23-Minuto cero.

12.8K 864 9
                                    

Jamie's POV:

Tal vez sonará un tanto cursi, pero desde ayer, no había parado de sonreír. Sentía como si pudiera hacer lo que sea, me sentía enamorada.

Me estaba dirigiendo al estudio ya que, la competencia se encontraba a escasas semanas y en mis planes no estaba el dejar de ensayar. Aaron me insistió para que estuviera en reposo y no me esforzara en lo mas mínimo, pero, como ya sabrán, yo soy el ser humano más testarudo del mundo, así que simplemente, él tuvo que aceptar el hecho de que yo no dejaría de ensayar y menos con la competencia a la vuelta de la esquina.

—Hola novia —dijo Aaron tan pronto me vio entrar.

—¿Novia? Que yo recuerde, tú nunca me has preguntado eso —dije levantando una ceja, solo para molestarlo.

Aaron abrió su boca en señal de indignación.

—¿Con que esas tenemos? Eh Donovan —dijo mientras se acercaba a mí.

Lo miré desafiante.

—¿Qué quieres? ¿Que te haga una pancarta gigante pidiéndote que seas mi novia? o ¿prefieres que me acerque a ti y te susurre al oído que desde el minuto cero he sido tuyo? —dijo haciendo justo lo que acababa de decir.

Un gran escalofrío me recorrió de pies a cabeza. Aaron realmente sabía cómo jugar conmigo.

—Creo que ya sabes mi respuesta —dije con cierto nerviosismo, evadiendo su mirada a toda costa.

—Sí, lo sé, novia —dijo esto último y me besó.

Era oficial. Yo, la chica más empollona y fastidiosa del campus, era la novia del playboy más grande del mundo.

No pude evitar sonreír como una idiota.

Aaron dejó de besarme y comenzo a estirarse para que empezaramos a ensayar.

—¿Qué esperas Donovan? —dijo divertido mientras me guiñaba un ojo.

—Mandon —me quejé.

—Tonta —dijo riendo mientras se acercaba a mi para robarme un beso.

Realmente no me arrepentía de estar con él.

(...)

—Cinco, seis, siete, ocho —Aaron dijo esto y comenzamos a repasar nuevamente la coreografía.

Sinceramente, habíamos logrado más de lo que yo esperaba. La coreografía era fluida, entretenida, teníamos un muy buen manejo de la técnica y sobretodo, teníamos una química innegable.

La música se detuvo y nosotros igual.

—Creo que estamos listos —dijo Aaron satisfecho.

—Igual yo —dije concordando con él.

—Me siento muy orgulloso de ti, Jamie. Lograste vencer tu pánico escénico.

Sonreí con timidez.

—Lo hice gracias a ti, si no hubieras aparecido ese dia en la cafetería y me hubieras hecho la propuesta mas descabellada de todos los tiempos, aún seguiría danzando desde el anonimato.

Aaron sonrió.

—¿Ves que no has sido solo una mala influencia para mí?

—¿Ah no? que lástima —dijo Aaron bromeando, probablemente para bajarle el tono a la conversación.

Rodé mis ojos.

—Tú eres imposible —me queje —ni siquiera pudimos mantener una conversación seria por más de cinco minutos.

—Eso es lo que mas te gusta de mí —dijo él en un tono arrogante pero divertido.

Y sí, él tenía razón. Él me había hecho reducir la velocidad de mi marcha. Y eso, era realmente bueno para mí.

(...)

Luego del ensayo, Aaron me había invitado a tomar un helado en una heladería cerca de la universidad. Habíamos elegido y comprado nuestros postres y habíamos empezado a  caminar por ahí. Un plan simple, pero placentero.

—Lamento haber sido tan complicada y quisquillosa contigo —dije mordiendo mi labio inferior, refiriéndome a todas las veces que habíamos discutido en el pasado.

—Ni lo menciones —dijo él quejándose, mientras reía y negaba con su cabeza.

—Oye —dije golpeando levemente su brazo.

—¿Qué? —dijo Aaron encogiendo los hombros —Por esta vez concuerdo contigo Donovan, eras toda una cabezota —dijo él riendo.

—Claro que no —dije refutando.

—Claro que sí —dijo él contradiciendome.

—Claro que no.

Aaron rió.

—¿Ves? Tú amas odiarme —dijo sonriendo con orgullo.

—Tal vez —dije evasiva solo para fastidiarlo.

Aaron rodó sus ojos y embarró un poco de helado en mi nariz.

—Mira, tienes un poco de helado en la cara —dijo riendo.

Reí ante su acto tan infantil.

—Que inmaduro —dije esto y embarré un poco de mi helado sobre su mejilla.

Aaron me observó indignado.

—Qué bajo, Jamie —dijo fingiendo dramatismo.

Reí.

—Tú empezaste.

—Y también lo terminare —él dijo esto y embarró su helado en mi cabello.

No lo podía creer. Sentí el frío helado hacer contacto con mi cabeza. Aaron era increíble.

—Justo esta mañana lavé mi cabello —me quejé.

—Ups —dijo Aaron riendo —Si quires, puedo acompañarte a la ducha —dijo en un tono algo travieso.

—Te odio, ¿lo sabías? —dije asesinándolo con mi mirada.

—¿Qué? —dijo haciéndose el desntendido —solo era una sugerencia.

—Qué oportuno y conveniente para ti —dije sarcástica.

—¿Lo ves? amas odiarme —dijo satisfecho.

Reí. Me era imposible enfadarme con él.

Luego de esto, intentó ayudarme a quitar el postre de mi cabeza, pero el daño ya estaba hecho.

_________

¡Hola!

De nuevo quería agradecerles por seguir leyendo esta historia. Gracias por oprimir en la estrellita y gracias por todos y cada uno de sus comentarios.

¿Que opinan de Aaron?

Yo lo amo.

———–————–————–————–————–—
Sigan el instagram de la historia para contenido exclusivo: @dileadiosalainocencia. Les seguiré de vuelta.

Dile adiós a la inocenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora