Capítulo 6

2 1 0
                                    

-¡Antony, hijo! -se escuchó la voz de un hombre al otro lado del teléfono.

-¡Hola, papá!

-¿Sucede algo? -dijo su padre en tono preocupado.

-No, no, está todo bien -hizo una corta pausa- aunque... un poco asustado.

-Es natural sentir miedo, hijo -lo tranquilizó su padre- es fundamental para nuestras vidas. Con él nos enfrentamos a nuestros más grandes temores, y así nos volvemos más fuertes.

-¡Eso es lo que siempre me has dicho, papá! -le dijo Antony con una suave sonrisa- pero no dejo de pensar en todo esto.

-¿En el traslado?

-¡Sí!

-Y ¿qué te preocupa? -preguntó el hombre con serenidad.

-En si tomé la decisión correcta. El alejar a toda mi familia de su vida en la ciudad y en cómo les podría afectar este cambio -Antony dejó escapar un suspiro.

El sonido que producía el motor de una motocicleta irrumpió la tranquilidad de la carretera para luego transformarse en un lejano susurro.

-¿Has notado algo en ellos?

-No. Hasta los momentos lo están tomando muy bien. Los chicos están emocionados y Liliams... Liliams conoció a una adorable anciana que vendrá a ayudarla con la decoración de la casa.

-Y si has notado eso ¿Por qué te preocupa, hijo?

-Es solo nuestro primer día, papá, no sé cómo puedan ser los siguientes.

Se hizo una breve pausa entre ellos.

-No te adelantes a los hechos, solo espera y cuando el momento llegue, tendrás que ser aún más fuerte para ellos -le aconsejó su padre- Santa Cruz de Mora es un hermoso pueblo. Las personas son amables y agradables. A tu familia le va a gustar.

-Tienes razón -admitió- ¿Cómo sabes de él?

-Estuve por allá en el 2005 como voluntario. El pueblo había sufrido una fuerte inundación que destruyó algunas zonas. Las personas quedaron sin casas, sin ropa, sin comida y necesitaban mucho apoyo. Fue doloroso ver cómo algunas personas del pueblo lloraban la pérdida de seres queridos y la devastación que tuvieron que vivir. Pero en realidad la mayoría de las personas que fallecieron eran de otras ciudades y pueblos cercanos. No te imaginas la cantidad de historias que me relataban. Ni la cantidad de cuerpos que ayudé a rescatar y mucho menos la tristeza y el dolor que sentí al pensar por todo lo que tuvieron que pasar durante toda una noche para tratar de salvar sus vidas y a sus seres amados, y en especial lo que debían vivir durante las semanas siguientes pero... la verdad es que son personas fuertes, se enfrentaron a su situación con mucha madurez y entre todos ayudaron a levantar al pueblo para salir adelante.

Antony guardó silencio, mientras esperaba a que su padre recuperara el aliento. La verdad era que nunca se había enterado de lo ocurrido en ese pueblo, y mucho menos de que su padre había sido voluntario para ayudar y apoyar a las personas que más lo necesitaban.

El sonido del abrir y cerrar de una puerta se dejó escuchar desde el piso superior, seguido por unos cuantos pasos que desaparecieron al entrar a una de las habitaciones.

-¿Cómo está mamá? -preguntó para cambiar de tema.

-Está muy bien, ha comenzado a pintar otra vez, eso me hace muy feliz. Tienes que ver los cuadros que ha hecho, son increíbles. Tiene un gran talento -contestó. En su voz se podía notar el amor que sentía por su esposa.

-Me alegra escuchar eso... ¿y tú cómo te has sentido? -Antony esperaba una buena respuesta.

Tierra SantaWhere stories live. Discover now