Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
JUNIO DE 1969 AU que toma lugar dos meses después del aniversario de dos años de noviazgo entre Cecilia Fernández Strauch y Carlitos Páez
A SUS DIECISÉIS AÑOS, CECILIA PODÍA DECIR CON SEGURIDAD QUE LA MATERIA QUE MENOS LE GUSTABA EN LA ESCUELA ERA HISTORIA. No era que no le interesaban los importantes acontecimientos que figuras históricas habían atravesado, pero la voz monótona de su profesora la aburría demasiado.
Con las agujas del reloj moviéndose con lentitud, Cecilia permitió que sus ojos pasaran por los anillos que decoraban sus dedos. Todos habían sido regalos de sus novios, y la pulsera de acero que decoraba su muñeca izquierda también había sido parte de su regalo de aniversario cuando cumplieron dos años cómo pareja.
El ruido del timbre la sacó de sus pensamientos. La clase finalmente había finalizado, y Cecilia tardó pocos segundos en juntar sus pertenencias antes de guardarlas en su bolso. Dejó su blazer colgando del mismo, acomodando la camisa de su uniforme antes de salir del aula junto a sus amigas.
Las risas fluían entre el grupo de chicas, debatiendo si merendar antes o luego de la práctica de hockey del día siguiente. Antes de que Cecilia pudiera protestar acerca de no querer retirarse antes del entrenamiento para poder llegar más temprano a su cafetería favorita, una sonrisa apareció en su rostro al notar el familiar Torino esperando cerca de la entrada de la escuela.
Sus amigas compartieron miradas, instantáneamente comenzando a cuchichear acerca de la llegada del novio de Cecilia. — Apareció el galán. -comentó una de ellas.
Cecilia rodó sus ojos antes de apresurar sus pasos para llegar al chico que la esperaba, con su cuerpo apoyado contra el auto y sus brazos cruzados de una forma despreocupada. Los mocasines de la chica hacían un ruido constante sobre el camino hasta la entrada, deteniéndose en cuanto Cecilia llegó al chico.
— ¡Carlitos! -chilló, envolviendo sus brazos alrededor del cuello del chico para abrazarlo.
Carlitos sonrió, dejando un beso ruidoso sobre la mejilla de la chica. — Hola, corazón. -saludó, ajustando su agarre sobre la cintura de la chica.- ¿Cómo te fue hoy?
Cecilia dejó un largo beso en los labios del chico, sonriendo en medio del mismo cuando Carlitos agarró con más fuerza su cintura. — Bien, pero la clase de historia fue demasiado aburrida. -respondió entre los besos que dejaba en los labios de su novio.- ¿Cómo te fue en la práctica hoy?
Carlitos sostuvo el rostro de Cecilia entre sus manos, casi sin pensar acerca de su pregunta debido a que toda su atención estaba en besar a la chica. — Genial. -murmuró, llevando sus manos por debajo de la camisa de la chica.- Cómo siempre.
Cecilia rió, empujando sus manos de su cuerpo. — Qué sorpresa. -respondió con sarcasmo.
Tomó un paso hacia atrás, sospechando que si seguía pegada a Carlitos, besándose cómo si no se hubieran visto la noche anterior, alguna de sus profesoras la regañaría. Luego de pasarle su bolso a Carlitos, sonrió al notar al chico con rulos sentado en el lado de pasajero en el auto.
