41

1.3K 209 76
                                    

CAPITULO 41

LO ÚNICO QUE PODÍA OÍRSE EN EL CUARTO DE HOTEL DE JUANI Y FELIPE ERAN LAS RISAS DE LOS CHICOS Y LAS CARCAJADAS DE MARÍA Y FRANCISCO

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

LO ÚNICO QUE PODÍA OÍRSE EN EL CUARTO DE HOTEL DE JUANI Y FELIPE ERAN LAS RISAS DE LOS CHICOS Y LAS CARCAJADAS DE MARÍA Y FRANCISCO. Se habían instalado allí luego de distribuirse a lo largo del hotel en Uruguay en que se encontraban, y apenas María había dejado sus pertenencias en su habitación, no había dudado en buscar a Francisco, decidida en no quedarse sola llorando, sino tratar de divertirse con los chicos y evitar a Matías.

— Dale. -habló Juani, comenzando a grabar con su celular.- A la cuenta de uno...

María se acomodó sobre la cama de Felipe, alejándose del mencionado que trataba de hacerle cosquillas. — Dos. -agregó, tirando la almohada al piso.

— ¡Tres! -finalizó Francisco el conteo.

En cuanto las palabras escaparon de sus labios, María y Francisco impulsaron sus cuerpos hacia adelante para hacer una vertical. Estaban desafiandose para ver cual de los dos aguantaría más tiempo en equilibrio, con María cuidadosamente distribuyendo el peso de su cuerpo en sus manos sobre la cama de Felipe mientras que Francisco seguía riendo en la cama de Juani.

La escena caracterizaba las múltiples interacciones que se habían dado entre los chicos durante el proceso de grabación, el cual estaba llegando a su fin. Sin embargo, María dejó aquel sentimiento de nostalgia de lado, concentrándose en el momento que estaba pasando con sus amigos.

— Ay, se me cae la remera. -habló en cuanto la tela de su remera negra terminó en su rostro.- Ayudame, Pipe. -rogó con rapidez, no queriendo perder contra Francisco pero tampoco que todos los chicos la vieran sin su corpiño.

Felipe rió, dejando su mate que ya había tomado en la mesa de luz antes de acercarse a la chica. — Te faltan las papas para ese lomo. -comentó, causando risas en la chica.

Mientras Juani silbaba y Simón le daba una fuerte palmada a la espalda de Felipe, María observó de reojo el leve rubor que aparecía en el rostro de Felipe. El chico simplemente tensó su mandíbula, presionando su palma contra el abdomen de María para que no volviera a caer su remera.

Un escalofrío recorrió el cuerpo de María al sentir la mano fría de Felipe sobre su piel. Era un claro contraste con el calor que transmitía su cuerpo, a pesar de estar usando únicamente su remera oversize y unos shorts de jean rasgados que le quedaban grandes. No había forma en que pudiera alejarse del chico por la posición en la que estaba, pero María tampoco estaba segura de querer hacerlo.

— Mira cómo está temblando Fran. -señaló Juani entre risas.

María volteó su rostro ruborizado para ver al chico rubio. — No vas a poder aguantar mucho más. -tarareó, sacándole la lengua.

A pesar de los gritos de Francisco y los chillidos de María, las risas continuaron invadiendo la habitación.

— Che, Pipe, eso es trampa. -advirtió Esteban, chasqueando su lengua al ver la proximidad del chico con María.- No la podes agarrar.

SAFE AND SOUND | MATÍAS RECALTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora