37-Milagro.

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Jamie's POV:

Entré a mi habitación mientras secaba mi cabello con una toalla, cuando me percaté que mi móvil estaba sonando una y otra vez. Solté la toalla y tomé en mis manos el pequeño aparato. Observé la pantalla unos segundos y me di cuenta que no reconocía el nímero que me llamaba. Confundida atendí finalmente la llamada.

—¿Hola? —pregunté confundida.

¿Hablo con la señorita Jamie Donovan? —preguntó la voz de una mujer con cierto acento del otro lado del teléfono.

—Sí —dije cortamente.

Perfecto —dijo la mujer complacida —Llamaba para informarle que usted ha sido seleccionada —me indicó la mujer.

Sospechaba que su acento era francés.

Fruncí mi ceño y me senté pesadamente sobre mi cama.

—¿Seleccionada? —pregunté extrañada —¿seleccionada para qué? —pregunté curiosa.

Para presentar una audición para ganar una beca en el Institut De Danse De París —me explicó la mujer.

Abrí mi boca en forma de "o". Estaba totalmente anonadada. El Institute De Danse De Paris era una de las mejores academias de danza del mundo. Allí solo estudiaban los bailarines más privilegiados (niños ricos). El Institute De Danse De París no proporcionaba becas. Así que estaba confundida.

—¿Esta es una clase de broma? —pregunté incrédula.

La mujer francesa —ahora confirmaba que era francesa— rió.

Por supuesto que no señorita Donovan —dijo ella divertida —Este año un patrocinador, dará una beca a un bailarín americano —me explicó ella.

Yo asentí, aunque sabía que ella no me veía. 

—¿Y por qué fui seleccionada? —cuestioné.

Hace algunos meses, usted participó en una competencia de baile —Yo asentí recordando la competencia —Uno de los jurados, es maestro en la academia, él la vio, quedó fascinado con usted y la postuló para la beca —me informó la mujer.

Las piezas se unían en mi cabeza como un rompecabezas y sentía como todo tomaba forma.

—¿Dónde y cuándo es la audición? —pregunté decidida.

(...)

Dos horas más tarde me encontraba yendo hacia el trabajo de Aaron, tenia la tarde libre y quería sorprenderlo.

Luego de que la mujer llamada Leila, me diera las indicaciones de la audición, me entusiasmé ante la idea de estudiar en Paris, sería un sueño hecho realidad. Todo lo que siempre había soñado. Pero también comencé a pensar en todo lo que dejaría atrás y entonces el temor y la duda me invadieron. Sería casi un milagro si lograba vencer a los demás chicos que estaban postulados para la beca, así que tranquilicé mi agitada mente, al recordarme que probablemente no pasaría la audición. Iría sí, pero estaba claro que París no sería mi destino.

Entré en el imponente edificio y comencé a observarlo detalladamente. Su piso era de mármol casi tan reluciente como un espejo, el olor a algún producto de limpieza inundó mis fosas nasales y me percaté de lo bien parecidas que eran las chicas que trabajaban aquí. El monstruo de los celos no tardo en atacarme como una fiera.

Aaron te ama, me recordé a mí misma.

Caminé lo más imponente posible y me dirigí hacia la recepción.  

Dile adiós a la inocenciaWhere stories live. Discover now