Dile adiós a la inocencia

20-Compañeros de baile.

Jamie's POV:

Dos días. Dos días habian pasado desde mi discusión con Aaron. Luego de que ambos dijéramos un lo siento, decidimos que lo mejor era continuar con el asunto de la competencia a pesar de nuestras diferencias. Aunque ya habíamos "solucionado" nuestros conflictos decidimos que lo mejor era ser solo compañeros de baile y nada más.

Era patético. Mi situación con él era patética, a duras penas cruzábamos palabra en los ensayos. Él estaba distante y frío. Era una faceta de Aaron que no conocía y no me gustaba para nada. Y bueno yo tampoco colaboraba, ya que, mi orgullo no me permitía disculparme más allá de la discusión que habíamos tenido días atrás.

Me dirigía al apartamento de Hannah. Hannah era la dueña del estudio que rentaba.

—Hola Jamie, pasa —me saludó ella en cuanto estuve en la puerta de su departamento

—Gracias —dije entrando al lugar.

—¿Quieres algo de tomar? —me ofreció ella.

—No, gracias —dije sonriendo.

—¿Y qué te trae por aquí? —me preguntó ella sentándose en un sofá de color rojo terracota.

—Vine a pagar la renta —dije como si fuera obvio.

Ella rió.

—Jamie, la renta de este mes y el siguiente ya está pagada —dijo ella sonriendo amablemente.

¿Qué?

—¿A qué te refieres? —pregunté en un intento de ocultar mi evidente confusión.

—Sí, ayer vino un muchacho y la pago —mi expresión era de una clara confusión —¿está todo bien Jamie? —me preguntó Hannah mientras fruncía su ceño.

Suspiré.

Solo tenía una explicación a esto y en serio deseaba estar equivocada.

—¿Cómo era el muchacho?

Ella se quedó en silencio, seguramente mientras recordaba la apariencia de el chico.

—Era alto y de ojos azules —dijo ella sonriendo.

Por favor que sea un admirador secreto o un acosador.

—¿Y el chico tenía cabello oscuro? —pregunté temerosa.

—Sí —dijo ella efusiva —y tenía una sonrisa encantadora —dijo ella suspirando.

—¿Su nombre era Aaron, cierto? —dije resignada a la realidad.

—Sí, lo recordé porque ese nombre me parece muy sexy —dijo ella coqueta.

Oh vamos, ese comentario estaba de más Hanna.

—Bien, supongo que no te volveré a ver en dos meses —dije levantándome del sofá.

—Sí, cuídate Jamie y también cuida de Aaron —dijo ella sonriendo.

Inevitablemente me sonrojé.

Fue lo último que escuché antes de salir de su apartamento.

(...)

Llegué al ensayo con Aaron. No entendía por qué él había pagado mi mensualidad.

Tenía la idea de que tal vez era una manera de decir lo siento, pero aun así, él me debía muchas explicaciones. Tal vez, ese acto de generosidad era una ofrenda de paz entre los dos.

Estaba entusiasmada, quería verlo, hablar y que las cosas volvieran a ser como antes o que incluso con un poco de suerte mejoraran entre nosotros. Aaron, sin yo darme cuenta se había convertido en una persona muy importante en mi vida y lo que menos quería era que por nuestras estúpidas riñas termináramos alejándonos por completo.

—Hola —dije sonriente en cuanto entré al estudio.

Él estaba recostado en el espejo mientras hacía no sé qué cosa con su celular.

—Hola —dijo sin ni siquiera levantar la vista de su móvil.

Señoras y Señores les presento al Aaron frío y distante.

Tenía la esperanza de que al verme , volviera a ser el Aaron de antes. Pero eso simplemente no sucedió.

Respiré profundo.

—¿Te puedo preguntar algo? —dije mordiendo mi labio.

—Adelante —dijo él guardando su móvil.

Tragué hondo. Mi respiración estaba agitada. Estaba hecha un manojo de nervios.

—¿Por qué pagaste por el estudio? —pregunté de una vez por todas.

Aaron apretó sus labios en una fina línea.

—Porque tú y yo no somos amigos y no quiero deberte nada —dijo en un tono frío e indiferente.

En ese momento sentí que mi corazón se encogió.

Apreté mis dientes intentando reprimir las lágrimas.

Ni siquiera me considera su amiga. Me repetía mentalmente.

Aaron vio la decepción y el dolor en mi rostro y rápidamente quiso enmendar su error.

—Jamie, eso salió de forma equivocada —dijo arrepentido.

Me armé de valor y hablé.

—No, descuida tienes razón —musité como pude.

Él me miró con lástima, lo cual hizo que no llorar se volviera casi imposible.

—Mejor ensayemos —dijo él para cortar la tensión del ambiente.

(...)

Habían pasado tres días desde que Aaron me dijo que no éramos amigos. Danzar con él era simplemente una tortura. Era incómodamente placentero, porque aparentemente cuando bailábamos, era el único momento en el que nos entendíamos perfectamente.

Caminaba por el campus para dirigirme hacia la cafetería para encontrarme con Lenna y con Sav, cuando a unos cuantos metros de mi divisé a Aaron, pero no estaba solo.

Estaba con una chica.

Ambos iban tomados de la mano.

Por favor que sea otra hermana o una prima. Rogué.

Ambos se miraban y coqueteaban abiertamente.

Por favor...

Y entonces los labios de él se estamparon en los de ella.

Y en ese momento escuche mi corazón romperse como un cristal.

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¡Hola!

Quería decirles una vez mas gracias por todo su apoyo, gracias por votar, gracias por sus comentarios... gracias por leerme.

¿Que opinan de la actitud de Aaron?

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