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CAPÍTULO 12


ESCENA 23

A la vuelta, Carlitos se encargó de cantar por lo bajo. Cecilia trató de distraerse con su voz para evitar pensar acerca del paradero de su radio. Cuando volvieran al fuselaje, podría confirmar con Roy que él tuviera su radio y poder organizar otra búsqueda con el resto de los chicos. Los abrigos y la comida que habían encontrado eran reconfortantes, en especial al ver a Nando sosteniendo a Susana fuera del fuselaje, tratando de que los pocos rayos del sol le dieran calor a la chica.

Carlitos agitó su brazo en el aire para que los vieran. — ¡Encontramos más cosas!

Coco le pasó el bolso a Marcelo. Aquel objeto era una pequeña victoria, pero al no notar a su familia o a Roberto cerca, Cecilia frunció sus cejas en confusión.

— ¡Dani! -llamó Cecilia, tratando de encontrarlo.

Se dirigió hacia el fuselaje. Debía guardar las galletitas que había encontrado en la valija en donde guardaban la poca comida que les quedaba, algo que Cecilia observó con preocupación.

En su mente apareció un pensamiento intrusivo de comer algunas de las galletitas que había encontrado. Sabía que debían compartir toda la comida que encontraban para asegurar la supervivencia de todos, pero Cecilia no pudo evitar sentir el desesperante hambre en su estómago.

Antes de que pudiera decidir si abrir el paquete o no, sintió pisadas acercándose a ella. Cuando había entrado al fuselaje, no había encontrado a nadie, en especial porque la mayoría de los supervivientes se encontraban afuera, esperando a cualquier indicio de algún avión de rescate.

La tensión se evaporó del cuerpo de Cecilia al ver que se trataba de su familia y Roberto, quien caminaba lentamente detrás de los tres chicos. La sonrisa radiante en el rostro de Cecilia contrastaba con el rostro serio de Fito y Eduardo y la fría mirada en los ojos de Daniel.

— Dani, encontré nuestras galletitas. -habló Cecilia con emoción, levantando el paquete para que su hermano lo viera.

Daniel no contestó, continuando con su expresión seria en su rostro. Cecilia sintió una leve confusión por cómo su hermano y primos parecían ignorar sus palabras, pero trató de no darle importancia. Después de todo, la actitud reservada de los chicos se había intensificado desde el accidente, y Cecilia no estaba sorprendida de aquello.

La chica siguió acomodando la poca comida que tenían, tratando de hacer espacio en la valija para sus galletitas. — No estaba mi radio porque me olvidé que se la había prestado a Roy, pero estoy segura que mañana la vamos a encontrar y puedo... -comenzó a hablar con un tono casual, sin saber lo que le esperaba.

— Cecilia, basta. -interrumpió Fito de forma cortante.

La expresión dura en el rostro de su primo solo confundió a Cecilia más. Levantándose de su lugar, trató de buscar una razón por la cual los chicos parecían estar conteniendo su enojo, excepto Roberto, quien trataba de calmar sus nervios al mirar fijamente al suelo.

— ¿Por qué están tan serios? -preguntó Cecilia, todavía con una sonrisa en su rostro por la pequeña victoria de las valijas que había encontrado.- Estas son buenas noticias. ¿Qué pasó?

Sus palabras casuales solo parecieron enfurecer aún más a Daniel. — ¿Qué pasó? -preguntó sarcasticamente.- ¿Queres saber qué pasó? Ustedes dos nos estuvieron mintiendo todo este tiempo. -acusó, mirando directamente a Cecilia y Roberto.

La sonrisa de Cecilia desapareció de su rostro, finalmente sintiendo la tensión en el ambiente. — ¿De qué hablas? -preguntó antes de dirigirse a su prometido, tratando de poder verlo detrás de los chicos.- Roberto, ¿pasó algo?

SAFE AND SOUND | MATÍAS RECALTWhere stories live. Discover now