Dile adiós a la inocencia

14-Ensayo.

Jamie's POV:

—No —espeté negando con mi cabeza.

¿Es qué acaso Aaron había perdido la razón?

—¿Por qué no? —pregunto él con un tono quejoso.

—¡Porque me avergüenza danzar frente a otras personas! Ya te lo había dicho —dije recordándole nuestra conversacion de hacer algunas semanas en su auto.

Aaron pretendía que él y yo participáramos en un concurso de baile que se realizaría en Manhattan.

Llevaba casi diecinueve años de mi vida, viviendo con pánico escénico y de la nada, Aaron esperaba, que dejara ese temor de lado, que me presentara frente a cientos de personas y que aparte de todo, participara en una competencia.

—¿De qué te avergüenzas? tú bailas muy bien —dijo Aaron en un tono desesperado tratando de convencerme.

Su comentario me halagó pero no me convenció.

—No.

—Piensa en el dinero.

—¿Dinero? —pregunté confundida. El chico de ojos azules, no había mencionado la parte el dinero.

—Hay dos mil dólares para el ganador —dijo, sabiendo que probablemente con eso me convencería.

Lo pensé, ese dinero no me vendría mal.

—Sigue hablando.

Aaron rió sonoramente.

Se veía tan atractivo cuando sonreía. 

—¿Lo harás? —preguntó ilusionado.

Por más que quisiera hacerlo, me daba pánico el ser rechazada por el público.

Suspiré.

—N... no puedo —admití con un leve tono de derrota —me aterra el rechazo.

Aaron negó con su cabeza.

—Maldición Donovan —espetó Aaron. ¿De verdad crees que te insistirá tanto si supiera que existe la posibilidad del rechazo? Sé que puedo llegar a ser un tanto patán, pero jamás te haría algo así. Ten un poco de fe en ti misma, mujer.

Suspiré. Muy en el fondo, sabía que Aaron tenía toda la razón.

Demonios, ¿En qué me he metido?

—Lo haré —dije sonriendo levemente.

—¿En serio? —pregunto Aaron sorprendido.

—Sí —dije sonriendo —pero, dime genio, ¿quién se supone que sera mi compañero de baile?

Aaron ensanchó una sonrisa un tanto maliciosa en su rostro, lo cual no me gustó para nada, ya sabía hacia dónde se dirigía esto.

—Este servidor —dijo él con en un tono orgulloso.

Golpeé mi frente con mi mano.

Esto debía ser una broma.

—Tú ni siquiera sabes bailar —espeté.

Aaron me miró frunciendo su entrecejo.

—¿Quién dijo que no? Mi madre siempre decía que una de las mejores formas de conquistar a una chica, era sabiendo bailar. Así que me inscribió en una academia de baile. Estuve en ella durante cuatro años, así que sí Donovan, sí se bailar —remarcó él con autosuficienca.

Debo admitir, que eso no lo vi venir.

De todos modos, ya había dicho que sí a la competencia y además, ¿a quién quería engañar? pasar tiempo con Aaron no me caería mal para nada.