24.5 (EXTRA 2.2)

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CAPÍTULO 24.5
EXTRA 02.2

OCTUBRE DE 1972

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OCTUBRE DE 1972

CUANDO CECILIA NO RECIBIÓ NINGÚN LLAMADO DE CARLITOS, NO PENSÓ QUE FUERA ALGO EXTRAÑO. Considerando la tensión que había entre ambos, suponía que su esposo no sería lo suficientemente maduro cómo para avisarle que había llegado a Chile y que ya se encontraba en su hotel.

Lo que volvió a Cecilia intranquila fue no recibir ningún tipo de aviso de parte de Daniel o de sus primos. Junto a Fito y Eduardo, al menos uno de los chicos solía llamarla todos los días por su creciente embarazo. Incluso cuando no estaba embarazada, sino que se había mudado con Carlitos, los primos organizaban alguna comida para poder ponerse al día una vez por semana.

Sus padres no quisieron contarle la noticia del accidente por temor a que su salud se dañara, y en consecuencia, la del bebe. Sin embargo, por las crecientes sospechas de la chica, tuvieron que contarle lo ocurrido. Preferían hacerlo de una manera en que lograran contenerla en vez de que se enterara por la radio.

La semana siguiente fue una pesadilla para Cecilia. Su único consuelo era que algún rescate llegara a donde estaban los chicos y que volvieran pronto. Tenía esperanzas en que su familia estuviera viva, y que el resto de los chicos cómo Coco y Susana estuvieran a sano y a salvo.

A pesar de su resentimiento hacia Carlitos, no quería que su hijo creciera sin su padre. Sin embargo, cuando no lograba conciliar el sueño en su casa que parecía demasiado grande para ella sola, no podía evitar pensar en su esposo. Confiaba en que Daniel y sus primos lo mantuvieran a salvo, pero Cecilia sabía que Carlitos era un chico mimado y consentido que nunca había pasado frío o hambre.

Cuando la noticia de que la reanudación del rescate se daría en meses más tarde, Cecilia se encontraba escuchando la radio con Margarita y Soledad, las novias de Álvaro y Jose Luis. El rostro de Cecilia se había vuelto pálido al procesar las palabras de la radio. Juntarse para escuchar la radio con las novias del resto de los chicos que habían estado en el avión se había vuelto una costumbre, a pesar de que Cecilia tenía que aguantar las ocasionales miradas de lástima dirigidas a ella y su estómago. Por unos minutos, no pudo reaccionar a las palabras de las chicas, y cuando su presión bajó con rapidez, Cecilia luchó contra su propio desmayo por miedo de la vida de su bebe.

En el hospital, un tumulto de pensamientos la invadió. Sin embargo, todos estaban relacionados con el accidente del avión. Lo que más la asustaba no era su temor a que su hijo creciera sin su padre o que Carlitos no estuviera cuando ella diera a luz. La invadía de vergüenza estar más preocupada por Daniel y sus primos que por su propio esposo.

Trataba de razonarlo con el simple hecho de cómo Carlitos había dado indicios de no involucrarse por completo con la vida de su hijo. Por aquella realidad, Cecilia ya había sospechado que la figura paterna en el día a día de su hijo sería Daniel por su presencia ya desde antes de su nacimiento. Aquello no era justo para su bebe o Daniel, pero era algo que Cecilia no podía evitar pensar.

SAFE AND SOUND | MATÍAS RECALTWhere stories live. Discover now