SAFE AND SOUND | MATÍAS RECALT

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CAPÍTULO 9

LAS ESCENAS DE LA PELÍCULA EN EL AVIÓN CONTRASTABAN CON EL AMBIENTE EN EL SET. Todos los actores estaban mirando entre tomas los partidos del Mundial, incluida María. Estaba compartiendole datos de su celular al de Felipe, apretados en un mismo asiento con una de las piernas de María encima de la del chico para que entraran.

— Cuidado con el vestido. -le advirtió María, acomodando el final de su cardigan rosa.

El resto de los productores seguían definiendo el mejor ángulo para las siguientes tomas, dándole un par de indicaciones a Enzo con respecto a que expresiones debía mostrar en la escena. Era el tiempo perfecto para descansar y continuar viendo los partidos que estuvieran ocurriendo.

Felipe rodó los ojos, soltando un suspiro exasperado por la incómoda posición en la que estaban. — No entramos, tarada.

María ajusto su agarre en el apoyabrazos, decidida a no irse del asiento. — Bancatela hasta que termine el primer tiempo. -trató de convencerlo, soltando una risa por los gritos de los chicos ante un gol.

En el medio del tumulto, con los chicos festejando a pesar de las advertencias de la producción, María no escuchó a Felipe hablarle. — Es insoportable estar así.

Las risas de María aumentaron cuando Felipe trató de empujarla de su asiento. No era con maldad, algo que podía observarse en la sonrisa del chico.

— Que de la mano de Leo Messi, todos la vuelta vamos a dar. Veni, veni. -cantaban los chicos, sin notar como María estaba en el borde de su asiento, tirando del brazo de Felipe para tratar de tirarlo al piso.

Felipe soltó una carcajada al ver cómo María tuvo que sostenerse del brazo de Blas para no caerse. El chico estaba en el pasillo, continuando con los cánticos de futbol que Juani estaba grabando, sin notar cómo en el video luego se vería en el fondo a María y Felipe tratando de empujarse para que alguno de los dos terminara en el suelo.

— Vamos, nene. -gritó Matías una vez que el partido terminó el primer tiempo.

Acomodandose en su asiento al lado del de Santiago, pudo observar como María y Felipe estaban distraídos en su propia diversión. Blas trataba de detenerlos, sosteniendola a María por sus hombros en el caso de que alguno de los empujones de Felipe lograran desestabilizarla y empujarla por completo del asiento.

Con una sonrisa traviesa, Matías estiró su cabeza para mirar a la chica mejor. — Gorda, vení. -llamó a María, indicandole con su mano que se dirigiera hacia su asiento.

Ante la momentanea distracción, Felipe logró empujarla a María de su asiento. Como lo había previsto, las manos de Blas se ajustaron debajo de los brazos de la chica, preveniendo que cayera al suelo.

A pesar de su sonrisa, María golpeó el brazo de Felipe. — Forro. -lo insultó, viendo como estaba tranquilamente acomodándose en su asiento.

Sin embargo, Felipe levantó sus cejas hacia Matías luego de escuchar el apodo que había utilizado con la chica, observando como María se dirigía hacia su asiento con total naturalidad. Estaba seguro que había visto un leve color rosado en las mejillas de María, pero no estaba seguro si había sido por Matías, por casi caerse al suelo o si ya era parte de todo el maquillaje que le habían puesto para la escena.

— ¿Seguís en personaje o qué? -preguntó Felipe con burla.

Matías le rodó los ojos, a punto de decirle algo cuando María se acercó a él. Las palabras no le lograron salir, simplemente observando como el rostro de María continuaba con una sonrisa genuina.