SAFE AND SOUND | MATÍAS RECALT

24

CAPÍTULO 24

LA VUELTA DE BELÉN Y EVA A ARGENTINA HABÍA LLEGADO MÁS RÁPIDO DE LO QUE MARÍA SE ESPERABA. Tendrían que irse antes de Año Nuevo, y a pesar de que María había pasado una noche genial con sus compañeros de la película en Navidad, sabía que en aquella festividad no dejaría de pensar en su familia.

— Las voy a extrañar muchísimo. -habló, ajustando su agarre sobre Belén, a quien abrazaba con fuerza.

Belén escondió su cabeza en el hombro de María, sabiendo que si miraba a su hermana a sus ojos terminaría llorando. — Nosotras más. -respondió antes de separarse de su abrazo.

Eva, siempre practica en los momentos sensibles, apoyó una mano en el hombro de María. — Compre comida para que tengas para el próximo mes. -hablo, sosteniendo el rostro de su hija.- Tu nutricionista me explicó todas tus próximas comidas.

María sonrió, pestañeando varias veces para evitar que cayeran las lágrimas que se habían acumulado en sus ojos. Aquella noche era su cita con Matías, y a pesar de que les había dicho a su hermana y mama que simplemente saldría a comer con sus amigos, ambas se habían dado cuenta de lo que estaba pasando en realidad cuando la vieron prácticamente sacar todas las prendas de su armario para encontrar el atuendo perfecto.

Tampoco ayudaba que Belén hubiera escuchado a María grabar un Tiktok en su cuarto. A pesar de que lo había guardado en borradores, había escuchado su voz claramente decir "Get ready with me para nuestra primera cita con Matías. No voy a publicar esto por ahora pero probablemente lo publique más adelante cuando seamos novios cómo si fuera una cápsula del tiempo. Muy diver."

— Te ves preciosa. -continuó su madre, acomodando la bata de su hija que ocultaba su atuendo para no ensuciarlo mientras se maquillaba.

María la abrazó, con cuidado de no arruinar su maquillaje. — Gracias, ma. -respondió, sintiendo cómo Eva acomodaba su cabello.- ¿Estás segura que no necesitas nada de plata?

— No, María. -negó rotundamente su madre, separándose lentamente para sostener el rostro de la chica entre sus manos.- Quiero que disfrutes esta experiencia y no te preocupes por nada, ¿si, cariño?

La chica asintió, envolviendose en el cariño de su madre cuando depositó un último beso en su mejilla. En cuanto bajaron por el ascensor, en la puerta del edificio esperaron pacientemente al taxi que llevaría a Eva y a Belén al aeropuerto. Habían elegido un vuelo que saldría a la noche para que María estuviera ocupada en su cita con Matías y que no estuviera angustiada al despedirse de ellas en el aeropuerto.

Una sonrisa apareció en el rostro de María en cuanto apareció Matías, acercándose al edificio. Vestía un pantalón oscuro con líneas blancas que combinaban con su camisa blanca manga corta. En sus manos tenia un ramo de flores amarillas que trató de esconder detrás de su espalda sutilmente al ver a María en la puerta del edificio junto a su hermana y mama.

— ¿Cómo va? -saludó educadamente, observando cómo Eva alcanzaba sus dos valijas hacia el taxi que acababa de llegar.- Deje que yo la ayudo. Mery, ¿ya estás lista? -preguntó, mirando de reojo a la chica que seguía con su bata tapando su atuendo.

María negó con su cabeza, mordiendo el interior de su mejilla para evitar ruborizarse ante la mirada traviesa de Belén. — Ya casi. Te aviso y nos vemos abajo. -sugirió.

— No, no, te paso a buscar. -respondió Matías, colocando las valijas con facilidad en el baúl del auto.

La chica frunció sus cejas por las palabras de Matías. — Es al pedo que subas un piso.