mother and daughter.

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Rodeando los ojos ante aquellas muecas de disgusto que me daba la menor y el paso en el cual caminaba me obligaba a retrasar el mio:—Enid por favor camina más rápido todavía faltan 3 kilómetros para llegar.—pido de la manera mas amable.


—¿Quién dijo que quiero llegar?—reprocha.


Solté un suspiro frustrada, tomándola con delicadeza de la muñeca la comence a jalar obligandola a caminar, esta en voz baja me lanzaba repetidas maldiciones a la vez que apretaba los dientes.


—¿Cómo eras cuando tenías mi edad?—pregunta cambiando el tema.

—Quizá era un poco menos fastidiosa que tu—conteste.

—Idiota


Deteniendo mi paso me gire hacia ella provocando que me diera una mirada asustada, sin embargo, solamente le saque la lengua en forma de burla provocando que soltara una risa—¿Vez? tu risa es mejor que tu cara de chica madura.—tras decir eso, para de reír para mostrarme una sonrisa en su rostro.


Desviando su mirada y con sus mejilla sonrojadas, juega con sus manos nerviosa;—Creo que por eso Carl te quiere mucho, sabes que decir cuando es necesario, hasta has logrado sacarme una sonrisa.


Ambas retomando nuestro camino, observe su perfil. Después de estas horas de conocerla me dijo algo que no fuera un insulto, un reproche, o una pregunta, su cabello largo caía en forma de cascada provocando que no pudiera ver parte de su rostro, llevando mi mano a su cabello coloque aquel mechón largo atrás de su oreja provocando que se sonroje;—Eres buena Enid, nunca dudes de ello.


—Yo no lo veo así—responde pateando una piedra que estaba en el suelo.


—No soy nadie para decírtelo, pero tus padres estarían orgullosos de ti, y con aquella sonrisa que me has dado. Me siento orgullosa de ti, te diré un pequeño secreto—le giño el ojo provocando que me de una sonrisa mostrando sus dientes—La mejor manera de honrar a los muertos es seguir aunque tengas miedo.


En respuesta de Enid, ella asiente repetidamente como si le emocionara saber eso, sin pensármelo dos veces pase mis brazos por sus hombros y la atraje hacia mi provocando que esta me de una mirada sorprendida, con un poco de timidez me abrazar por la cintura y recarga su cabeza en mi cuerpo.  —Gracias—susurra cerrando los ojos como si disfrutara aquella sensación.


Ambas alzando la mirada, nos encontramos con una Alexandria rodeada, separándome lentamente de Enid retire los globos de la mochila de Enid provocando que instantáneamente comenzaran a volar por el cielo.—Dios Mio—susurra la castaña provocando que vuelva mi vista notando como la torre de Alexandria caía al suelo provocando un sonido estruendoso.—Ya no importa, Rick y Carl te lo perdonaran.


Subiéndome al árbol mas cercano ignorando aquello dicho por la menor, observe como los caminantes entraban tomando la comunidad como si fuera solamente un cruce en su camino, un camión que se mantenía adentro de la comunidad se encontraba intacto.—Tengo un plan—exclame antes de bajarme de solo un brinco.—Necesito que subas a ese árbol su vez que los caminantes se desvían, y no baje por nada del mundo.


—¿Estas de coña?—cuestiona Enid deteniéndome—No puedes solo hacerme reír, sonreír y hacerme sentir en casa para después irte ¡Eso hizo mi familia, tu no puedes irte!


Sus ojos comenzaron a cristalizarse y sus labios comenzaron a temblar, agachándome a su estatura limpie una lagrima que descendía de su mejilla—¿Quien hablo de no volver?—cuestione—, tienes que ser fuerte por mi Enid, correré al camión, tocare la bocina y me iré con la horda.


—Si juntas las hordas no volverás, y lo sabes.

—Lose, pero mi familia necesita este lugar creo en este lugar... prométeme algo Enid.

—¡No! ¡No! Te dije todos se van.

—Tienes que cuidar de Carl—le tome el rostro para que viera ya que negaba con la cabeza—Te necesitará.

—No te despides, tienes que volver...

—Nadie sabe que pasará...—bese su frente—deja de ser tan fastidiosa y sonreí más pequeña.

Comenzando nuevamente a caminar, esta me jalo de nuevo deteniéndome, me extendía aquella vieja mochila;—La necesitarás más que yo—se apresura decir, con una sonrisa me la coloque en la espalda-


—Cuídate Enid.
—Cuídate Alice, o mejor dicho suegra.


Giñendome el ojo, hace que le de una mirada sorprendida, sin embargo su sonrisa provoca que confia ciegamente en ella.

—Se que dejó a Carl en buenas manos como en las tuyas, si lo lastimas juro que no se como volveré y te mataré.—advierto provocando que me de una risa.

—No lo dañare—asegura.

—Entonces adiós, nuera.

—Adiós suegra.


Girando sobre mis propios talones comence a correr con dirección al lado opuesto de Alexandria, debo estar jodidamente enamorada para hacer esto. Sonreí; por supuesto que si.

模糊Where stories live. Discover now