shane.

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Observe a Carl que este me observaba con notable cansancio, negué con la cabeza ganándome un bufido por parte de él.

—No —negué —, si quieres disparar en movimiento solamente tienes que fija tu objetivo, no dispares al cuerpo, alza un poco más el arma.

—Para ti es sencillo —me reta entre jadeos —, inténtalo siendo un humano normal.

—A ver niño contestón, ahora practicaras una hora más. Después irás a tus deberes con Hershel y Maggie —indique empujando levemente su hombro provocando que soltara una pequeña risa a la vez que se ocultaba con el sombrero de shérif que reposaba en su cabeza— Y no se permite esconderte detrás de ese sombrero.

—Si mamá—responde a largando la a, con una sonrisa gire sobre mis propios talones para poder comenzar a caminar.


Saliendo de la sala de entrenamiento, camine hacia el patio principal de la prision. Observe en la lejanía como un Rick sumamente cansado limpiaba el sudor de su frente a la par que recargaba su peso en el pequeño corral que había creado.


—¿Cómo está mi granjero? —pregunto abrazándolo por la espalda, Rick llevando sus manos a las mías les otorga un pequeño apretón.

—Algo solo, me has abandonado por estar con Carl —reprocha a la vez que soltaba mi agarre.


Este girándose hacia mí me da una sonrisa de lado para poder acunar mi rostro entre sus manos y depositar un beso en mi frente.

—¿Te a crecido el cabello?—comenta soltando mi rostro y dar una caricia en mi cabello.

—¿Por qué, te gustan las mujeres de cabello largo? —cuestione ganándome una sonrisa por parte de él.

—Me gustan como tú, tan rara y tan perfecta a la vez. —colocándome de puntillas deposite un beso en su nariz provocando que este la arrugara con gracia —, No hagas eso, me pones los nervios de punta.

—¿Acaso eso es una debilidad, señor Grimes? —cuestione con asombro.


Rick divertido empuja mi hombro con delicadeza; —Estaba pensando en que los dos podemos tener un momento a solas en nuestra celda —añade dándome una sonrisa juguetona.

—Suena tentador, pero alguien tiene que encargarse de las rejas esta tarde y ese alguien soy yo. Y tú tienes que acabar con esas cosechas —respondo ganándome un bufido por parte de él, acercándome a su oído susurre un débil; —Quizá mañana podamos tomar un doble turno de vigilancia.

Separándome de su rostro este mantiene una sonrisa, caminando nuevamente alejándome de él, sentí su mirada en mi espalda provocando que los nervios me recorrieran de pies a cabeza.

—¡Si sigues moviendo así las caderas me volverás loco!—exclama


Adentrándome al pabellón camine con una sonrisa hacia mi celda, rebuscando entre toda esa ropa que por suerte había conseguido hace tiempo. En el fondo se mantenía la camisa de shérif de Rick, su color café potente se había perdido sin embargo aún tenía aquel nombre grabado en un lado de su pecho; Rick Grimes con cuidado retire mi blusa para abotonar la camisa de shérif que hace más de medio año que no usaba.

—¿Alice? —me llaman fuera de mi celda, tomando mi arma nuevamente, moví aquella cortina de color blanco encontrándome Rubén —, Mejor dicho shérif, en fin, quería decirte que Michonne y Hershel salieron a quemar los cuerpos de los caminantes que matamos ayer de las rejas pero ya han tardado demasiado. ¿Quieres acompañarme a investigar?



—Claro —le di una sonrisa a la vez que me encogía de hombros.

Ambos saliendo nuevamente del pabellón, nuestras pupilas se dilataron a la vez que nuestros sentidos se volvieron agudos. Rubén tomando por los brazos nos oculto atrás de la pared del pabellón a la par que por el reflejo de un espejo que se encontraba colgando, observamos una escena terrible.


Un tanque se encontraba atrás de una de las últimas rejas, con él Gobernador y Albert Wesker estaban arriba de este.


—¡Alice! —me llama Albert en un grito —, Quiero hablar contigo, ¿puedes traer a Rubén contigo?

El líder junto a su hijo se acercaron con velocidad hacia mi, Rick tomando mi mejilla y Carl abrazándome por la cadera; ambos negaron —No puedes ir, por favor. —ruega Rick

Dándoles una sonrisa de lado a ambos hombres me separe de Carl a la par que acariciaba su mejilla, dándole una leve sonrisa a Rick, me gire hacia Rubén; —Él me quiere a mí —comente—, quiero que te quedes aquí y protejas de Carl, si ves que tiene otras intensiones puedes ayudarme pero no seas idiota.


Agachándome a la estatura de Carl este me dio un negamiento de cabeza —Si vas, juro odiarte toda mi vida —espera con tristeza a la vez que agacha una vez más la mirada. Con una sonrisa retire la última escopeta que tenía junto con su correa y entregándosela este me vio de nuevo —, Eres fuerte necesito que protejas de papá por mi, si sientes la necesidad de protegerlo no dudes en jalar el gatillo. Te veré pronto


Carl dándome una sonrisa, retira sus machetes de mi cinturón para poder colocarlos ahora en el mío;—Un día me dijiste que sobrevivirías por mi. Es hora que me demuestres que es verdad, ¿te veo para la cena? —cuestiona. Con una sonrisa asentí y levantándome nuevamente, sin antes depositar un beso en su frente me acerqué hacia Rick.


—No te separes de él —advierto, este asiente.

—Vuelve.


Dándoles una última mirada a los tres comencé a caminar hacia dónde estaba Albert que al darse cuenta de mi presencia, relamió sus labios y dio una sonrisa de oreja a oreja. El Gobernador haciendo una seña con su mano derecha dos personas bajan a Michonne y a Hershel de un auto.


Pero eso no me sorprendió en lo absoluto, si no ambas personas que llevaban al anciano y a la morena.




—Shane, Lori —los nombre entre dientes.

模糊Where stories live. Discover now