde se daría la lectura del guión.

María asintió, dejando su guión resaltado en la mesa enfrente de ella. — A la Gigante vamos siempre que podemos con mi mama y mi hermana cuando juega Central. -respondió.- Es re linda esa cancha, muy parecida a la Bombonera.

A su otro lado, Felipe detuvo su partida de truco contra Juani, chasqueando su lengua con disgusto. — Que asco esa cancha.

Las quejas no tardaron en oírse de parte de Matías y María.

— Lo decís porque nos los re cogimos ayer. -habló Matías con firmeza, pasándole su mate a la chica.

María asintió, tomando un sorbo del mate antes de hablar. — Solo llenan ese estadio cuando hay recitales.

Felipe bufó, continuando con sus quejas acerca de porque River era mucho mejor que Boca sin prestarle atención a las palabras de María y los insultos de Matías. Había sido de los primeros días en los que leían el guión, y el primer sentimiento de camaradería entre María y Matías.

SAFE AND SOUND | MATÍAS RECALTWo Geschichten leben. Entdecke jetzt