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PARTE DOS

CAPÍTULO CUATRO


MATÍAS PUDO DISTINGUIR LA INCOMODIDAD Y ENOJO DE MARÍA EN SEGUNDOS. Era evidente que la llegada de Malena había sido inesperada para la mayoría de los chicos, pero sabían que era íntima amiga de Paula y de los dos Agustín, es decir, Pardella y Della Corte.

La mujer tenía una sonrisa plasmada en su rostro, recorriendo con sus ojos a todos los que estaban en la mesa. Matías sospechó que la noche podría terminar mal, por lo que no dudó en acercarse a María, sentada en la otra punta de la mesa, mientras saludaba a los chicos con los que se cruzaba.

— Hola, ¿cómo están? -saludó Malena, dejando su campera al lado del asiento de Agustín, exactamente lo más alejada de María.

En cuanto Matías llegó a María, ignoró las advertencias en su mente al ver la sonrisa forzada en su rostro. — Mery, ¿todo bien? -saludó, acercándose para depositar un beso en su mejilla.

— Hola. -respondió la chica de forma cortante, asegurándose de que el saludo fuera lo más corto posible.

En cuanto su pómulo tocó el del chico, María se separó inmediatamente para dirigirse a su asiento. Felipe movió a un costado la silla a su lado, invitandola a sentarse a su lado pero la chica lo pasó de largo, sentándose al lado de Santiago. La sonrisa en su rostro se tornó genuina al ver al chico rubio, en especial por lo molesta que estaba con Felipe y Matías.

A pesar de la actitud distante de la chica, Matías no se daría por vencido. De todos modos, en cuanto amagó a agarrar la silla al otro lado de la chica para sentarse a su lado, María levantó sus cejas en cuestionamiento silencioso.

— Acá está Sina. -aclaró, volviendo a dejar la silla en su lugar original.

Matías estuvo a punto de responderle, con su propia impaciencia creciendo hasta que Malena apareció a su lado. — Hola, bella, vos sos María, ¿no? -saludó con una sonrisa antes de que Matías pudiera detenerla.

María asintió, forzando una sonrisa educada en su rostro. — ¿Cómo va? -saludó, tratando de no revelar lo malhumorada que estaba.

Para su suerte, Alfonsina acababa de llegar junto a Enzo, y no tardó en acercarse a la chica para saludarla. — Mery. -saludó, estirando la última letra del apodo para saludarla, dándole un abrazo a la chica.

La interacción entre María y Malena había sido corta, de unos pocos segundos, por lo que Matías se permitió a sí mismo respirar con normalidad. Sin embargo, su corazón comenzó a latir con fuerza al ver como Malena permanecía cerca de María, decidida a seguir su conversación con ella a pesar de la llegada de Alfonsina.

— Ay, perdón, pero no puedo decirte así. -soltó Malena con una risa.- María es un nombre re común, ¿no te molesta? -le preguntó, todavía con una sonrisa en su rostro.

María pestañeó, conteniendose a sí misma para no soltar un insulto. Estaba decidida a ser lo más educada posible con la mejor, pero le parecía totalmente extraño como había llegado con el objetivo de molestarla, todo de una forma pasiva agresiva.

Antes de que pudiera contestarle, Felipe se acercó, dejando sus manos sobre el respaldo de la silla de María para estar cerca de la chica. Varios de los chicos todavía no se habían sentado en la mesa larga, por lo que no parecía extraño que permaneciera parado cerca de la chica.

SAFE AND SOUND | MATÍAS RECALTWhere stories live. Discover now