7-Ciclo.

15.5K 1.1K 38
                                    

Jamie's POV:

Finalmente, luego de un día largo de trabajo y estudio, podía llegar a mi Nirvana. A un momento donde podía ser completamente yo y podía dejar de pensar tanto. Una palabra de tan solo seis letras que significaban todo para mí. Danzar. Tenía mis ojos cerrados mientras dejaba que mi cuerpo se moviera al ritmo de la música, de manera libre y armónica. Cuando danzo, es donde me siento totalmente cómoda conmigo misma. Esta es la principal razón por la cual tengo un empleo después de clases, para rentar este estudio tres veces a la semana y así poder liberar el estrés acumulado.

Finalmente, detuve mi cuerpo al instante que la música se detuvo, mis ojos aún seguían cerrados pero fui sobresaltada al escuchar unos aplausos detrás de mi.. Abrí mis ojos de golpe y me sorprendí al ver al mismísimo Aaron Parker observándome a través del espejo. Sentí un vacío en el pecho. Ese vacío que sientes al darte cuenta que no estabas solo durante un momento íntimo. Se sintió como cuando cantas en la ducha libremente y te das cuenta que alguien estuvo escuchando. Simplemente algo que no debía suceder.

Giré sobre mis talones para quedar cara a cara con él. Mi guardia estaba totalmente arriba.

—¿Pero que demonios haces aquí? —espeté enojada, más bien furiosa.

—Solo quería verte —dijo mientras sonreía y se encogía de hombros de manera despreocupada. 

Suspiré profundo, este chico estaba cruzando los límites y me estaba llevando a mí al límite.

—¿Y por qué no solo me buscaste en la universidad como una persona normal? ¡Maldito acosador! —pregunte reclamándole.

—Si mal no recuerdo querida Jamie —rodé mis ojos —tú me dejaste hablando solo en la universidad, tuve entonces que recurrir a otra alternativa —dijo él con autosuficiencia.

Un argumento sólido, pero no válido.

—Genio, si te das cuenta que al hacer esto solo me alejas mas de ti ¿cierto?

—Era un riesgo que debia tomar —dijo él con un aire se seguridad.

Rodé mis ojos, de algún modo, Aaron siempre sabía qué decir.

—¿Y para qué querías verme? —pregunté cambiando de tema.

Aaron tardó unos segundos en responder.

—Por nada en especial —dijo restándole importancia al asunto.

—Ya veo —dije sin entenderlo —O sea, que prácticamente me seguiste hasta aquí, me observaste en un momento íntimo, me esperaste por solo Dios sabe cuánto tiempo, y ¿esperas que crea que lo hiciste sin ninguna razón aparente? —pregunté incrédula.

Tomé mi camiseta del suelo y empecé a ponérmela cuando Aaron me detuvo.

—No te la pongas, arruinarías la decoración del lugar —dijo Aaron con la voz aterciopelada.

Mis mejillas no podían estar más rojas.  Rápidamente terminé de colocarme mi camiseta.

—Deja de decir estupideces —dije recogiendo mi mochila del suelo.

—No son estupideces —dijo Aaron acercándose a mí.

Trataba de mantener la compostura. Aunque Aaron fuera el ser humano mas irritante de todo el universo su cercanía y sus cumplidos podían lograr desarmar a cualquiera.

—¿Qué quieres de mí Aaron? —dije algo borde y cansada de este ciclo que existía entre los dos. Yo lo rechazaba, él me buscaba con mas ímpetu y viceversa.

—Una cita —dijo casi implorándome. Sus ojos me observaron suplicantes.

No entendía cómo alguien como él estuviera fijándose en alguien como yo. Él podia tener a cualquier chica del mundo a sus pies, ¿por qué yo? Y no lo decía porque creyera que yo fuera menos que él, para nada. Me referí a al hecho de que éramos seres tan diferentes.

Dile adiós a la inocenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora