lessons.

10.9K 771 150
                                    



Comenzamos a caminar por aquella acera ya que para nuestra mala suerte los autos impedían nuestro paso.

—Extraño el sonido de estos viejos autos—susurra Sophia mientras abraza con más fuerza su muñeca.

—Yo extraño la pizza —responde Rubén tomando de la mano de la pequeña.


Entre Miguel y yo empujamos un auto para poder pasar. Encontrándonos sin ningún rastro de un grupo a unas personas.


—Nos abandonaron —susurra Carl quitando su sombrero mientras que dibuja una mueca entre tristeza y decepción.


Sophia se lanzó a los brazos de Rubén comenzando un llanto desgarrador, lleno de dolor. Comenzando a caminar buscando en los autos en uno color amarillo desgastado habían letras grandes: Sophia, Carl nosotros... ya no se veía más, la lluvia lo había borrado.


—Carl —lo llame— lo siento pero nosotros tenemos que seguir.



Rubén soltó a la pequeña Sophia para poder dejarla con el castaño; Miguel comenzo a caminar fuera de aquel lugar seguido de Ruben que cargaba un rostro lleno de angustia, acto seguido hice los mismo pero una mano me detuvo, Carl me veía suplicante.



—No, por favor, no nos dejen. Estamos solos, somos niños.


Mire suplicante a Miguel que se mantenía firme lejos de nosotros.

—Podemos hacer una nueva familia, con estos pequeños. —dice Miguel formando una sonrisa.


—¡Quiero ser el padre! —grita Rubén dando saltos con una sonrisa.

Sophia con una sonrisa se lanzo una vez más a los brazos de Rubén que este sin dudarlo la levantó por el aire mostrando sus cabellos risados.



















—¿Escuchan eso? —susurra el ojimiel, levantandose de aquella improvisada.


La oscuridad de la noche no ayudaba demasiado, tomando nuestras giramos a todos lados comenzando a caminar a los autos. Un grito tan desgarrador me hizo girar de golpe junto con los chicos, Sophia era mordida del cuello a la par que Carl se dejaba caer al suelo alejándose torpemente de esa escena.

—¡Sophia!

Sin dudarlo me acerqué a Carl levantandolo del suelo entre su llanto y negación al ver a su amiga ser devorada frente a sus ojos. En el momento que gire al bosque una horda comenzaba a salir de el; tomando a Carl por los hombros comenzamos a correr alejandonos de ahi



—¿Estás Bien Carl? —pregunté jadeante


Sus ojos no tenian un punto fijo sus lágrimas no paraban de salir a la par que sus sollozos se hacían cada vez más fuertes. Sin dudarlo lo abrace apegandolo a mi pecho; comenzandolo a mecer mientras que sentía sus lágrimas mojar mi pecho, por parte de Rubén se limpiaba la sangre de la pequeña niña que trato de ayudar, Miguel se mantenia de espaldas observando el bosque

—No lo voy a dejar, Atlanta se pospone.




La noche transcurrió tranquila Carl durmió en mis brazos; Miguel simplemente se ocurruco en un arbol. Nosotros gracias a nuestro virus podemos dormir pero no lo necesitamos.



—Hey, crees que podríamos nosotros ya sabes detener a Umbrella —opina en un susurro.


Negué con la cabeza ganandome una sonrisa torcida de el


—Si tan solo nos hubiéramos dedicado a pasar el estúpido nivel del Call Of Duty —añado provocando que los dos riéramos.

—Jamás terminaremos ese juego.


Sonreimos tristemente dandonos cuenta que estaba amaneciendo, Carl se levantó y no dijo nada solo estaba ahí viendonos.





—Nunca supe disparar —soltó.
—Te podemos enseñar.



Caminamos por el bosque le extendi un arma pequeña, Rubén se encargó de conseguir un caminante y lo amarramos a un árbol.


—Normalmente, la fuerza con la cual sale disparada la bala moverá tu cuerpo así que trata de abrir un poco las piernas tratando de tener equilibrio y estabilidad, así se quita el seguro y jalas el gatillo.—indique


Me coloque atrás de él, empezó a disparar hasta que le dio en la cabeza.


—Trata de ver la puntería como si fuera un videojuego, así será más fácil —agregue dandole unas palmaditas en la espalda.


Asintió acomodandose su sombrero y disparó a una botella que le colocamos justo en el blanco.


—Eres bueno, quédate con esa, era mía pero se te ve mejor a ti.


Le quite su sombrero para despeinar su cabello ganandome una risa.



—Gracias, será mi arma favorita, jamás la cambiaré.


Sacando un silenciador se lo coloque dándole una leve sonrisa.


—Así no atraes caminantes y estas más seguro.

Su mirada completamente cambio dando una mirada de tristeza; Rubén dio un asentimiento de cabeza para adelantarse junto con el pelinegro.


—¿Qué sucede Carl? —pregunte sentandome junto con el aquel tronco de ese viejo árbol.

—Tengo miedo de usar un arma, quiero tener una infancia normal, no con un arma en el bolsillo y correr cada cinco minutos porque los caminantes nos siguen, quiero un lugar seguro eso es todo.



—Carl ¿Tienes todavía a tus padres?

En su respuesta, asintió.


—Un día tu padre no estará, ni tu mamá, ni tus amigos, ni si quiera yo para salvarte como hace unos momentos, tendrás que crecer y valerte por ti solo, quisiera que tuvieras una infancia como la mía, pero no se puede. No más juegos de niños, es hora de madurar  conserva el arma tienes que protegerte.



Pase un brazo por sus hombros haciendo que sus ojos azules chocaran con los mios dandome un asentimiento de cabeza giró su cabeza hacia el arma. Es como si estuviera hablando con... ¿mi hijo?

模糊Kde žijí příběhy. Začni objevovat