32-Te amo.

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Este cap va dedicado a Romi_arias y a Jdceron ❤️

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Los días en Fairfax, habían llegado a su fin. Los últimos días habían sido casi idílicos, pero era hora de marcharnos a Manhantthan. No lo negaré, estaba muy nerviosa ya que saldría de mi zona de confort y viviría por mes y medio en el departamento de Aaron. Por primera vez estaría completamente sola con él y eso era aterrador y excitante al mismo tiempo.

—Me harás mucha falta mi pollita —dijo mi padre nostálgico mientras me estrechaba entre sus brazos.

—Y tú a mí —dije correspondiéndole el abrazo.

Me separé de mi padre y abracé a mi madre. Y sí, aunque ella era algo estricta en cuanto a mis calificaciones y lo que respectaba con mi relación con Aaron, al final del día, ella era mi madre y la amaba.

—Piensa en lo que hablamos —me susurró ella refiriéndose a la discusión que habíamos tenido.

Yo asentí simplemente para complacerla, no quería discutir minutos antes de irme.

—Muchacho, cuida bien de mi hija —le dijo mi padre a Aaron estrechando su mano.

—Lo haré —dijo Aaron sonriendo devolviendo el apretón de manos.

—Encantada en conocerte —le dijo mi madre abrazando cortamente a Aaron.

Agradecía que su problema con mi relación no fuera personal.

—Y yo a usted señora —dijo Aaron sincero.

Esa era una de las cosas que más amaba de él, su sinceridad.

Dicho esto ya era momento de marcharnos.

(...)

Luego de un agotador viaje en avión habíamos llegado al departamento de Aaron.

Tranquilízate. Me repetía mentalmente.

Estaba muy nerviosa.

¿Y si rompía algo?

¿Y si Aaron no le gustaba dormir conmigo?

¿Y si al vivir conmigo Aaron se hartaba de mí?

Oh Dios.

Sacudí mi cabeza para disipar ese mar de pensamientos que inundaban mi cabeza.

Aaron giró la llave en la cerradura y la puerta se abrió develando un magnifico departamento.

El departamento era encantador, las ventanas eran techo-piso, la cocina era tipo loft, el suelo era de madera y percibía un leve olor a limón. Los muebles eran elegantes, los sillones estaban forrados en cuero y la mesa era de vidrio. Simplemente era despampanante.

—¿Te gusta? —me preguntó Aaron dejando nuestras maletas en el suelo.

—Sí —dije emocionada.

—¿Quieres ver nuestra habitación? —me preguntó Aaron con un destello en sus ojos.

Nuestra habitación.

Yo asentí, no quería hablar de más y arruinar el momento.

Caminamos por un pasillo y llegamos a nuestra habitación. La habitación era acogedora, manteniendo el estilo elegante y fresco de el resto del departamento. Constaba de un baño, un televisor, dos mesas de noche y una cama matrimonial.

—Me gusta mucho —dije complacida.

—Tú también me gustas —dijo Aaron sonriendo de lado y acercándose a mí.

Dile adiós a la inocenciaOnde histórias criam vida. Descubra agora