Dile adiós a la inocencia

2-Cumpleaños.

Jamie's POV:

Estaba durmiendo plácidamente cuando la luz de una bombilla y el sonido de una corneta me levantó de repente. Abrí mis ojos de golpe y no me sorprendió para nada ver a Lenna con la corneta entre sus labios mientras lanzaba confeti por toda la habitación y a Savannah con una magdalena en la mano y una vela encendida incrustada en la magdalena.  Savannah era mi otra mejor amiga. Ella era nativa de Nueva York. Era una chica espontánea y extrovertida. También era mi compañera de habitacion, al principio me parecía una chica un tanto pesada y desordenada, pero con el tiempo fuimos entendiendonos cada vez más. Ella estudiaba arte. Junto con ella y Lenna, eramos como las tres msoqueteras, a pesar de que ellos eran cuatro.

—¡Feliz cumpleaños número diecinueve! —gritaron ambas al unísono.

Aunque no me emocionaba la idea de cumplir años, tenía que agradecerles el detalle. Nunca fui una persona de celebraciones. Algunos me llamarían aguafiestas.

Sonreí, me levanté de la cama y corrí a abrazarlas.

Luego de esto Savannah me dio la magdalena para que apagara la vela de esta.

La soplé mientras Lenna grababa con su celular y Savannah aplaudía y hacía sonar la corneta. Una buena forma de inciar mi día.

(...)

Mis padres me llamron por Skype y me enviaron un presente. Mis galletas favoritas. Una receta secreta de mamá. Juraría que era más sencillo penetrar el pentagono a que esa mujer revelara la receta de sus galletas.

Gracias a Dios, hoy solo tenía que ver tres clases. No me malinterpreten, es bastante obvio que estudiar me gusta pero, también sabía que Lenna y Sav tenian una gran lista de cosas por hacer el día de hoy, y lo que menos quería era estar exhausta. Por lo tanto, tampoco fui trabajar, Sav y Lena habían hablado con mi jefa Kate, en la cafetería y ella me había dado el día libre como un presente por mi cumpleaños. Sav me había regalado unos hermosos pendientes de color turquesa y Lenna me había regalado un collar que le hacía juego a los pendientes. Ellas me conocían muy bien, ese era mi color favorito.

Como ya me había dicho Lenna, ya tenía planes para hoy en la noche, iríamos a un club nocturno un tanto exclusivo, donde al parecer, se reunían los chicos más guapos de todo el campus, e inclusive de la ciudad. Esto último no me impresionaba realmente, pero he de admitir, que esta salida no sonaba tan mala después de todo, un poco de diversion y distracción, no me caería mal.

—Chicas —las llamé mientras aplicaba rimel sobre mis pestañas —¿Cómo se supone que entraremos al club? —pregunté con curiosidad y un tanto de miedo por la respuesta —ninguna es mayor de edad —recalqué.

Lenna negó con su cabeza mientras sonreía.

—Jamie, Jamie, Jamie —dijo retóricamente —oh dulce Jamie, no nos dices nada que no sepamos ya —dijo ella sonriendo con autosuficiencia —mira lo que tengo para esta noche —dijo ella buscando en su bolso algo. Hasta que al fin lo encontró y me lo mostró.

—¿Identificaciones falsas? —pregunté confundida, aunque era evidente que eso eran.

—Sí —dijo Sav asintiendo —todo lo tenemos bajo control —dijo esbozando una sonrisa un tanto maliciosa.

Tomé las identificaciones falsas en mi mano y las observé. Se veían bastante reales a mi parecer. Las identificaciones tenían nuestros nombres verdaderos y fotografías nuestras. Técnicamente lo único falso era el año de nuestro nacimiento.

No muy convencida asentí. Savannah y Lenna eran tal para cual, no se cómo dos chicas fiesteras, espontáneas y atrevidas como ellas, terminaron siendo amigas de una empollona como yo.

—Si nos descubren y termino en la cárcel por usar una identificación falsa, ustedes dos pagarán mi fianza —amenacé.

Lenna rodó los ojos.

—Sí que eres dramatica —se quejó ella.

Sav rió.

—Relájate Jamie y disfruta, simplemente disfruta.

Suspiré.

—Está bien, lo intentaré.

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