Dile adiós a la inocencia

27-Besucona.

Aaron's POV:

—En este momento nos preparamos para aterrizar en Fairfax, Carolina del Sur —dijo el capitán por un altoparlante.

Jamie sonrió emocionada.

—Fairfax te va a encantar —dijo ella —es un pueblo pequeño, con no mas de cuatro mil habitantes y sí, es un gran cambio en comparación a Nueva York, pero este lugar tiene su encanto.

Después de la fiesta Jamie y yo habíamos decidido que para no separarnos este verano, pasaríamos la primera mitad de el verano en Carolina del Sur y la otra mitad en mi departamento en Manhattan. Yo había insistido en pagar todos los boletos de avión, pero Jamie me dio un rotundo no, así que acordamos que cada uno pagaría sus boletos de avión. Y realmente el alejarme de Nueva York, me vendría bien. Necesitaba un respiro y una pausa antes de ponerme enfrente de la constructora.

También debía admitirlo, estaba jodidamente nervioso. Conocería a los progenitores de Jamie Donovan y no solamente eso, sino que también conviviría con ellos durante un mes y medio.

~•~

Jamie's POV:

Aaron y yo íbamos en un taxi rumbo a mi viejo hogar. La última vez que vine fue en navidad.

Estaba realmente nerviosa, ya que , Aaron era el primer chico que llevaba a casa y no sabía con certeza, cómo reaccionarían mis padres ante aquello. Y por si fuera poco, sabía de antemano, que mamá estaba inconforme con mis calificaciones y sabía lo pesada que iba a estar durante todo el verano con respecto a ese tema y sobretodo que probablemente ella, vería a Aaron como una distraccion en mi vida. Así que sí, estar de vuelta, en casa, me alegraba, pero también me ponia los nervios de punta.

El taxi se detuvo indicando que habíamos llegado a la residencia Donovan.

Oh Dios.

Mi corazón latía de una manera acelerada.

Aaron le dio dinero al taxista y ambos nos bajamos de este.

Con mi mano izquierda sostenía mi maleta y con mi mano derecha sostenía la mano de Aaron.

Subimos los escalones que nos llevaban a la entrada y justo cuando iba a tocar el timbre la puerta se abrió dejando al descubierto a mis padres.

Mi padre me miró con una sonrisa en su rostro, mientras que mi madre examinaba por completo a Aaron. La mujer era como un detector de rayos X hecho humano.

Pobre chico.

—Hola pollita —dijo mi papá envolviéndome en un caluroso abrazo.

—Hola papá —dije entre sus brazos.

La relación con mi padre siempre fue buena. Mi carácter era muy parecido al suyo. Y al ser hija única, podria decirse que yo era una niñita de papá.

—¿Y a mí no me vas a saludar? —inquirió mi madre.

Solté a papá y abracé a mamá.

Mi relacion con ella siempre fue buena. Mi perseverancia la obtuve de ella, era la característica en la que más nos asemejábamos. Siempre nos entendimos a la perfección, pero he de admitir que a veces se sentía como una goma elástica. Simplemente ella tirando y tirando de mí.

—Me hiciste mucha falta —dijo ella sobre mi cabeza.

—Y tú a mí —dije recostada en su pecho.

Me separé de mamá y me acerqué a Aaron.

Aunque ellos ya sabían que vendría con mi novio, estaba muy nerviosa, ya que, no sabría cómo reaccionarían ante Aaron.