the end.

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El tiempo había pasado considerablemente, Becky Grimes, era prueba de ello, su cabello rizado —que era igual al de su padre— caía por sus hombros esta llegar a su cintura, esta toma fuertemente de la mano a Rubén, que ahora obtiene un aspecto más maduro.


—Tío Rubius —lo llama mi hija en un susurro —, ¿Extrañas a tía Ada?


Rubén con una sonrisa asiente lentamente a la par que esquiva con su cabeza una rama que colgaba de aquel árbol; —Bastante pero hay que ver el lado bueno, ella te cuida desde arriba y mientras ella te vea, nada malo te va a pasar —asegura señalando el cielo ganándose una risa de mi pequeña niña.




El bosque donde hemos vivido por más de cuatro años, parecía hacerse más pequeño sin embargo los nervios invadían mi estomago, este lugar se me hacía sumamente conocido en mis recuerdos.



—Mamá —me llama mi pequeña provocando que agache mi mirada para verle, sus ojos son tan azules y claros como los de su padre.


—¿Qué sucede? Cariño.


—¿Por fin conoceré a papá Rick?


Sus ojos por sí solos se iluminaron, asentí con emoción al simple hecho de que volvería a ver a Rick. —Por supuesto que sí cariño, también conocerás a Carl, tu hermano. —afirme acariciando su cabello



—¿Jugaremos juntos?

—Claro, leerán historietas, quizá haya un perro— respondo con una sonrisa ganándome de parte de ella un saltó de la emoción.



A lo lejos después de tanto tiempo, pude ver aquellos muros que tanto deseé ver, salimos del bosque encontrándonos con el muro principal uno de los tantos de Alexandria me observó como si fuera un fantasma abrió el muro sin dudarlo le agradecí con una sonrisa y camine a paso lento hacia el interior de la comunidad.




—Mira mami, hay niños— señaló a unos niños pequeños jugar con una pelota— Jamás vi a unos niños, ¿Dónde está papá?




Al ya mencionado hombre lo vi a lo lejos, seguía como lo recordaba, agudize mi vista... todavía tenía su anillo, inconsciente toque el mío.



—Becky quédate atrás de mi—le indique, sin dudarlo esta se escondió detrás de mis piernas.



Acercándome lentamente hasta que por fin pude quedar a una distancia donde pudiera escucharme detuve mis pasos.



—¿Quieres que siga siendo señora Grimes?




Pregunte aguantando el llanto, mientras observaba su espalda pude ver que se tenso y lentamente se giró con sus ojos bien abierto, no se movía pero sus ojos se inundaron de lágrimas.




—¿Mamá?— pregunto Becky asomando su cabeza— ¿El es papá Rick?


—Si hija el es papá Rick— respondí apretando mis labios por un intento de no llorar.

Becky dudosa, comenzó a salir mostrando completamente provocando que Rick apretara sus labios.



—¡Hey! Tengo sus ojos—comenta mi hija a la par que sale corriendo con dirección hacia Rick, este dejándose caer de rodillas al suelo, la envolvió en un abrazo— Al fin te conozco papá Rick.




—Te extrañe tanto Becky— dice entre sollozos besando su cabeza— No las volveré a dejar ir...



Dispuesta a acercarme una voz sumamente grave interrumpió mi acción.

—¿Mamá?


Tensándome ante aquella palabra, gire lentamente, aquel hombre tomaba de la mano a una mujer de cabellos castaños, sonreí limpiando mis lagrimas, es más grande de estatura, tiene una pequeña barba y aún tiene su sombrero... sus ojos se llenaron de lágrimas aquí estaba mi pequeño Carl.



Carl soltando la mano de la mujer que puedo reconocer que es Enid; corrió hacia mi abrazandome por la cintura.


—Volviste —dice en mi oído.

—Jamás me fui— contesté entre risas. Separándome de él, acuñe su rostro entre mis manos.



Las lágrimas descienden de sus ojos sin ningún motivo de detenerse, sus labios comienzan a temblar y sus mejillas toman un color rojizo.

—Me hiciste mucha falta —confiesa y sin poder contestarle este nuevamente me vuelve abrazar aún con más intensidad.



—¿Él es hermano Carl?


Ante esa pregunta, Carl lentamente se separó de mí para observar a su padre caminar de la mano con su pequeña hermana, el castaño suelta una risa combinada entre llanto y sin vacilar se acercó a Becky, se colocó de cuclillas enfrente de ella y retiró las lágrimas que aún bajaban por su rostro.



—Hey hermana, Tengo unas historietas muy bonitas ¿Quieres venir conmigo?— pregunto estirando su mano.


Becky dudosa toma la mano del castaño.Carl la subió en sus hombros como si fuera de caballo, la dulce risa de Becky inundo el lugar. Esto era más que perfecto.



Sintiendo una mano sobre la mía, gire mi rostro encontrándome con un Rick con un aspecto más maduro de lo que recordaba; —Sabia que volverás —dice mientras alza nuestras manos entrelazadas donde se pueden apreciar nuestros anillos.



—¿Aún quieres que sea la señora Grimes?— pregunté con una sonrisa.


—Jamás quise que dejaras de ser la señora Grimes— contestó para después atraerme hacia él, envolviéndome en un cálido abrazo— Yo esperaría un millón de años por ti... —cerré mis ojos inalando su aroma— Al fin estás aquí, y la pequeña Becky Grimes.


Cuando los abrí me encontré con todo  el grupo que me miraba con una sonrisa, Rick se separó lentamente de mi.

—Te estuvimos esperando— añade haciendo un mechón de mi cabello hacia atrás de mi oreja

—Estoy aquí Rick, y jamás me sentí tan feliz de volver a un lugar, Te extrañe líder...


—Ya no más —interrumpe, confundida enarque una ceja—Eso deberías decírselo a él —con su mirada señaló a Carl que reía junto a Becky.


—Pero ¿cómo? —pregunte con emoción.


—Los Grimes estamos destinados a liderar...

—Yo no— susurre acariciando su mejilla.

—Líderas mi corazón— responde provocando que los dos nos demos una sonrisa.



Sin dejar que pasara un segundo más, junte nuestros labios provocando que aquellas mariposas que habían muerto desde hace tiempo se volvieran a encender dentro de mi. Por fin estaba en mi hogar, en casa.



Durante años viví equivocada, El hogar no es algo físico; quizá puede ser un amigo, un recuerdo especial para ti, un momento de tu vida o quizá sea una persona. Yo la encontré se llama...
Rick Grimes.















Fin.

模糊Where stories live. Discover now