plan.

2K 152 6
                                    

—No debiste aceptar—tome del hombro a Matt


—Ya no soy aquel hombre, Te lo demostrare a ti, a Rubén.—ataca con seguridad en cada una de sus palabras, este zafándose de mi agarre comienza a caminar alejándose de mi.


Negué con la cabeza, a ver traído aquí a Matt puede costarle la vida alguien.


—Bien, Matt, Alice y Heath—nos llama Ruben señalándonos— Quiero que no se separen y se encarguen del ruido por si separan los caminantes. Tomen la radio.—este me extendió la radio, estirándome la acepte— Luego vendrán aquí al punto amarillo, tenéis menos de media hora, mientras liberamos a los caminantes, después tienen que volver con nosotros a la linea roja.


Sin esperar otra indicación junto con los dos hombres, comenzamos a trotar para establecer ritmo, a los poco minutos ya nos encontrábamos corriendo por la vacía y solitaria carretera llegando al punto marcado donde debíamos eliminar cualquier ruido, esta claro que llegamos cansados y jadeantes sin embargo sin decir nada continuamos con lo planeado:—Tenemos menos de media hora—repito entre jadeos, viendo al castaño de reojo pase saliva— Matt si no disparas, corres o te escondes romperé los vidrios.


—Estas loca, es mala idea—dijo Heath dando un par de pasos hacia atrás.


—Escúchame, no tenemos tiempo ese ruido desviara la horda—señale el lugar— Si quieres ayudar a Alexandria no seas marica.


—Ella sabe lo que hace confía en ella—interviene Matt a la par que le toma el hombro a Heath, este dudoso me observa,  — A estado tiempo afuera nuestros no, confía ella.


Heath asintiendo costosamente acepta, sin esperar a que lo reflexionara dispare a los vidrios provocando que estos se tronaran al instante y le dieran paso a los caminantes; comenzando a disparar a los caminantes que salían del local, uno se abalanzo hacia el moreno.


Pero antes de poder ayudarlo, Matt ya lo había hecho.


  —Te dije que te lo demostraría—añade triunfante, costosamente asiento. Un gruñido hace que los tres giremos, una caminante salia del lugar—Encárgate de ella—pido.



Matt colocando su arma en el cinturón retiro su cuchillo para después  enterrarlo en la sien de la caminante; —¡Los necesito en el punto rojo ya!—la voz de Ruben se escucha por la radio.


Viéndonos entre nosotros, comenzamos a correr nuevamente; quizá cada quien estaba sumergido en sus pensamientos por que por lo menos de mi parte solo tenia dos personas en mente.





Rick y Carl.

模糊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora