Dile adiós a la inocencia

18-Lo siento.

Jamie's POV:

Aaron me llevó a su dormitorio. Aprovechamos que todos, incluyendo al asesor de dormitorios estaban en la fiesta.

El nudo en mi garganta era cada vez más grande. Por primera vez, no era yo la que tenía el control y no había forma de asegurar que sucedería a continuación. Lo cual era atemorizante pero emocionante al mismo tiempo.

Finalmente, luego de compartir un par de besos y de risas coquetas, habíamos llegado a su habitación.

Aaron cerró la puerta del dormitorio, me abrazó por la espalda y colocó su rostro en el hueco de mi cuello.

Mi respiración se encontraba levemente agitada. Las cosas estaban evolucionando mucho más rápido de lo que yo esperaba y no sabía muy bien como reaccionar ante la situación.

Aaron mecía su cuerpo y el mío levemente y luego empezó a besar mi mejilla. Yo gire mi rostro permitiéndole que me besara en los labios. 

Giré mi cuerpo para quedar cara a cara con Aaron, enredé mis manos en su cabello y él acariciaba levemente mi espalda.

Aaron se separo de mí. Lo cual me confundió.

—¿Estás bien con esto? —me preguntó él con temor.

—Sí —dije mordiendo mi labio nerviosa.

Aaron había sacado a flote a una Jamie que ni yo conocía.

Aaron se quitó su antifaz.

—Si vamos a hacer esto, quiero ver tu rostro completamente —él dijo esto y retiró delicadamente mi antifaz, me sentí al descubierto de algún modo.               

El nudo se apretó aún más en mi estómago.

¿Qué estaba haciendo?

Nos quedamos mirándonos fijamente unos segundos que parecieron una eternidad y luego Aaron me besó.

Nos besábamos de una manera salvaje y necesitada liberando la tensión existente entre los dos.

Aaron posicionó una de sus manos en mi espalda bajo y me recostó sobre su cama. La situación se tornaba cada vez mas real.

Aaron se separó de mí, quitó mis tacones, quitó sus zapatos y luego se quitó su traje quedando solo en ropa interior.

Lo contemplé desde mi perspectiva.

¡Oh Dios mío!

Su cuerpo era simplemente perfecto, no encontraba ningún defecto en él. Mi corazón se aceleró aún más.

Aaron levantó una ceja.

—¿Te gusta lo que ves? —preguntó en un tono altivo.

La Jamie que no estaba ebria probablemente hubiera hecho un comentario sarcástico, pero esa Jamie no estaba en estos momentos.

—Sí —dije riendo nerviosa.

Aaron rió sonoramente y luego se abalanzó sobre mí.

Sus labios hacían maravillas con los míos. Aclaro que nunca imaginé que esta noche terminaría de esta manera, que terminaría en un Aaron sediento de mí y yo de él.

Lentamente Aaron se deshizo de mi vestido dejándome en ropa interior.

Me sentí un tanto apenada. Nunca había estado tan expuesta ante ningun chico.

—Eres hermosa —dijo Aaron sobre mí, mirándome directamente a los ojos.

Yo sonreí complacida.