Dile adiós a la inocencia

52-Audición.

Jamie's POV:

-Oye-le dije a Aaron mientras trotábamos en la caminadora.

Aaron y yo nos habíamos inscrito en un gimnasio. Bueno, en realidad él ya venía a este gimnasio, solo fui yo la que se inscribió recientemente.

-¿Si? -dijo Aaron algo agitado.

Una gota de sudor se deslizó por mi espalda, ya me estaba empezando a sentir algo cansada.

-¿Mañana me acompañaras a la audición, cierto? -le pregunté (ordené).

Mañana sería el último filtro para averiguar quien se llevaría esa ansiada beca al
Institut De Danse De Paris. Tenía que admitirlo, estaba tremendamente nerviosa. Hace unos meses ni siquiera era capaz de danzar en público y ahora estaba concursando por una beca en Paris, ¿que extraña es la vida, no?

Aaron rió sonoramente.

-Eso no tienes por qué preguntarlo Jamie, por supuesto que estaré ahí-dijo él sonriente.

Sonreí automáticamente y luego continúe trotando.

(...)

Estaba dándole los últimos retoques a mi cabello. Llevaba puesto un vestido rojo, algo bohemio. Para mi maquillaje decidí simplemente aplicarme rímel, delineador en mis ojos y un labial rojo cereza y mi cabello llevaba una trenza frontal, dejando caer mi cabello en rizos tirabuzones con una cadena dorada. Sinceramente, hoy me sentía hermosa.

Hoy era el gran día, hoy se definiría mi futuro. Si ganaba esa beca, no sabría que hacer, pero sinceramente ansiaba hacerlo, ansiaba obtener esa beca en Paris, sería un triunfo personal. Estaba muy nerviosa, temía olvidar mi rutina, o peor aún... caerme de bruces. Gracias a Dios Aaron iba a estar conmigo, sino fuera por él, yo aún sería una bailarina frustrada que bailaba a escondidas en un pequeño estudio.

Sentí dos toques en la puerta del baño.

-¿Estas lista? -preguntó Aaron del otro lado de la puerta.

-Si-dije abriéndola.

Los ojos de Aaron me examinaron de pies a cabeza poniéndome más nerviosa.

Aaron se quedó en silencio unos cuantos segundos antes de hablar.

-Wow-artículo Aaron.

Sonreí tímida mientras sentía mis mejillas tomar un color rojo carmesí.

-Me haces sonrojar-dije mordiendo nerviosa mi labio inferior.

-Y tú a mi-bromeó Aaron.

Inevitablemente reí.

Respiré profundo.

-¿Estas lista? -me preguntó Aaron.

Vacilé antes de contestar.

-No... pero lo estaré-dije sonriendo de lado.

(...)

Movía mis pies nerviosa mientras esperaba que dijeran mi nombre. En mi estómago no dejaban de revolotear cientos de mariposas, mi corazón latía a un ritmo acelerado, mis manos estaban tan frías como un hielo y mi respiración era algo agitada.